Las Rías Altas en Galicia esconden numerosos pueblitos perdidos entre los acantilados más altos de la Europa continental. Uno de ellos es Cedeira, un enclave de mucha belleza y uno de los pueblos más grandes de la comarca. Tanto la villa como sus playas y alrededores están repletos de magia. Por eso, hoy te invitamos a descubrir Cedeira, un destino que indudablemente merece un alto en el camino.
El sello de identidad de Cedeira son los imponentes acantilados de Vixía de Herbeira, quienes ostentan ser los más altos de Europa continental. Pero, no son el único motivo por el cual merece la pena visitar este municipio coruñés.
Otra razón más que válida son sus playas que se disfrutan mejor durante la temporada estival; las calles coloridas y estrechas del centro histórico, sus miradores, así como la cercanía a uno de los pueblos más legendarios de Galicia, San Andrés de Teixido. Por si fuera poco, en Cedeira encontramos la única playa de arena negra de orígen no volcánico del mundo.
En definitiva, Cedeira tiene magia y eso es lo que descubrirás en este artículo. ¿Listo para explorar uno de los pueblos más hermosos de Galicia? ¡Comencemos!
¿Cómo llegar a Cedeira?
Cedeira es una villa marinera situada en la costa norte de las Rías Altas, sobre la famosa y abrupta Costa Ártabra, en la siempre bella Galicia, al norte de España. La ría con el mismo nombre, en la cual desemboca el río Condomiñas, divide la población en dos y delinea en gran medida su paisaje y entramado urbano.
Si deseas visitar este rincón gallego tendrás que conducir durante unos 600 km desde la capital española, otros 122 desde Santiago de Compostela y unos 80 km desde A Coruña.
El punto de partida desde el cual posiblemente viajes a Cedeira es A Coruña, en Galicia. La manera más rápida y cómoda de llegar desde esta ciudad portuaria es tomando la carretera AP-9 en dirección a Ferro y conducir hasta la salida 34 F. Una vez allí hay que incorporarse a la AC-566 y seguirlas indicaciones hasta alcanzar Cedeira.
El viaje desde A Coruña hasta Cedeira no tiene desperdicio puesto que por momentos va bordeando la costa gallega y sus famosas rías. De hecho, es muy posible que quieras hacer varias paradas de camino para tomar fotografías. Si hay algo que sorprende de Galicia es precisamente su particular geografía, y nada mejor que un viaje a Cedeira para apreciarla.
¿Qué ver en Cedeira?
Una vez que hayas llegado a Cedeira descubrirás que el pueblo se encuentra dividido en dos por el río. Condomiñas. De un lado encontramos una villa de calles estrechas y encaladas que mantiene su esencia tradicional (sobre el margen derecho). Mientras que a la izquierda del río crece la zona más moderna de Cedeira. Como turista, lo mejor es quedarse en la ribera derecha, donde se concentran la mayoría de los lugares que ver en Cedeira.
En la Oficina de Turismo podrás pedir información sobre las diferentes rutas que hay para hacer en la localidad y alrededores. De todos modos, perderse por su pequeño casco histórico y por el paseo fluvial al margen del río Condomiñas siempre son buenos planes.
Cedeira posee un pequeño puerto que limita al norte con la Punta de Sarridal y al sur con la Punta de Robaleira. Allí encontrarás los mejores restaurantes de mariscos de la villa. Los platos se elaboran con materia prima recogida a diario en las playas de Arealonga y Cedeira. No olvidemos que estás en un pueblo en donde la pesca y el marisqueo son dos grandes motores económicos.
Para indagar más sobre el tema puedes ir al Museo Marés de Cedeira, donde aprenderás sobre las condiciones de vida de los pescadores de esta ría.
Dentro del núcleo histórico de Cedeira te encontrarás con casonas señoriales bien conservadas que lucen orgullosas sus escudos nobiliarios. Allí podrás hacer la Ruta das Portas da Vila, que te llevará a las puertas de entrada a la vieja ciudad medieval; además de visitar la Iglesia de Santa María del Mar y el Castillo de la Concepción.
Núcleo histórico
El casco histórico de Cedeira es la zona más pintoresca de la localidad. Si bien algunas casas acusan el paso del tiempo y tienen cierto estado de abandono, de a poco se van restaurando y recuperando su esplendor pasado. Otras casas señoriales se mantienen en cambio muy bien.
La arteria principal del casco histórico es la Calle Real, que en el pasado estaba rodeada por una muralla y contaba con 4 puertas que marcaban el ingreso a la ciudad medieval. Desde la misma Calle Real se abren otras callejuelas más estrechas, mientras que en ambos lados encontramos casas encaladas con hermosas galerías y balcones acristalados.
Paseando por el centro histórico llegarás a la Iglesia de Santa María do Mar, de estilo gótico, y a un espacio abierto rodeado de edificios llamado plaza de la Rectoral, que es el corazón de Cedeira. En el centro de la plaza hay un pequeño palco de música, mientras que en uno de sus costados se encuentra la Biblioteca Municipal, antigua sede del Ayuntamiento. Lo distinguirá fácilmente por sus paredes blancas adornadas vigas y cornisas de color amarillo.
A orillas del río Condomiñas encontramos la Praza do Peixe, la segunda del casco histórico, junto a la cual se abre la Rúa Ponte Nova que cruza el río hacia la parte nueva de Cedeira.
Puertas de la muralla
Los orígenes de Cedeira se remontan a la época medieval, momento en el cual estuvo rodeada por una muralla. Lamentablemente, nada queda de ella. Aunque sí es posible hacer un paseo que te llevará a los diferentes puntos donde se encontraban las puertas de la muralla. Cada paseo es diferente y para hacerlos puedes pedir un mapa en la Oficina de Turismo de Cedeira o escanear un código QR.
Una de ellas era la Porta da Vila, el principal acceso a la ciudad amurallada y el sitio donde se colocaban avisos y noticias, así como las cabezas de los lobos atrapados. Vale aclarar que en el pasado los lobos eran una gran amenaza. Los monteiros eran los cazadores especializados en estos animales que atemorizaban a la población. Cuando uno de ellos era cazado, su cabeza se colgaba en dicha puerta.
La Porta de Cartas constaba de cuatro partes que pertenecían a cuatro dueños diferentes de un predio que había junto a la puerta. La misma daba acceso a los campesinos provenientes de las tierras altas de Cedeira. Después tenemos la Porta de Rebordelo, que permitía el ingreso a la ermita de San Antonio. Y por último, la Porta de Ribeira, la cual daba acceso a la ribera en la desembocadura del río Condomiña.
Paseo del río Condomiñas
Ya sabes que el río Condomiñas delinea el paisaje de Cedeira. El mismo está acompañado de un pintoresco paseo fluvial que recorre la ría de Cedeira y permite disfrutar de hermosas vistas.
Al final del paseo, antes de llegar al puerto, aparece el Museo de los Mares de Cedeira, cuya exposición realiza un recorrido por la historia marinera de la villa, el marisqueo y el arte de la pesca. Luego, sigue la playa de Area Longa, la zona portuaria y la activa lonja. Aquí es donde más se respira la esencia marinera de la villa, por lo que es una zona con mucho encanto.
Castillo de la Concepción
En Cedeira también hay un castillo, el Fortín de la Concepción. Más que la construcción en sí misma, lo que realmente vale la pena son las vistas que se disfrutan desde su emplazamiento.
El Castillo de la Concepción se construyó en el siglo XVIII en la parte más elevada de Punta Sarridal y hasta mediados del siglo XIX sus cañones vigilaron la entrada de la ría.
Hasta el día de hoy el Castillo de la Concepción conserva su forma original, sus fosos y sus dos zonas divididas por un muro. La superior es la que contenía los cuartos de los soldados (hoy en día acoge el Centro de Interpretación), la cocina y el polvorín. La zona inferior contaba con un muro defensivo provisto de 15 cañones y la garita del centinela, desde donde se vigilaba la llegada de posibles enemigos.
La entrada al Castillo de la Concepción es gratuita, aunque también se puede hacer un recorrido guiado. Para esto hay que acercarse a la Oficina de Turismo de Cedeira. El acceso a pie al castillo se realiza desde el espigón de Oporto, desde el cual comienzan unas escaleras que suben al fortín. En vehículo se llega cruzando el puente viejo de la villa y tomando la carretera a San Antonio de Corveiro que contiene las indicaciones para llegar al castillo.
Faros de Cedeira
Como si de guardianes se tratase, los faros custodian la costa de Cedeira. Cada uno de ellos se ubica en sitios de mucha belleza paisajística y por las noches siguen haciendo de señal y guía para los navegantes. Durante las horas de luz se convierten en hermosos miradores a los que vale la pena llegar.
El faro de Punta Candieira es accesible a través de un camino de 8 km que comienza ni bien atraviesas el Puente Viejo. Su construcción tuvo lugar entre 1929 y 1933, aunque recién en 1954 entró en funcionamiento. Se encuentra emplazado en una zona conocida como Punta Candieira, dueña de un notable interés geológico.
El mirador se ubica en la cantera de Purrido, un antiguo punto de extracción de un tipo particular de roca, las anfibolitas, la cual se empleaba para fabricar parte de los hórreos (construcciones típicas de Galicia).
Otro de los faros de Cedeira es el de Robaleira, al cual se accede desde la Praia da Madalena. La ruta hasta el mirador se puede hacer fácilmente a pie. Una vez en el faro y el mirador de A Robaleira (también conocido como Faro de Cedeira o Faro de Punta Promontorio) te encontrarás con otra antigua construcción (de 1862) y con hermosas vistas del casco histórico, la ermita de San Antonio y la cala de Sonreiras.
Desde el faro se puede acceder a Mi Señora y Cerdeiras o “Burbullas”, dos hermosas calas vírgenes.
Por último, tenemos el faro de Punta Sarridal, situado en la colina con el mismo nombre y rodeado por los restos del Castro da Vela. Junto con el faro da Robaleira marcan la entrada al puerto de Cedeira.
El acceso al faro se realiza caminando. Para eso, puedes dejar el coche en el aparcamiento del Castelo da Concepción y desde allí seguir las indicaciones del “Mirador de Sarridal”. El camino da acceso también al castro antes mencionado y a la cala de Sonreiras. Al final del camino llegamos al mirador, desde el cual se aprecia a la perfección la desembocadura de la ría de Cedeira.
Playas de Cedeira
Puede que el mar en Galicia no sea de lo más cálido. Pero, si te toca un día de mucho sol y tienes ganas de darte un chapuzón en Cedeira, hay varias playas en las que podrás hacerlo.
Una de ellas es la playa de Area Longa, en la zona portuaria, aunque quizás no es la más linda para el baño. En ese caso, la playa urbana de la Magdalena con más de 1 km de largo, aguas tranquilas y protegidas del viento es la mejor opción. Como ya sabes, está situada junto al paseo marítimo, una zona de pinares que dan sombra y un parque infantil.
Un poco menos conocidas son las calas de Cedeira: Sonreiras, Mi Señora y Burcullas. La primera es accesible desde punta Sarridal a través de unas escaleras de madera. Si la marea está baja permite acceder a una especie de piscina natural de aguas cristalinas.
La cala Mi Señora es una pequeña versión de la famosa playa de las Catedrales. Se puede visitar únicamente cuando la marea está baja y valiéndose de unas cuerdas que ayudan en el descenso. Por ende, no es una playa para todo el mundo.
Burbullas es otra de las calas de Cedeira que aparece y desaparece con las mareas. La zona del mar es profunda y tiene fuertes corrientes, pero si tienes ganas de disfrutar de un bonito paseo vale la pena. Desde ella se aprecia la hermosa playa de Vilarrube, al otro lado del río das Mestas.
Lo positivo de estas tres últimas calas es precisamente su difícil acceso que las mantiene como pequeños paraísos vírgenes. Si tienes un alma exploradora y quieres estar en soledad, entonces no dudes en visitar cada una de ellas.
Ermita de San Antonio
Si creías que el paseo por Cedeira culmina en sus playas estás muy equivocado. Quedan muchos sitios de los cuales queremos hablarte. Si recuerdas, en un momento mencionamos la Ermita de San Antonio de Corveiro, la cual es muy importante para los vecinos de este pueblo gallego.
Se puede llegar a la Ermita de San Antonio de Corveiro caminando desde el centro del casco antiguo. El paseo hasta la ladera donde se ubica la construcción se sortea en poco más de media hora, aunque también es posible llegar en coche hasta la puerta de la ermita.
Lo más bonito de todo es el entorno de San Antonio de Corveiro, que hace de un mirador privilegiado de la entrada de la ría de Cedeira, los acantilados y el océano furioso contra la costa. El lugar está acondicionado como un área de recreo, con bancos y mesas bajo los pinares.
Todos los años se realiza allí la tradicional romería y celebración campestre con las que culminan fiestas de la patrona dedicadas a la Virgen del Mar. El evento tiene lugar a mediados de agosto.
Tip viajero: no dejes de apreciar la puesta del sol desde este punto panorámico. ¡Es encantador!
¿Qué ver en los alrededores de Cedeira?
Muchos de los atractivos de Cedeira se encuentran en sus alrededores. Por eso, una vez que hayas conocido todos los encantos de la villa (con uno o dos días es suficiente) puedes salir a explorar la zona.
San Andrés de Teixido
Dice la tradición que a San Andrés de Teixido vai de morto o que non foi de vivo (va de muerto quien no fue de vivo). Mejor ir estando vivos, ¿no crees?
San Andrés de Teixido es de esos pueblos que sin dudas hay que ver. A veces se encuentra envuelto en un halo de neblina, mientras que en ocasiones el sol radiante le da un encanto único. Como sea, este pueblo de Galicia ubicado a tan solo 12 km de Cedeira siempre enamora.
San Andrés de Teixido es un rincón gallego que no tiene más que un puñado de casas de piedra y apenas 50 habitantes. Pero, allí encontramos uno de los santuarios más famosos de Galicia. Fiel a la tradición, no existe gallego que no haya pasado alguna vez en su vida por San Andrés de Teixido. Por ende, es un sitio donde siempre verás muchos peregrinos (y también turistas).
Según la leyenda, al menos una vez en la vida hay que peregrinar a San Andrés para presentar tus respetos al santo. Quien no lo hace corre el peligro de ir al pueblo habiendo reencarnado en un animal pequeño o insecto. Si ves una hormiga intenta no matarla, quién sabe si no es un alma en pena que deambula por las calles empedradas de la aldea.
Independientemente de la leyenda, visitar este pueblo es todo un acierto. Su paisaje urbano, los acantilados, el mar… Todo crea una postal de esas que no se olvidan. Claro que visitar su santuario de estilo neogótico marinero de paredes encaladas y torre campanario da mucho placer. Si bien es pequeño, merece absolutamente la pena.
Además, en los alrededores del templo hay puestos pequeños que venden coloridas figurillas de pan. Se trata de los famosos “sanandresiños”, exvotos que se ofrecen al santo y que muchos llevan como amuleto o recuerdo del lugar.
Otro sitio para visitar es la gruta del santo situada en una pequeña cueva en la ladera de un acantilado. Allí encontrarás una imagen de San Andrés, exvotos, velas y ofrendas realizadas al santo. También hay pequeñas maquetas de barcos que cuelgan de las paredes de la cueva y recuerdan la tradición de la villa marinera.
¿Quieres pedir un deseo? Entonces tienes que acercarte a la fuente de los tres caños. En torno a ella también hay una leyenda. Se dice que las aguas que emanan de la fuente son milagrosas, aunque no potables. Por eso, después de hacer tu pedido a San Andrés, mójate los labios, pero no tragues el agua. Para completar el ritual hay que lanzar una miga de pan al agua. Cruza los dedos, porque si la misma flota significa que tu petición será cumplida.
Acantilados de Vixía de Herbeira
Si viajas a Cedeira no puedes dejar de asomarte a los acantilados más altos de Europa continental. Con 613 metros de altura sobre el nivel del mar, se encuentran situados en plena Serra da Capelada y sobre la Costa Ártabra, a los pies de San Andrés de Teixido, por lo que puedes visitar ambos atractivos en un mismo viaje.
La Costa Ártabra se encuentra en A Coruña, en la zona de las Rías Altas. De norte a sur este tramo del litoral gallego toca los pueblos de Ferrol, Narón, Valdoviño, Cedeira y Cariño, en una hermosa franja costera de 100 km que se abre entre la ría de Ferrol y la ría de Ortigueira.
Por su parte, la Serra da Capelada es una cadena montañosa que acompaña el tramo norte de la Costa Ártabra (entre Cedeira, Cariño y Ortigueira) y llega hasta el mar formando estos impresionantes acantilados.
Es decir, que en los acantilados de Vixía de Herbeira disfrutarás de estas dos maravillas geográficas de Galicia. Estos acantilados únicamente son superados por los del cabo de Enniberg (en las islas Feroe) y los de Croaghaun (en la isla de Achill, en Irlanda). No hay otros acantilados más altos que estos, salvo en Noruega, pero no dan sobre el mar, sino en fiordos, por lo que no son competencia.
El punto más elevado de la zona es la Garita de Herbeira, un hermoso mirador desde el cual se aprecia este perfil rocoso que abruptamente se precipita al mar. Ve con espacio en tu celular porque seguro tomarás más de una fotografía. Tampoco olvides llevar abrigo, ya que el viento y el frío se sienten, incluso en verano.
Playa de arena negra de Teixidelo
Otra maravilla geográfica de Cedeira es la única playa de arena negra del mundo cuyo origen no es volcánico. Hablamos de la Praia de Teixidelo, una de las más singulares de Galicia. No se recomienda ir a este lugar por cuenta propia, ya que el camino puede ser un poco complicado, pero en Cedeira encontrarás agencias de turismo que realizan excursiones.
La Praia de Teixidelo está situada junto a los acantilados antes mencionados. Su singularidad está dada por la presencia de unas rocas que se denominan ultramáficas. Las mismas se componen en un 90% por minerales como el magnesio o el hierro y tienen un característico color negro. La erosión de estas rocas ha dado a la playa su arena negra que la hace única en el mundo.
La arena negra no es lo único por lo que se distingue esta playa. También encontramos los restos de un carguero que en 1980 encalló en estas costas. Su casco oxidado todavía permanece en la playa y se mimetiza con las rocas y la vegetación.
Aquí también se encuentra el Mirador de Teixidelo, uno de los que integran la Ruta dos miradores de Santo André de Teixido. Junto a él se encuentra otro elemento muy típico de Galicia, un cruceiro. En este caso hablamos del Cruceiro do Curutelo.
De camino al mirador hay un monumento pétreo y una placa conmemorativa en recuerdo al fallecido actor británico Leslie Howard. El mismo falleció cuando se encontraba viajando a España para entrevistarse con Francisco Franco y ejercer de mediador en la Segunda Guerra Mundial. Su avión fue derribado justo frente a la costa de manera accidental por los cazas de la Luftwaffe alemanes.
Mapa de Cedeira
Aquí tienes un mapa con cada uno de los sitios para visitar Cedeira que hemos mencionado en el artículo. Como puedes ver hay mucho para ver. Si deseas ampliar tu viaje por otros pueblos de las Rías Altas o explorar más a fondo la Costa Ártabra podrás hacerlo sin problema.
Estamos seguros de que con todo lo que te hemos contado te dieron ganas de visitar Cedeira. Si es así, no lo dudes. No solo el pueblo en sí merece la pena, sino también la magia salvaje de la Costa Ártabra, con sus acantilados y playas singulares. Galicia está repleta de este tipo de paisajes. Por eso, hacer un viaje a esta comunidad española es algo que todos deberíamos hacer una vez en la vida. Si lo haces, no dejes de pasar por Cedeira, te encantará.
Comments are closed.