Chefchaouen, Chaouen o Xauen es conocida como “la ciudad azul de Marruecos” o “la perla del norte” y un destino único en el planeta. Está ubicada al noroeste de Marruecos, en las montañas del Rif, cerca de la ciudad de Tetuán. El motivo por el cual es una ciudad tan visitada es que, absolutamente todas sus construcciones están pintadas de un color azul electrizante. Desde las paredes hasta las puertas e incluso los faroles tienen este color azul tan brillante y atractivo. Su arquitectura hace recordar a los pequeños pueblos del mediterráneo y es considerada como una de las ciudades de las más bellas de Marruecos. Si quieres saber más sobre este paraíso azul quédate con nosotros.

Chefchaouen

Esta ciudad pequeña (de unos 40 mil habitantes) y encantadora se encuentra a 100 km de Ceuta. Los montes Tisouka y Megou, de la Cordillera del Rif, se elevan por encima de ella como dos cuernos. De ahí su nombre, que en bereber significa «mira los cuernos». Además de su color azul característico, la ciudad destaca por su aire limpio y fresco, dado en gran parte por la poca presencia de coches. Un destino que realmente vale la pena conocer, por su singularidad, su arquitectura y su ambiente tranquilo y relajado.

La ciudad azul

Chefchaouen está compuesta por callejones estrechos, escalinatas irregulares y casas azules decoradas con flores de colores que hacen un contraste espectacular. La ciudad fue fundada en el siglo XV y durante muchos años estuvo habitada por refugiados judíos y musulmanes que, según cuenta la historia, fueron los responsables de pintar las construcciones de color azul. En teoría, el azul hace referencia al cielo y es un importante símbolo de libertad y el lugar en el que se encuentra Dios.

Actualmente, las fachadas y las puertas de las casas siguen pintándose de este color, como una manera de continuar atrayendo turistas. Después de todo, uno de los motivos que ha hecho prosperar a esta ciudad es el turismo. Los habitantes de Chefchaouen pintan las paredes y los suelos de las casas varias veces al año, coincidiendo con los cambios de estación y las celebraciones anuales. El objetivo de este trabajo es, además de atraer turistas, purificar, higienizar, aportar frescor y ahuyentar a los insectos. Tan es así que, según los locales, en la ciudad no hay mosquitos en ninguna época de año.

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Durante siglos fue considerada como una ciudad sagrada y la entrada de los extranjeros estaba totalmente prohibida. Este aspecto ha contribuido en gran parte a que Chefchaouen haya mantenido su fisonomía medieval. No fue hasta la llegada de las tropas españolas que la ciudad no se abrió al mundo. Hasta ese momento, la población de la ciudad era, en su mayoría, de origen judío sefardí. Hoy en día, la llegada de inmigrantes de otras zonas de Marruecos la ha convertido en un importante centro turístico.

Pintores y fotógrafos se sientes especialmente atraídos por la ciudad azul, ya que cada uno de sus rincones se prestan para hacer arte con un pincel o una cámara de fotos.

¿Qué ver en Chefchaouen?

Como todas las ciudades marroquíes, la medina es una de las atracciones principales y Chefchaouen no es la excepción. El acceso se realiza a través de un arco de entrada situado al sur de la medina, sobre la calle principal que cruza la ciudad de oeste a este.

Esta zona es la más antigua de la ciudad y, como imaginarás, el color azul abunda en todos sus rincones, otorgándole un encanto espectacular. Cuando llegues, lo primero que debes hacer en perderte en las laberínticas calles de la medina de Chefchaouen y comenzar a descubrir sus sitios más emblemáticos, por ejemplo, la Gran Mezquita del siglo XV. Esta torre octogonal se diferencia, por su arquitectura, del resto de las mezquitas que se encuentran en Marruecos.

Gran-Mezquita-de-Chefchaouen

Desde el arco de entrada subirás por un estrecho callejón que te llevará al centro neurálgico de la medina, la plaza Uta el-Hamman. La alcazaba o kasba (una antigua fortaleza) es el punto más importante de la plaza y en su interior alberga un pequeño museo etnográfico. La fortaleza fue construida en el siglo XV, posteriormente restaurada y, hoy en día, solo quedan unas pocas almenas en pie. Si deseas, puedes visitar el interior y subir a una de sus torres. La Gran Mezquita anteriormente mencionada también se encuentra dentro de la alcazaba.

En toda la medida de Chefchaouen encontrarás cientos de puestos de artesanos en donde puedes comprar desde dulces típicos de Marruecos hasta jabones, perfumes y utensilios hechos a mano. Lo mejor es de todo es lo precios suelen ser mucho más accesibles comparado al de otras ciudades de Marruecos. No te sorprendas si encuentras algún pintor queriendo retratar en su lienzo una imagen de la ciudad. Como ya dijimos, Chefchaouen atrae a muchos artistas.

Tip viajero: Si visitas Chefchaouen en plena temporada alta puedes sentirte un poco abrumado por la cantidad de gente, por ese motivo lo mejor es viajar fuera de temporada. Realmente vale la pena poder recorrer por estas callecitas tranquilo y disfrutando de las vistas.

Chefchaouen-Marruecos

La medina de Chefchaouen está construida sobre las montañas de Rif y a medida que subas mayor encanto encontrarás. Subiendo en dirección noreste llegarás al arco de salida, para luego bajar a la cascada y los lavaderos, una zona conocida como Ras al Ma. Durante los días festivos, esta zona se llena de marroquíes que llegan al lugar a refrescarse en las pozas, en donde se encuentran los lavaderos.

Desde Ras al Ma parte un sendero en subida fácil que en 15-20 minutos te llevará a la mezquita Jemaa Buzafar o mezquita española. Si bien la construcción no tiene nada de especial su ubicación en un pequeño monte la convierten en un bello lugar para ver el atardecer sobre la ciudad azul.

¿Cómo llegar a Chefchaouen?

Puedes llegar en autobús desde las principales ciudades de Marruecos, como ser Fez, Tetuán, Casablanca, Tánger, Meknes y Rabat. La estación de buses de Chefchaouen se encuentra a unos 15 minutos de la medina, cuesta arriba a través de la avenida Mohamed V. Si no quieres hacer la caminata podrás tomar algunos de los taxis que hay en la estación. El viaje hasta la medina cuesta alrededor de 10 Dh (si eres hábil, podrás regatear el precio por un poco menos).

Debido al entorno natural en el que se encuentra construida la ciudad no es posible llegar en trenes. Lo mejor es viajar en vehículo propio o rentar un coche, de esa manera podrás moverte con total libertad.

Si viajas en coche desde Tánger, deberás hacerlo por la carretera en dirección a Tetuán y en la entrada de la ciudad tomar el desvío señalizado hacia Chefchaouen. El viaje dura aproximadamente unos 45 km. En cambio, si viajas desde Fez debes hacerlo por la carretera en dirección a Meknes. A unos 20 km verás una señal a mano derecha que indica el desvío Ouazzane-Chefchaouen-Tetuán, por el que deberás seguir.

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Una vez en Chefchaouen tienes 3 opciones de párking. Uno ubicado al norte de la medina, que está un poco apartado. Otro estacionamiento en la zona de los lavaderos de Ras al Ma, que tiene muy pocos sitios, así que si llegas tarde directamente prueba con las otras opciones. El otro párking se encuentra en la plaza Makhzen, frente al Hotel Parador, y es el mayor de los estacionamientos. Las últimas dos opciones cuentan con seguridad las 24 hs.

¿Dónde comer en Chefchaouen?

Para completar la experiencia qué mejor que probar alguna comida típica de Marruecos en alguno de los muchos bares o restaurantes de Chefchaouen. Si quieres comer un rico plato marroquí a buen precio, una de las mejores opciones es el restaurant Beldi Bab Ssour, en el N° 5 de la Rue El Kharrazin.

Dentro de la medina, uno de los sitios más recomendados es el restaurante Tissemlal, en Casa Hassan. Además de buena comida, el lugar posee una zona de mesas en la terraza con hermosas vistas de la ciudad azul. Durante la noche, el lugar se ilumina con faroles, velas y luces bajas que conforma una atmósfera realmente bella. Un sitio perfecto para probar alguno de los platos más populares de Marruecos, como tajine, los cous-cous, las carnes a la brasa, el pescado y las tortillas.

Si la comida marroquí no es lo tuyo y prefieres algo más occidental debes ir entonces a la Pizzería Mandala ubicada en la Avenida Hassan II. Allí encontrarás ricas pizzas y otros platos italianos de excelente calidad.

Un imperdible de Chefchaouen y las ciudades marroquíes en general es el té verde a la menta, la bebida más tradicional. Recuerda que, al ser una ciudad sagrada, no es fácil conseguir bebidas alcohólicas, puesto que no está bien visto tomarlas. Además, suelen tener precios elevados.

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Gastronomía marroquí

¿Qué ver en los alrededores de la Ciudad Azul?

Los alrededores de Chefchaouen son igual de encantadores de la ciudad y pueden ayudar a terminar de completar el día. A solo 2 km de la entrada oriental de la medina encontrarás una mezquita en ruinas que en parte ha sido restaurada, desde donde verás unas vistas imperdibles de la ciudad azul. A sus alrededores, la Cordillera del Rif ofrece un paisaje increíble lleno de valles, sierras y bosques que invitan a perderse por sus senderos.

Otra opción es seguir por la ruta local, en dirección norte y pasar por el pantano de Ali Thela. Una vez que hayas tomado un par de fotografías, continúa hacia el norte, por el río Laoud, hasta llegar las cascadas de Chefchaouen.

Por esta misma ruta, una vez pasado el pantano de Ali Thela y antes de llegar a las cascadas, parte hacia el este la ruta hacia Talambot y Akchour, un verdadero monumento natural lleno de bosques de pinos, ríos de montaña y piscinas naturales. Lo más destacado de la zona es el desfiladero del río Farda, donde se encuentra el puente de Dios, un arco natural de 35 metros de altura ubicado muy cerca de las cascadas de Oued Kelaa. A su vez, desde allí parten varias rutas de senderismo hacia el Parque Nacional de Talasemart. Esta enorme caída vertical de agua atrae a cientos de turistas que viajan a bañarse en sus pozas.

Hasta acá llegamos en nuestro recorrido por Chefchaouen. Sin dudas que después de visitar esta ciudad habrás experimentado de cerca la cultura de Marruecos y tendrás nuevas experiencias para compartir con amigos. Conocer nuevas culturas es lo mágico que tiene viajar, y las ciudades de Marruecos son el lugar perfecto para esto. Si te gustó el artículo, comparte en tus redes sociales así mayor cantidad de gente puede seguir conociendo destinos de película.

Créditos fotográficos

- [Nombre de a foto según banco de imágenes] ([url de donde la encontramos]), por [Nombre del autor] / CC BY ([url de la licencia])

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