Visitar pueblos encantadores es una actividad maravillosa para hacer por España. En este caso nos adentramos en el impresionante pueblo medieval Besalú. Es uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Cataluña, donde íberos, romanos, judíos y cristianos han dejado su huella.
Situado en la comarca de la Garrotxa, al oeste de Figueres y a apenas 30 kilómetros hacia el noroeste de Girona capital, es un enclave muy atractivo desde el punto de vista turístico. Atravesada por el río Fluviá, la villa es un cruce de diferentes vías de comunicación entre Girona y Francia, que ha sido un punto de encuentro de campesinos, artesanos, comerciantes y negociantes.
Además, tiene gran valor histórico, pues en el lugar convivieron durante siglos muchas culturas y religiones. Entre ellos los cristianos, judíos y musulmanes que la ocuparon durante el siglo VIII, pero como tal fue nombrada ciudad por primera vez en el siglo X.
Besalú es un destino muy hermoso para tomar fotografías increíbles, escapar de la ciudad y sentirte en el pasado medieval. Así que vamos a explorar este pueblo medieval, recorrer sus calles empedradas y conocer los mejores planes para realizar, ¡vamos a la aventura!
Qué ver y hacer en Besalú
Más allá de todo lo que hay para ver en Besalú, lo mejor de visitar este destino es absorber su ambiente medieval, perderte por sus calles empedradas, entre sus casas medievales que te llevarán a un pasado fascinante de descubrir.
El pueblo de Besalú es un bello pueblo medieval, con hermosas plazas, iglesias imponentes y por supuesto su espectacular puente que es famoso entre los viajeros. Recorre las calles de Besalú y explora sus maravillosos paisajes.
Paseo por la villa medieval de Besalú
A pesar de las guerras que dejaron destruidos muchos lugares, aún quedan vestigios del barrio sefardí que albergó esta villa durante la edad media y construcciones que datan del siglo XII. Varios monumentos eclesiásticos llamarán tu atención por su belleza arquitectónica y conservación.
Por algo, Besalú es una de las localidades más visitadas de Cataluña, una villa perfecta para los amantes del arte y la historia con tesoros que alberga en su casco antiguo y un ambiente mágico que ha logrado intacto desde el siglo X.
Para recorrer Besalú, empezamos entrando al centro histórico a través del monumental puente de piedra, es uno de los puentes medievales más bellos de toda la Península Ibérica y una de las joyas del arte románico en Cataluña.
Luego, subimos por la Calle del Pont Vell, con distintas callejuelas que nos recuerdan el pasado judío de la ciudad de Besalú. Con una de las antiguas sinagogas de la vieja Besalú, que fue el propio rey Jaime I quien otorgó a la comunidad judía el privilegio de edificar su propio templo, en 1264.
Justo al lado de los restos de la vieja sinagoga se halla el que es el más importante monumento judío de Besalú, el Miqve o baños rituales. Se accede a través de una escalera de piedra que desciende hasta llegar al recinto cuadrangular de los baños.
Más allá, llegamos a la calle del Portalet, para entrar nuevamente al casco histórico y conseguirnos con el antiguo Hospital de Sant Julià, utilizado también como morada de peregrinos. De allí llegas al Monasterio de Sant Pere, un bonito edificio románico de gran historia para el pueblo.
La iglesia del Monasterio de Sant Pere se localiza en la que es la plaza más importante de Besalú, la plaza del Prat de Sant Pere. Justo en la plaza se encuentra el Museo de las Miniaturas.
Por su parte, la Calle del Canó nos lleva hasta la Plaza de la Llibertat, es esta la plaza donde cada martes se celebra el mercado semanal. Además, cuenta con bellos edificios, entre ellos, la Casa de la Vila y el antiguo Palacio de la Curia.
Desde ahí, sigues por la Calle Tallaferro, que rinde honor al más importante conde de la época más gloriosa de la Besalú condal. Es una de las tantas callejuelas estrechas y peatonales que se abre y que forma parte de la antigua judería de la Edad Media.
Puente Viejo
Es el icono de la ciudad y la mejor manera de comenzar tu recorrido por Besalú. Esta estructura medieval, permite cruzar el puente sobre el río Fluviá, pero además constituye una obra fantástica y carta de presentación de la villa.
Con una estructura construida totalmente en piedra, data desde principios del siglo XI, pero a lo largo de su historia ha sufrido tantas reformas, derrumbamientos y reconstrucciones que el puente original poco tiene que ver con el actual.
Es la puerta de entrada que conduce al interior del pueblo, destacan sus siete arcadas y las dos torres defensivas de aquella época medieval, que tienen forma angular debido al asentamiento de los pilares sobre las piedras del río.
Se cree que durante una riada del 1315 quedó destruido y se pudo reconstruir gracias al impuesto que estableció Jaume II. En 1385 se instaló un peaje en la torre central. En 1881 ya no estaba la torre ni la puerta de entrada, y durante la Guerra Civil española fue destruido por completo. Sin embargo, entre los años 50-60 del siglo XX fue reconstruido por la Dirección General de Arquitectura.
La judería
La antigua judería de Besalú es uno de los lugares imprescindibles que visitar en Besalú. El Call, es la forma como se llamaban estos barrios judíos que contaban con varias sinagogas, aunque hoy en día queda muy poco de estos edificios.
Una de las estructuras que aún se conserva, es una miqvé del siglo XII, de hecho, es la única construcción medieval que queda en toda España. Se trata de un baño antiguo que fue utilizado por los hebreos en los actos de purificación corporal.
Hay que tener en cuenta que los judíos se instalaron en Besalú en el siglo XII, y en la Edad Media, cuando la población contaba con unos 1,000 habitantes, 300 eran judíos. Por tanto, la influencia judía es relevante en la historia de Besalú.
Aunque los judíos abandonaron Besalú en 1348 cuando hubo una epidemia de peste negra de la cual fueron acusados, es el único miqvé judío medieval descubierto en España.
Fue descubierto en 1965 en el lugar donde había una pequeña fábrica, pero tras analizar la documentación histórica se supo que en su tiempo había una sinagoga con una sala de oración, escuela, patio y el citado miqvé.
Iglesia de Sant Vicenç
Es una de las joyas del románico catalán, la iglesia de tres naves se parece mucho al conjunto de iglesias de la Vall de Boí. Se encuentra en el centro del casco antiguo y plaza principal, en el antiguo monasterio benedictino de Sant Pere de Besalú, el cual fue fundado en el año 977. En 1931 fue declarada Monumento Histórico-Artístico de Interés Nacional.
La iglesia se remonta al siglo X y el edificio que ves hoy en día es del siglo XII. Al interior del templo se conserva una pequeña parte de la Vera Cruz, cerrada en una vitrina. No se trata de la original, porque aquella desapareció, sino un sustituto que fue regalado de Roma.
Esta hermosa construcción combina el estilo románico con elementos de transición al gótico. En esta parroquia también encontramos la tumba gótica de Pere de Rovira, que en 1413 llevó las reliquias de Sant Viçenç hasta Besalú.
La iglesia presenta tres naves con crucero y tres ábsides semicirculares. En la interior llama la atención la diferencia de altura de la nave central respecto de las naves laterales, separadas de esta por tres arcos sostenidos por pilares rectangulares, dos a cada lado. De todo el conjunto destaca la decoración de la puerta principal y la de la puerta lateral.
Monasterio de Sant Pere
En la plaza más amplia del pueblo se encuentra el Monasterio de Sant Pere, un monasterio benedictino del siglo X. Fue fundado en el año 977 bajo el patrocinio de la Santa Sede y por lo tanto disfrutó de ciertos privilegios, como albergar las reliquias de los mártires San Primo y San Feliciano.
Durante el año 1003 se consagró la iglesia, cuando el condado pasó a depender del de Barcelona, el monasterio vivió su momento de máximo esplendor. Pero a partir del siglo XV el monasterio empieza a entrar en decadencia. Además, se agravó con la guerra del francés, momento en que se destruirá el claustro.
Esto provocó que en 1835 se abandonara el monasterio hasta el año 1908. Durante la guerra civil se quemó parte del mobiliario y de las pinturas del siglo XVIII, así como algunas esculturas. Hoy en día sólo queda en pie la iglesia y algunas dependencias posteriores.
El lugar tiene tres naves y decoraciones fascinantes. En el exterior cuenta con arcos ciegos y un friso de dientes de sierra. Los arcos están acabados con diferentes elementos esculpidos como cabezas humanas y de animales, motivos vegetales y geométricos.
Casa Cornellà
Cerca del Monasterio de Sant Pere se encuentra este majestuoso ejemplo de la arquitectura gótica civil. Es un edificio robusto, de tres pisos y planta cuadrada, vivienda típica de la nobleza medieval. Data del siglo XII y todavía se aprecia en su estructura las habitaciones de la familia noble y los establos en la planta baja y el granero en la primera planta.
Al entrar, encontraremos un patio interno colocado en todo el centro, con vestíbulo cubierto, establos, granero, galerías, dependencias nobles y de la servidumbre distribuidas a su alrededor, así como un gran patio que organiza, condiciona e ilumina las demás estancias.
Museo de Miniaturas de Besalú
Fundado en el año 2007, el museo es la colección particular del joyero local Lluís Carreras, un coleccionista de miniaturas que a lo largo de su vida reunió más de 2,000 piezas con las que hizo el museo de miniaturas Besalú.
Este pequeño museo consta de solo dos salas, donde podrás ver obras artísticas en miniatura y micro miniatura, esta últimas se deben ver con la ayuda de lupas y microscopios.
Feria medieval en Besalú
Se celebra cada año durante el primer fin de semana de septiembre. Encontrarás un verdadero festival medieval con funciones teatrales, recreación de torneos a caballo que forman parte del programa de la feria y una exquisita gastronomía para disfrutar.
Cómo llegar a Besalú
Ubicado en la comarca de la Garrotxa, en la Provincia de la Girona, es una visita imperdible con diferentes formas para llegar.
Desde auto
Desde Barcelona hay varias alternativas, puedes ir por la autopista AP7 o por la C17 o por la C32, el recorrido es aproximadamente de 1 hora y media.
En bus
La compañía Teisa Bus, tiene varias salidas diarias desde la Ciudad Condal hacia Besalú, en un recorrido que dura 1 hora y 50 minutos.
Por tren
Puedes llegar a Girona, Figueres y Ripoll, y luego tomar un bus.
Cuando visitar Besalú
Es un lugar muy turístico, así que, si vas a tomar fotos y descansar del ajetreo citadino, deberías evitar la visita durante el fin de semana, ya que el pueblo se llena de muchas personas. Otra opción es madrugar para evitar encontrar el puente cubierto de gente.
Pero si deseas conocer aún más su historia y cultura, la mejor opción es ir durante la feria medieval el primer fin de semana de septiembre. Tendrás una experiencia más auténtica y encantadora.
Historia de Besalú
Las primeras menciones a Besalú se remontan al siglo X, algo después de la reconquista de esta parte de la Península Ibérica. En el siglo VIII, después de la conquista franca, Besalú quedó integrada en el condado de Girona. En 894 se convirtió en condado con dinastía propia, gracias a la reordenación de Guifré el Pilós, que nombró conde de Besalú a su hermano Radulf.
A la muerte de Radulf a principios del siglo X, el condado de Besalú quedó vinculado al de Cerdanya, hasta 988. La herencia del conde Oliba Cabreta se dividió entre sus hijos, y Bernat II, más conocido con el sobrenombre de Tallaferro, se convirtió en el conde de Besalú. Según la leyenda, en plena lucha contra los árabes san Martín dio a Bernat una espada celestial que incluso podía cortar el hierro. Bernat Tallaferro consiguió que Besalú fuera sede de un obispado, que sólo duró tres años (1017-1020).
Así quedó inaugurada la época dorada de Besalú, cuando centraba unos dominios que se extendían desde el Ripollès, la Garrotxa y el Pla de l’Estany hasta el Alt Empordà, y todavía más allá, al Vallespir y Fenollet. El mercado de Besalú, documentado desde 1027, tuvo un enorme potencial económico hasta el siglo XIV.
La segunda mitad del siglo XVII fue catastrófica para la villa, que perdió buena parte de los habitantes en una epidemia de peste entre 1651 y 1652. Las tropas francesas la ocuparon varias veces (1653, 1676, 1689), y el Tratado de los Pirineos (1659) desposeyó el condado de Besalú de sus tierras en el Vallespir.
El ejército francés produjo continuos quebraderos de cabeza a los habitantes de Besalú durante el siglo XVIII y principios del XIX. La Guerra de Sucesión (1700-1714), la Guerra Grande (1793-1795) y la Guerra del Francés (1808-1814) son los tres ejemplos más destacables.
Sin embargo, a pesar de las guerras y destrucción, Besalú logró mantenerse a flote por medio de la agricultura, la industria y el comercio. El turismo y el hecho de encontrarse en un importante centro de comunicaciones han ayudado al desarrollo del comercio y de los servicios turísticos.
Besalú, uno de los pueblos más bonitos de Cataluña
Es así como Besalú acabó siendo una población medieval de gran belleza y magia, que merece la pena recorrer sin rumbo definido, perdiéndose en sus estrechos callejones peatonales y encontrar una esencia asombrosa en cada esquina.
Como una bellísima ciudad medieval, Besalú es un destino para los viajeros que les encanta la cultura, historia y conocer un poco más del poderío de los pueblos españoles. Una visita que no deja indiferente a quien pasa por sus calles, con hermosos monumentos de tiempos remotos que nos evocan a estar dentro de una colonia de hace siglos.