Explorando el colorido Valle del Arcoíris

Hay una historia en cada grano de arena del desierto de Atacama en Chile. Y para algunas de las piedras que componen los colores del Valle del Arcoíris, la suya es una saga de 250 millones de años. De los muchos lugares pintorescos para visitar en Atacama, pocos palidecen en comparación, o áreas tan hermosas como el impresionante paisaje del Valle del Arcoíris. Llamado así por sus formaciones rocosas multicolores, su rica flora y fauna, es el sueño de los fotógrafos.

Las rocas del desierto de Atacama son supervivientes heladas. Han estado en primera fila en tres extinciones masivas, incluida la gran mortandad, que acabó con el 96 % de todos los seres vivos de la Tierra. Han sido golpeados por objetos astrológicos, a un ritmo de aproximadamente 222 meteoritos cada 1 millón de años. Y más recientemente, se han abierto en busca de metales y minerales (como cobre, sal y litio), un proceso que causa estragos en la vida silvestre y los ecosistemas locales.

Pero en medio de todo el drama prolongado, desarrollado a lo largo de cientos de millones de años, hay un valle que, de alguna manera, contra todo pronóstico, logró escapar ileso. Mientras que otras formaciones geológicas muestran las cicatrices de terremotos, erupciones volcánicas y actividades mineras, el Valle del Arcoíris adquirió colores.

Ubicada entre las montañas Domeyko, esta colección de picos coloreados se conoce apropiadamente como “Valle del Arcoíris”. Hay un grueso contrafuerte de arcilla roja ocre en el fondo, una franja brillante de sal blanca calcárea en el medio y una generosa capa de toba volcánica de color musgo. Para entender cómo el Valle del Arcoíris obtuvo y mantuvo sus colores, hay que saber cómo se formaron, por medio de una historia que involucra varios procesos.

Tour al Valle del Arcoíris

Hay muchos proveedores de tours para elegir en San Pedro de Atacama. El recorrido típico por Valle del Arcoíris es bastante sencillo. Consiste en una caminata ligera alrededor del Valle, y luego a un sitio de petroglifos (arte rupestre) andino. Te dejamos una excursión al valle del Arcoíris para que reserves desde ya.

Normalmente, es un recorrido matutino, probablemente porque otra razón para ir al Valle del Arcoíris es la observación de aves, que están más activas por la mañana. Para el recorrido por Valle del Arcoíris, hay dos cosas que debes pagar y ambas normalmente se muestran en el folleto.

Uno es el precio del recorrido en sí, y el otro es la tarifa de entrada al parque. Esto se debe a que muchas de estas atracciones del desierto en Atacama también son Reservas Nacionales. Las altitudes involucradas son alrededor de 2,800 metros, ligeramente más altas que San Pedro (2400). Te dará tiempo para aclimatarte antes de embarcarte en recorridos que llegan a altitudes aún mayores.

El tour al Valle del Arcoíris cuesta 29,000 CLP [36 USD] para adultos y 22,000 CLP [27 USD] para niños menores de 12 años. Se realiza de 7:00 a 12:30 horas. La entrada al Valle del Arcoíris, y a Yerbas Buenas cuesta 5,000 CLP [6 USD].

El Valle del Arcoíris de Atacama

Primero dejarás atrás el valle cubierto de hierba y el paisaje vuelve a secarse. El camino termina en una especie de callejón sin salida natural de montaña, donde se pueden ver los tres colores principales del Valle del Arcoíris: verde, blanco y rojo.

Aunque el Valle del Arcoíris es básicamente tricolor, el color dominante es el rojo. El comienzo del sendero ofrece una instantánea bastante fiel de lo que puedes esperar, de todo el sendero más adelante. El inicio del recorrido por el Valle del Arcoíris, en Atacama, muestra una línea de laderas rojizas mezcladas con blanco y verde.

Aunque el suelo arcilloso rojizo no lo hace evidente, este valle también está plagado de yeso, al igual que la Cordillera de la Sal. Los cristales escamosos de yeso yacen como astillas en el suelo, brillando con la luz del sol.

Observación de aves

Es una caminata muy atractiva para los observadores de aves. El ritmo de la caminata es bastante lento, lo que permite flexibilidad para hacer una pausa de vez en cuando, para escuchar los cantos de los pájaros. Incluso en esta zona, aparentemente escasa, encuentras una diversidad de flora realmente interesante.

Final del sendero

La caminata dura menos de una hora. Las mejores vistas de las rocas tricolores del Valle del Arcoíris que están al final. Después de experimentar todo el sendero, hay que aclarar que el Valle del Arcoíris de Atacama no es realmente una alternativa igual a ninguna de las Montañas Arcoíris de Perú. Los colores de las rocas son más limitados y no tienen rayas como las Montañas Arcoíris.

Sin embargo, sigue siendo visual y geológicamente interesante, y tiene un paisaje sorprendentemente diferente al de otros lugares de Atacama. Y si te gusta la observación de aves, entonces quizás tengas un interés especial en el Valle del Arcoíris.

Historia del Valle del Arcoíris

Hace varios cientos de millones de años, la franja de tierra que ahora conocemos como Chile estaba escondida bajo un océano poco profundo. Enterradas debajo de eso, alrededor de 900 millas (1,450 km) bajo la superficie de la Tierra, había dos placas tectónicas: la Placa de Nazca, que se encuentra debajo del océano Pacífico, y la Placa Sudamericana.

Así que, tenemos dos placas tectónicas moviéndose sobre una masa de sopa gelatinosa y caliente en llamas, que es como tener dos platos posados ​​sobre un montículo gigantesco de gelatina tambaleante. Con las dos placas tectónicas rozándose entre sí, negándose a permanecer en su lugar, tenemos todos los ingredientes de un desastre geológico inminente.

Hace unos 200 millones de años, la Placa de Nazca comenzó a comprimirse debajo de la Placa Sudamericana. Este proceso, llamado subducción, creó suficiente fricción y calor para fundir las capas externas de roca en magma. Con esta capa de roca recién fundida, a estas dos placas tectónicas se les había confiado, sin saberlo, un nuevo papel. Su trabajo ahora era evitar que estallara una masa de magma increíblemente caliente impulsada por gas.

Estas placas no hicieron un buen trabajo como tapas de magma. Entonces, parte de esta sustancia muy caliente escapó a la superficie, creando el Cordón de Lila, que se encuentra justo al sur del Valle del Arcoíris.

La Cordillera de la Costa, el Salar de Atacama y los inicios del color rojo

La cadena de eventos que llevaron a la creación del Salar de Atacama comenzó hace 200 millones de años con una enorme erupción que creó la Cordillera de la Costa. A medida que se elevaban sobre las olas del océano, sus picos atravesaron el Pacífico Sur y formaron la costa occidental de lo que eventualmente se convertiría en Chile.

En el proceso, parte del agua se seccionó y se desplazó hacia el este. La Cordillera de la Costa occidental y el Cordón de Lila sur ahora formaban una especie de medio cuenco con algo del océano Pacífico Sur en él. Y en los cientos de millones de años siguientes, este contenedor de ingredientes oceánicos desempeñaría un papel clave en la creación de muchos de los preciosos compuestos del Salar de Atacama, incluidos el litio y el cobre, además del color blanco.

Durante la formación de la Cordillera Costera, se desprendieron trozos de roca y ceniza, y algunos de estos trozos viajaron hacia el oeste, hacia el área que eventualmente se convertiría en el Valle del Arcoíris. Durante su viaje de varios millones de años, se erosionarían hasta convertirlos en finas motas de arcilla del tamaño de polvo. Y el hierro de estas rocas (mediante oxidación) se transformaría en el primer color del Valle del Arcoíris: el rojo.

Cómo el magma formó la Depresión Intermedia y la Cordillera de Domeyko

Con el tiempo, las salidas de la Cordillera de la Costa se cerraron y el flujo de magma que había formado estos picos costeros, ya no tenía adónde ir. Durante 50 millones de años, este magma quedó atrapado bajo tierra, incapaz de salir a la superficie, acumulando cada vez más presión. Como no podía escapar al exterior, esta sopa de muerte presurizada viajó hacia el oeste.

Luego, hace 150 millones de años, esta roca fundida hizo erupción para crear la Depresión Intermedia (una cadena separada que corre paralela y entre la Cordillera de la Costa y los Andes aún no formados). Pero luego volvió a suceder lo mismo.

Esta vez, las salidas de la Depresión Intermedia se obstruyeron, por lo que el magma volvió a la clandestinidad y viajó aún más hacia el oeste. Luego, por tercera (pero no última) vez, el magma logró escapar y convertirse en la Cordillera de Domeyko, hogar del Valle del Arcoíris.

Toda esa agua del océano, que había sido empujada hacia el este durante más de 50 millones de años (primero por la Cordillera de la Costa, luego por la Depresión Intermedia y finalmente por la Cordillera de Domeyko), finalmente había encontrado su lugar de descanso en el Salar de Atacama.

En este punto, el Salar de Atacama era efectivamente un medio cuenco gigante; su borde estaba formado por las montañas Domeyko al oeste y el Cordón de Lila al sur. El agua que había viajado desde el Pacífico, ahora finalmente podía descansar en el Salar. Y durante los siguientes 150 millones de años, las fluctuaciones climáticas transformarían estas sales, sedimentos y minerales en el segundo tono del exterior multicolor del Valle del Arcoíris: el blanco.

El resto de los Andes y el último color del Valle del Arcoíris

En los muchos años que siguieron, el magma que había quedado atrapado bajo tierra acumuló cada vez más presión. Durante 137 millones de años, había estado deseando escapar a la superficie. Luego, hace unos 13 millones de años, encontró una salida en forma de La Pacana, un mega volcán de un kilómetro de ancho que marcó el comienzo de los Andes. La erupción resultante fue tan violenta que trozos del propio volcán explotaron en el proceso.

Se trataba de un magma espeso y denso, del tipo que apenas fluye. Y cuando este tipo de magma explota, se produce un gran revuelo. Toneladas de lava caliente, rocas y cenizas volcánicas volaron kilómetros en todas direcciones, causando estragos de proporciones bíblicas.

Parte de esta sopa ardiente aterrizó en el Valle del Arcoíris y se transformó en toba de color musgo. ¿Cómo? El tono verde del Valle del Arcoíris proviene de 15 kilómetros de profundidad bajo tierra. A esta profundidad, el magma contiene magnesio y hierro, que comienzan a unirse con otros elementos químicos (como cobalto y azufre) a medida que asciende hacia la superficie.

Cuando los Andes escupieron este magma, estos elementos reaccionaron rápidamente con el oxígeno del aire, lo que lo tornó de color verde.

Dónde se ubica el Valle del Arcoíris

Ubicado dentro de la Cordillera de Domeyko, el Valle Arcoíris se encuentra al este de la Cordillera de la Costa y la Depresión Intermedia, y al oeste de los Andes.

El valle del Arcoíris está a 90 km de San Pedro de Atacama, su nombre es debido a las tonalidades de los cerros aledaños. En el Valle del Arcoíris encontrarás colores rojos, verdes, distintos grises, blancos y más, todo con distinta textura y composición.