Visitamos Etretat y sus increíbles acantilados

Nuestro destino de hoy es Etretat, un pequeño pueblo de la Costa de Alabastro famoso por sus impresionantes acantilados y por su playa. La belleza paisajística de este lugar ha sido venerada por los más grandes artistas, como Boudin, Courbet y Monet. Por eso, si quieres visitar un sitio en donde la naturaleza se expresa de manera caprichosa, Etretat y sus acantilados son el sitio perfecto. 

Etretat se ubica en la alta Normandía, a unas 2 horas y media de París. Los 140 km de acantilados calcáreos de color blanco que le da el nombre de Costa de Alabastro es el gran protagonista del paisaje. Si bien recorrer los 140 km sería un plan espectacular, si no puedes hacerlo y debes elegir un lugar, Etretat es una excelente elección. La peculiaridad de esta localidad son sus acantilados de casi 90 metros de altura que parecen grandes “puertas” que flanquean la playa urbana.

Toda esta zona de la costa de Normandía, especialmente la de Alabastro, fue uno de los primeros destinos de playa del mundo. Quienes iniciaron la tradición de veranear en esta zona y disfrutar de las playas fueron los miembros de la burguesía parisina. Pueblos como Dieppe o Le Havre fueron centros vacacionales muy populares a principios del siglo XX. Aunque, uno de los mayores reclamos de la zona fueron y siguen siendo los acantilados de Etretat (Les Falaises d’Etretat en francés).

El pintoresco pueblito de Etretat es el típico destino de verano en el cual bien vale la pena pasar unas horas recorriendo sus atractivos. Llama la atención por la arquitectura de sus casas fabricadas con sílex, ladrillo, piedra y entramado de madera que le dan mucho encanto al paisaje. A su vez, posee una oferta hotelera variada y para todo tipo de bolsillos, desde pequeños establecimientos en construcciones con entramados de madera hasta otras alternativas más deluxe.

Como sea, Etretat es una parada imperdible de cualquier viaje por Normandía. Sin más, vemos qué se puede hacer en este pueblo lleno de encanto.

Etretat, sitio de peregrinación de grandes artistas

La belleza de esta zona de Normandía captó la atención de muchos pintores modernistas, que llegaron a captar en sus obras los acantilados de Etretat desde diferentes perspectivas y con variados juegos de luces. 

El artistas más conocido en sucumbir ante de los encantos de Etretat fue Claude Monet, que en 1885 pintó su famoso cuadro “l’aiguille et la falaise”. Aunque, no fue el único. Artistas como Delacroix, Boudin, Courbet,  Eugène Isabey, Charles Mozin o Eugène Le Poittevin han creado obras excelentes que permiten apreciar este pueblo de Normandía desde diferentes concepciones y miradas.

Si bien las pinturas de Monet son quizá las más famosas, los primeros artistas de renombre en plasmar la belleza de Etretat fueron Jean-Baptiste Isabey y Alfonso Karr. De hecho, a Kart se le atribuye una definición del mar cargada de sentimiento: “Si tuviera que mostrar por primera vez el mar a un amigo, elegiría Etretat”.

Por su parte, Claude Monet pasó el período de 1868-1869 pintando “La porte d’aval”, de la cual más tarde te hablaremos. Unos años después, regresaría a Etretat para seguir pintando el paisaje marino de Normandía. Sus obras más famosas (Les Falaises d’Etretat y “Etretat, la Manneporte, reflets sur l’eau”) reposan en el Grand Palais del Museo de Orsay de París. Sin dudas que gracias a su obsesión por la luz, Monet dio vida a una de las mejores expresiones artísticas de Etretat y sus acantilados.

Boudin también supo plasmar muy bien la belleza del lugar. Para comprobar esto no queda más que pasar por el museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, en donde se exhibe su obra. Por su parte, el escritor y poeta francés Maupassant pasó algunas temporadas en Etretat y definió a la falaise d’ Aval como “la trompa del elefante que bebe agua del mar Atlántico”, de allí que esta zona del acantilado haya adquirido esa denominación. Lo mismo hizo el célebre escritor Maurice Leblanc, que incluyó Etretat en sus novelas, dejando plasmada su fascinación por el paisaje de este pueblo.

¿Qué ver en Etretat?

Sin dudas que la estrella de Etretat son sus acantilados y su playa de piedras y guijarros. Aunque, como te dijimos antes, dar un paseo por el pueblo también tiene su encanto. 

Acantilados de Etretat

Monet se enamoró tanto de los Acantilados de Etretat que los pintó en 50 ocasiones distintas y en diferentes momentos del día, aprovechando la luz del sol. No hay nada que reprocharle, puesto que estos caprichos de la naturaleza son verdaderamente únicos. Es un sitio en donde el color blanco de la piedra caliza crea un fuerte contraste con la alfombra de pasto verde que se extiende hasta el final de los acantilados y el azul del mar, dando lugar a una postal bellísima. 

Estos colosos que terminan abruptamente en el mar forman aberturas naturales de formas muy singulares entre el norte de La Havre y el sur de Fécamp. La belleza del paisaje le valió la clasificación de Gran Sitio Nacional de Francia y varios nombres, como La Porte d’Amont, Manneport , L’Aiguille Creuse y la Porte d’Aval.

Para visitar los acantilados debes llegar a la playa, que se encuentra al final de la calle principal de Etretat. Es una playa de guijarros y piedras de aproximadamente 1 km de extensión, que en verano suele estar muy concurrida y de la cual disfrutan barcos a vela, catamaranes y los amantes del windsurf. Si bien no es la típica playa de arena fina en la cual te tiras a tomar sol, las vistas de los acantilados son realmente impresionantes.

Si miras hacia la izquierda verás el famoso Falaise d’Aval (El Ojo de la Aguja). Este acantilado es el más popular y consiste en un arco natural de 70 metros de altura que se formó por la erosión del mar. Si miras hacia la derecha, en cambio, verás el Falaise d’Amont y la pintoresca Capilla de Notre-Dame y los Jardines de Etretat.

Falaise d’Amont e Iglesia de Notre Dame

A la derecha de la playa se encuentra la Falaise d’Amont, que en el pasado se conocía también como Falaise du Blanc-Trait (acantilado de la línea blanca). El motivo era que esta gran mole de piedra caliza se veía como una gran banda blanca desde el mar, incluso a grandes distancias.

Fue precisamente este acantilado el que aparece en la obra de Maupassant, que compara el Arche d’Amont (la puerta más pequeña que forman los acantilados de Etretat) con un elefante que sumerge su trompa en el mar. Si miras bien, y con un poco de imaginación, seguramente tú también verás esa imagen.

En lo alto de la Falaise d’Amont se asoma la pequeña Iglesia Notre Dame de la Garde. Este sencillo templo fue construido a mitad del XIX por los marineros de Etretat, aunque no logró sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial, por lo que fue reconstruida en 1950. Detrás de la iglesia se encuentran los hermosos jardines de Etretat, un rincón poco visitado en donde podrás refugiarte y pasar un momento tranquilo.

Junto a la iglesia se encuentra también el monumento Nungesser y Coli, que muestra una sorprendente flecha construida en 1963 en homenaje a los dos aviadores que el 8 de mayo de 1927 intentaron por primera vez cruzar el océano Atlántico a bordo del «pájaro blanco».

Por medio de unas escaleras podrás llegar a lo alto de la Falaise d’Amont y disfrutar de unas vistas inmejorables del acantilado de Aval, el Arco y la Aguja.

Jardines de Etretat

Junto a la Iglesia de Notre Dame de la Garde se encuentran estos bellísimos jardines que son un museo de arte contemporáneo al aire libre. Su creadora fue la actriz Madame Thébault y Monet su fuente de inspiración, quien pasó muchos años en este lugar trabajando en sus cuadros más famosos. Aunque, en el 2015 el paisajista Alexander Grivko y su equipo crearon los jardines actuales. 

Los Jardines de Etretat poseen una superficie total de 1,5 hectáreas y son muy diferentes a cualquier otro jardín que hayas visitado. Este valioso proyecto ganó el premio European Garden Award en la categoría «Mejor puesta en valor de un jardín histórico». Además, fueron galardonados con una estrella en la Guía Verde Michelín y forman parte de la red Grandes Jardines del Mundo.

El espacio está compuesto por una gran cantidad de plantas podadas con diferentes formas (por ejemplo, las “olas del Canal de la Mancha» o los  «espirales y remolinos marinos»), que destacan la biodiversidad y belleza natural del ecosistema. Estas figuras escultóricas se mimetizan de manera espectacular con el paisaje, dando lugar a un sitio de gran belleza. 

La visita a los jardines no te llevará más de 45 minutos en los cuales podrás apreciar la perfecta armonía entre arte contemporáneo, arquitectura y paisajismo que hay allí.

El jardín se encuentra dividido en 7 espacios diferenciados. Lo más sorprendente de todo es que los árboles, arbustos y plantas que plantó Madame Thébault en este terreno se han conservado a pesar del tiempo. 

• El primero que visitarás es el Jardín de Avatar, situado en la entrada del complejo. Se encuentra lleno de plantas adornadas con figuras inusuales y árboles centenarios. Las esculturas de esta zona simbolizan un portal que lleva más allá del mundo real, con una clara alusión al surrealismo mpagico.
• Luego le sigue el Jardín de las Emociones, un espacio inspirado en el fondo marino de Etretat y compuesto por un conjunto escultórico que muestra caras que transmiten diferentes estados de ánimo. 

• El Jardín de las Impresiones, es el corazón del complejo y el sitio desde el cual se aprecian los acantilados y el Canal de la Mancha. Muchos artistas vinieron aquí a pintar, lo cual no debe sorprender a nadie, ya que las vistas son impresionantes.
• El siguiente es el Jardín d’ Amont, un sitio para el encuentro y el relax y muy popular por su colección de orquídeas. 
• En el Jardín Zen encontrarás un acogedor espacio lleno de plantas con flores blancas. Las esculturas representa la unión armónica entre la humanidad y la naturaleza. 
• En el Jardín de la Mancha se aprecia un enorme laberinto de plantas.
• Finalmente, el Jardín d’Aval se encuentra en el punto más alto del complejo y ofrece una increíble vista de los jardines y sus alrededores. 

¿Cuánto sale la entrada a los Jardines de Etretat?

La visita a estos hermosos jardines no es gratuita, sin embargo, creemos que es un sitio vale mucho la pena, a pesar de su entrada un poco excesiva. El precio por adulto es de 10.50 EUR y para niños de 2 a 14 años 7,20 EUR. El horario de visita es todos los días de 10 am a 5 pm.

La Falaise d’Aval 

A la izquierda de la playa se encuentra el rincón más famoso y admirado de los acantilados de Etretat: la Falaise d’Aval. Aquí se observa la más impresionante de las puertas que custodian la playa: la Porte d’Aval. Un verdadero capricho de la naturaleza que se ha convertido en uno de los rincones más fotografiados de la localidad.

Aunque, la postal no sería lo que es si no fuese por la roca con forma de aguja de 51 metros que se abre junto a ella: la Aiguille d’Etretat. Es un gran obelisco calcáreo que supo medir 70 metros de altura, aunque en los años 60 del siglo pasado perdió su punta.

Arco de Manneporte

Si bien desde la playa y el paseo marítimo de Etretat son visibles los dos acantilados blancos y sus arcos naturales, el tercer y mayor arco no es visible desde la ciudad. Hablamos del Arco de Manneporte, que se encuentra situado al otro lado de la Falaise d’Aval, en el extremo de la playa Jambourg. 

Ruta por los acantilados

Para disfrutar mejor de los acantilados puedes realizar una ruta de senderismo muy pintoresca de menos de 3 kilómetros. La misma comienza hacia la izquierda de la playa, justo en el punto donde está el nido de ametralladoras de la Segunda Guerra Mundial.

Para llegar a lo alto de los acantilados deberás subir una cuesta bastante empinada que está acondicionada con varios miradores que hará que la subida sea más llevadera. La primera postal que verás será una vista completa de la playa y el pueblo.

Una vez arriba, gira a la derecha y continúa hasta llegar a dos promontorios rocosos desde los que se obtienen hermosas panorámicas. Junto a estas rocas hay algunos miradores que apuntan tanto al Falaise d’Aval y el Aiguille d’Etretat. También se ve muy bien el arco que hay al otro extremo de la pequeña playa que aparece tras la Falaise d’Aval. Para regresar, solo debes desandar tus pasos hasta dar a la playa. 

Centro de Etretat

Si caminas por la misma calle que lleva a la playa, pero en dirección al centro, pasarás por varios puntos interesantes. Uno de ellos es el edificio del Hotel La Residence, una casa medieval que data del siglo XIV que en 1990 fue transformada en un hotel restaurante.

En la Place Maréchal Foch encontrarás el Mercado de Etretat, construido en 1927 por el arquitecto Emile Mauge. Un excelente plan es pasear por los hermosos puestos de madera de este espacio, en los cuales encontrarás lo que busques. 

Clos Lupin

El Clos Lupin es un misterioso museo que en su momento fue el hogar del famoso escritor Maurice Leblanc. Hacer la visita es sumergirse en sus obras, especialmente su heroico Lupin, personaje que dio vida a una de sus más grandes creaciones.

Leblanc nació 1864 y tras cumplir sus 20 años se mudó a París para escribir. Si bien primero incursionó en el mundo del periodismo, luego fue novelista y autor de grandes relatos. Si bien era aclamado por muchos colegas, no lograba cautivar al público. Pero, todo cambió en 1905, cuando publicó El arresto de Arsenio Lupin, novela que tuvo un éxito inmediato.

Arsenio Lupin fue un caballero y ladrón y protagonista de 19 novelas, 39 cuentos y 5 obras de teatro escritas por Leblanc. La mayoría de sus obras la escribió en Etretat, donde compró una elegante casa de madera con tejados inclinados en 1918.

Hoy en día, esta casa de estilo normando rodeada de un hermoso jardín es un museo increíble. La visita se divide en siete etapas guiadas por la voz Leblanc y luego por Lupin, hasta que terminan juntándose. El objetivo del paseo es resolver el misterio de La aguja hueca, posiblemente la novela más famosa del escritor francés, y encontrar dentro de ella el escondite de los tesoros de los reyes de Francia. Si amas este personaje, seguro amarás este museo.

Tip viajero: si quieres conocer y vivir las experiencias de este personaje, te recomendamos la famosa serie de Netflix: Lupin. La serie protagonizada por el actor Omar Sy cuenta la historia de Assane Diop, un conserje del Louvre que elabora un inteligente plan para robar el precioso collar. Diop hace todo esto inspirándose en las novelas de Arsenio Lupin, que su padre solía leer de niño.

¿Cuál es la mejor época para viajar?

El pequeño pueblo de Etretat posee un clima muy especial, de tipo marítimo-oceánico, por lo que durante gran parte del año es muy lluvioso y húmedo. Asimismo, en esta zona de la costa de Normandía son muy habituales los vientos. Durante el verano, la temperatura media ronda los 20 grados, por lo que es muy agradable para pasear.

Quizá el mejor momento para viajar a Etretat sea de junio a septiembre, cuando las temperaturas son ideales para darse un baño en el mar. 

¿Qué comer en Etretat?

A pesar de ser pequeño, la oferta gastronómica de Etretat es bastante completa. Si eres amante de las delicias del mar, entonces no dejes de probar las magníficas ostras, muy populares en esta zona. Tan en así, que en Etretat existen criaderos de estos moluscos desde el siglo XVII. Por otro lado, tanto Etretat como toda la región de Normandía es conocida por sus quesos, especialmente el Camembert, como también por su crema y sus manzanas.

Los mejillones preparados de diferentes maneras son otro plato típico de la ciudad. Puedes comerlos a la marinera o al estilo carbonara, siempre acompañados de patatas fritas.

A la hora de los postres, los crêpes se llevan todo el protagonismo y, para acompañar las comidas, nada mejor que una copa de sidra.

¿Cómo llegar a Etretat?

La forma más fácil de llegar a Etretat es en coche desde París, Fécamp, Honfleur u otras localidades cercanas. Lamentablemente, no hay tren ni muchas conexiones de transporte público que lleguen a la localidad, aunque en temporada de verano puede ser un poco más sencillo arribar de esta manera. Además, siempre existe la posibilidad de tomar una excursión guiada. 

Lo verdaderamente complicado es encontrar un sitio para aparcar. Uno de los parking se encuentra en el centro de la ciudad, al lado del paseo marítimo. Hay otros parkings de pago y gratuitos en la entrada de la ciudad y en los alrededores. Desde ellos solo deberás caminar algo de cinco o diez minutos hasta llegar a la playa y a los acantilados.

La manera más sencilla de moverse por el pueblo es caminando, ya que es bastante pequeño. Las personas con movilidad reducida o quienes viajen con niños pueden utilizar el Le petit train d’Etretat, un tren turístico que pasa por varios puntos de la población, incluidos los acantilados.

Etratat es un destino fascinante, naturaleza en estado puro y unos paisajes de película. Tanto si te encuentras haciendo una ruta por la costa de Normandía, como si no está en tus planes, no deberías dejar de visitar este precioso pueblo. ¡Sin dudas que Etretat y sus acantilados merecen tu visita!