Viaje espiritual por el templo de Borobudur

En la isla de Java encontramos el templo budista más grande del mundo: Borobudur, un enigmático enclave que tienes que conocer durante tu viaje por Indonesia. Considerado uno de los monumentos más fotografiados del país, Borobudur invita a sus visitantes a hacer un viaje espiritual y a maravillarse con la perfección de sus detalles.

A pesar de ser un país mayormente musulmán, el templo de Borobudur es uno de los sitios más visitados de Indonesia. ¿Curioso, no crees? Pero, cuando te encuentras frente a esta imponente construcción comprendes el por qué de ello. El lugar es sencillamente increíble, no solo por su arquitectura, sino por todo lo que hay detrás de ella.

El nombre del templo Borobudur proviene del sánscrito Vihara Buddha Ur y se traduce como “el templo budista en la montaña”. También conocido como Candi Borobudur (término que hace alusión a los templos hindúes o budistas en Indonesia), comenzó a construirse entre los años 700-800 d.C., durante la dinastía Sailendra y tardó más de 50 años en finalizarse.

Junto con el templo de Prambanan representan dos atractivos imperdibles de Indonesia. Tal es su belleza y riqueza histórica que fue declarado en 1991 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

¿Dónde está ubicado el templo de Borobudur?

El templo de Borobudur está situado en la provincia de Java Central, a 40 km al noroeste de Yogyakarta. Esta ciudad es otro de los imperdibles de la isla más grande del país, por lo que puedes combinar ambas visitas y así vivir una experiencia muy completa.

El templo de Borobudur está emplazado en lo alto de una colina, a poco más de 260 metros sobre el nivel del mar, entre dos volcanes y dos ríos. Fueron precisamente las cenizas de ambos volcanes quienes ayudaron a preservar este increíble lugar. Muy cerca se encuentran otros dos templos budistas: Pawon y Mendut, situados en la llanura de Kedu; y a 50 km los templos de Prambanan.

Historia del templo de Borobudur

Se cree que el templo de Borobudur fue erigido entre los años 780 y 830 d.C. por la dinastía budista de los Sailendra. La misma aparentemente procedía de la isla de Sumatra y tenía su corte en el valle de Kedu.

A diferencia de la mayoría de los templos, que se construían en superficies planas, Borobudur está asentado entre dos volcanes y dos ríos y en lo alto de una colina rocosa, unos metros por encima de un lago que hoy ya no existe.

El templo de Borobudur quedó abandonado entre los años 928 y 1006 d.C., cuando el poder político, cultural y religioso de Kedu se desplazó hacia el este de Java. Aún así, las causas concretas de por qué este santuario fue abandonado todavía no son del todo claras.

Para los historiadores pudo haber sido la hambruna que afectó la isla de Java y obligó a sus visitantes a trasladarse a otros puntos del país. Otros lo atribuyen a las feroces erupciones del volcán Merapi y otros a la llegada del Islám en el siglo XV. Incluso están quienes sostienen que el templo fue abandonado porque estaba maldito.

Como sea, durante los siglos posteriores a su abandono la selva y las cenizas del Merapi fueron ocultando el templo, quien permaneció de este modo durante muchos siglos.

Descubrimiento del templo

La historia del templo dio un giro hacia el año 1811, cuando el teniente Thomas Stamford Raffles fue nombrado gobernador de Java. Durante el breve período de 1811 a 1815 los británicos dominaron la isla, quien luego volvió a manos holandesas. Pero, durante este tiempo Raffles, quien era un aficionado de las antigüedades, organizó varias expediciones para documentar los monumentos de la región.

En 1814 este gobernante británico fue alertado sobre la existencia de las ruinas de un antiguo templo. Por supuesto, Raffles no tardó en sentir curiosidad y al poco tiempo organizó una expedición para explorar el lugar. Sin embargo, el gobernante no pudo completar el mismo la expedición, sino el ingeniero holandés H. C. Cornelius.

Ese mismo año Cornelius descubrió en la selva de Java las ruinas de este gigantesco templo con forma de mandala. Aunque, lo que vio en ese momento fue una montaña cubierta de maleza y escombros, con pocos indicios de la majestuosa construcción que yacía oculta.

Dos meses y medio de trabajo y una buena cantidad de hombres demandó poder despejar la maleza que cubría el edificio. Fue así como Borobudur vio nuevamente la luz después de siglos de permanecer oculto y se convirtió en el primer gran descubrimiento arqueológico realizado por un europeo en todo el Sudeste Asiático. La riqueza que ocultaba este sitio era tan grande que las excavaciones se prolongaron hasta 1870, momento en que se hallaron los últimos bajorrelieves.

En 1970 y ante la amenaza de que el templo sufriera daños irreparables, se puso en marcha un proceso de restauración liderado por la UNESCO y el Gobierno de Indonesia que duró 10 años. Entre otras cosas, se instaló un complejo sistema de drenaje y la enorme cantidad de bloques de piedra que daban al exterior del templo fueron extraídos, tratados con productos químicos y nuevamente colocados en su sitio.

Gracias a esto, hoy en día los miles de turistas que visitan Indonesia pueden disfrutar del mayor templo budista construido en el mundo. No solo es un importante centro de peregrinación para quienes practican esta filosofía de vida, sino un sitio impresionante que logró sobrevivir a los embistes del tiempo.

Curiosidades y características del templo de Borobudur

Este enigmático templo está lleno de detalles, leyendas y datos curiosos que podrían llevarnos un artículo completo. Intentaremos ser lo más breves posibles, pero no podemos no mencionar todo esto, ya que te ayudará durante la visita.

Por empezar, se dice que el templo de Borobudur podría haber contenido las cenizas del mismísimo Buda, que más tarde fueron exhumadas en el siglo III a.C. en la India.

¿De dónde proviene esta hipótesis? De que cuando los exploradores recorrieron el templo hallaron una urna metálica cerrada debajo de la gran estupa. Sin embargo, poco tiempo después la urna desapareció misteriosamente y nunca más se encontró. Por ende, este misterio posiblemente nunca pueda resolverse.

Ahora te contaremos un poco sobre su peculiar arquitectura. El perfil de templo corresponde a una vertiente del budismo conocida como mahayana, que es una de las tres ramas principales de esta religión.

Aunque, el plano de Borobudur se corresponde con el de una mandala (especialmente cuando se lo mira desde el aire). Este último es un elemento de meditación de origen hindú que también se emplea en el budismo tántrico o vajrayana, el cual sigue una serie de rituales para alcanzar antes la iluminación.

Visto desde el ras del suelo se aprecia su base que sostiene nueve plataformas (6 cuadradas que están coronadas por otras 3 circulares) y un conjunto de escaleras que recrean el camino de la iluminación. El santuario alcanza los 42 metros en su punto más alto y, al estar situado en una colina, regala impresionantes vistas.

El templo tiene forma piramidal o estupa, la cual es un tipo de construcción muy representativa del Sudeste Asiático que alberga tumbas o reliquias. Se estima que para erigir este imponente edificio se emplearon unos 2 millones de bloques de piedra volcánica extraídos de los ríos aledaños. Llama poderosamente la atención la forma en que las mismas se cortaron, transportaron y ensamblaron para crear los relieves.

Más de 500 estatuas de Buda y unos 2600 paneles de relieve adornan el lugar. Los relieves de la base del monumento muestran la filosofía Budista, según la cual las buenas acciones se compensan con la reencarnación en una forma de vida superior.

Peregrinación al templo de Borobudur

El templo de Borobudur invita a hacer un verdadero peregrinaje desde la base y siguiendo el sentido de las agujas del reloj. El objetivo es alcanzar la estupa superior o Nirvana. De allí que el templo sirva para ese fin: hacer un recorrido espiritual por las tres etapas que conducen a alcanzar el estado máximo de iluminación (Nirvana).

Según la cosmología budista las 9 plataformas en las que se organiza el templo se corresponden a las 3 etapas que conducen al Nirvana: Kama Dhatu: el mundo de los deseos; Rupa Dhatu: el mundo de las formas y Arupa Dhatu: el mundo sin formas.

Alcanzar el Nirvana implica liberarse del sufrimiento o dukkha y del ciclo de reencarnaciones al cual se encuentra encadenada nuestra mente. Es decir, la idea es que durante el ascenso el visitante pueda ir liberándose del sufrimiento y las cargas que lo aquejan y descubrir así el samsara, un estado de liberación o desprendimiento de lo material. En otras palabras, aprender el arte del desapego.

Además, en tu ascenso encontrarás muchas estatuas de Buda bellamente talladas y relieves que muestran las enseñanzas del gran maestro del Budismo.

En la estupa central se aprecia una figura de Buda al descubierto que simboliza el estado descrito en el párrafo anterior. Asimismo, las vistas desde la parte superior son solemnes, con la silueta perfecta del volcán Merapi y el verde frondoso del Jardín de Java. Una postal que seguramente quedará grabada en tu memoria para siempre.

¿Te animarías a vivir esta experiencia?

Templos cercanos a Borobudur

Todos los años para celebrar el Vesak se recorren tres templos significativos de Indonesia. Uno de ellos, claro está, es Borobudur. Pero, hay otros dos: Mendut y Pawon. Ambos templos se encuentran muy cerca de Borobudur y se pueden visitar en el mismo día.

El hecho de que los tres templos se encuentren ubicados en línea recta sugiere que están unidos por algún significado simbólico. Aparentemente, podría ser para purificar la mente antes de ascender al templo de Borobudur.

El Templo Pawon se encuentra a menos de 2 km de nuestro protagonista de hoy y también data de la época de la dinastía Sailendra. Se compone de roca volcánica y está dedicado a Kuvera, el dios de la fortuna. En su arquitectura se aprecian detalles procedentes de la India, así como otros propios del estilo javanés hindú.

El Templo de Mendut es una construcción pequeña, pero también muy bonita situada a poco más de 1 km del anterior.

Este templo que data del año 824 d.C., cuenta con interesantes relieves y su interior resguarda la estatua más grande de Buda de toda la isla de Java. La imagen mide 3 metros de alto y tiene la particularidad de estar sentado en postura occidental, con los pies sobre el suelo.

Más allá del templo en sí, lo más atractivo es el emplazamiento donde se encuentra ubicado. Por eso mismo, te recomendamos que complementes la visita a Borobudur con estos dos templos.

¿Cómo visitar el templo de Borobudur?

Existen tres opciones principales para visitar el templo, ya sea de manera libre o con un transporte privado.

La primera alternativa es visitar el templo en el horario diurno (de 6 am a 5 pm), la segunda es ver el amanecer desde el templo y luego hacer la visita (el precio de la entrada es un poco más caro); la tercera alternativa es ver el amanecer desde una colina situada cerca del templo y luego hacer la visita (se abona la tarifa normal más la entrada al mirador).

En cualquier caso, se puede combinar cualquiera de estas visitas con el templo Prambanan por la tarde. Pero, para hacer esto hay que contratar un transporte privado, ya que el tiempo para hacerlo con transporte público es muy justo.

Si prefieres la comunidad de los tours organizados, acá te dejamos una interesante opción de nuestros amigos de Civitatis. De ese modo, no tendrás que preocuparte por los traslados y en todo momento estarás acompañado por un guía en español. Además, este tour tiene la particularidad de estar dirigido a grupos particulares, ya sea amigos o familias.

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¿Cómo llegar al templo de Borobudur?

Existen 3 maneras de llegar al templo de Borobudur. Te sugerimos analizar bien cada opción y elegir aquella que mejor se amolde a tus tiempos y comodidades.

Una de las alternativas es la descrita en el punto anterior, es decir, contratar una excursión privada y no preocuparse por nada, más que disfrutar. La segunda alternativa es ir en transporte público y la tercera es contratar un chofer privado.

Si vas con la idea de contemplar el amanecer desde dentro del templo, no te quedará otra opción que contratar un transporte privado. El transporte público no funciona entre las 4:30 am y las 6 am, que es el tiempo que hay que destinar a la actividad. Al mismo tiempo, contratar un coche con conductor te permitirá combinar fácilmente con la visita a otros templos, especialmente los de Prambanan.

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Usar el transporte público es la opción más barata, ideal para los turistas más relajados y aventureros. Para llegar a Borobudur desde Yogyakarta hay que tomar el bus 2A o 2B en Jalan Malioboro. El mismo te dejará en la terminal Jombor, desde donde hay que tomar otro bus con dirección a Borobudur.

Horario y precio de la entrada

El horario de visita al templo de Borobudur es de 6 am a 5 pm, pero también se le da al turista la posibilidad de ingresar a las 4:30 am para subir a la cúspide del monumento y contemplar un mágico amanecer.

La entrada al templo de Borobudur tiene un costo de 25 USD, mientras que la entrada para ver el amanecer tiene un precio un poco más elevado (alrededor de 33 USD). Cual sea el caso, te sugerimos reservar tu entrada con antelación, ya que son muchos los turistas que lo visitan.

Templo de Prambanan

En varias ocasiones hemos mencionado a este templo que se puede visitar en un mismo día junto con el de Borobudur. Prambanan es en realidad un conjunto de más de 200 templos hindúes situados a 15 km de Yogyakarta, en la isla de Java. Al igual que nuestro protagonista de hoy, es Patrimonio de la Humanidad desde 1991.

También llamado Santuario de los Mil Templos, Prambanan es otro de los rincones de Indonesia que ningún viajero debería dejar de conocer. Así como Borobudur es el templo budista más grande del mundo, lo mismo sucede con el de Prambanan, solo que en este caso hablamos del mundo hinduista.

La construcción del templo data del año 850 d.C., y representa el regreso de la dinastía hindú al poder, después de que los budistas dominaran la isla de Java durante casi un siglo. Como Borobudur, los templos de Prambanan permanecieron ocultos durante mucho tiempo, hasta que en 1937 se inició un notable proceso de restauración.

Prambanan también está construido con roca volcánica y se compone de 244 templos, aunque en épocas de antaño se dice que llegó a contener hasta 1000. Consta de 8 templos principales organizados en un patio central, alrededor del cual se organizan otros templos más pequeños.

El más importante del conjunto está dedicado a Shiva y tiene 47 metros de alto. Todo el conjunto del templo sigue el modelo de universo de la cosmología hindú. El mismo se basa en tres niveles que representan distintos reinos: el reino de más abajo, para los seres humanos, animales y demonios; el reino del medio para los ascetas, santos y dioses menores; y el reino de arriba para los dioses, por ende, el más sagrado.

Para Indonesia, los templos de Prambanan y Borobudur son dos íconos nacionales e importantes hitos de su historia mestiza. En un país con mayoría de religión musulmana, que existan estas construcciones y sean tan valoradas es algo a destacar. Por ende, si vas a visitar el maravilloso templo de Borobudur, tienes que conocer también Prambanan.