Trujillo, una hermosa ciudad del norte del Perú

El norte de Perú acoge destinos por los que todo viajero debería pasar. Uno de ellos es Trujillo, la “Ciudad de la Eterna Primavera”, gracias a su clima privilegiado que se disfruta todo el año. Es también la tercera ciudad más grande del país y un destino vibrante, lleno de muestras notables de arquitectura colonial, playas y yacimientos arqueológicos a su alrededor.

Trujillo se encuentra situada entre las montañas de la región de Áncash y las playas surferas del norte del país. Los coloridos edificios coloniales del centro histórico dan la bienvenida a una urbe que es habitada por cerca de 900.000 personas. Pero, al caminar por sus calles no sentirás que estás en la tercera ciudad más grande del Perú.

Si bien es un destino muy conocido por los turistas nacionales, los viajeros internacionales muchas veces la pasan por alto. El motivo es que se concentran en el sur del Perú, concretamente Machu Picchu y alrededores. Pero, lo cierto es que el norte vale tanto la pena como el sur.

Por eso, queremos invitarte a conocer Trujillo. Además de ser pintoresca, es la cuna de importantes culturas preincaicas y un sitio que reviste mucho interés histórico y cultural. ¿Sabías que fue la primera ciudad peruana en declarar su independencia de España? Todo esto y más aprenderás paseando por sus calles coloniales.

Si hemos despertado tu interés por visitar Trujillo, no te pierdas esta guía completa en la que te contamos qué ver en la ciudad y alrededores. ¿Nos acompañas?

¿Qué ver en Trujillo?

La “Ciudad de la Eterna Primavera” tiene muchísimos sitios interesantes para descubrir. Si te mueves por sus alrededores la oferta aumenta considerablemente. Por eso, creemos que deberías dedicar 2 o 3 días completos a descubrir Trujillo.

De ese modo, podrás visitar Chan Chan, la ciudad prehispánica más grande de Sudamérica; o alguno de los pueblos playeros a su alrededor y disfrutar del atardecer con un buen plato de comida tradicional peruana.

La Plaza Mayor o Plaza de Armas

La mejor manera de iniciar la visita a Trujillo es en su Plaza de Armas. Estos espacios son icónicos y representativos de todas las grandes urbes del país. Las mismas son un legado de los tiempos de colonización española, cuando los ciudadanos se congregaban en ellas para defender la ciudad en momentos de crisis o amenazas.

Al igual que Cusco, Arequipa o Lima, Trujillo posee una colorida y animada Plaza de Armas rodeada de los edificios más importantes de la ciudad. Entre ellos encontramos la catedral, el Palacio Municipal, el Monumento a la Libertad, el Arzobispado de Trujillo y la Casa Muñoz y Cañete.

Tal como te contamos antes, la ciudad de Trujillo fue la primera en lograr su independencia, allá por el año 1820. Así lo recuerda el Monumento a la Libertad que se halla en el mismo sitio en el que Diego de Almagro puso en 1534 la piedra fundacional de la urbe.

La Catedral de Trujillo es una de las protagonistas de la Plaza de Armas. De estilo Barroco Churrigueresco, destaca por su color amarillo chillón y detalles en blanco. Comenzó a construirse en 1647 y finalizó en el año 1666, siendo todo un emblema de la ciudad.

Como Trujillo no es una ciudad turística, puedes sentarte en su plaza y ver a la gente en su rutina diaria o charlar con ellos y acercarte a su cultura. Como complemento, puedes saborear algún plato típico en los restaurantes de la zona o tomar un zumo de fruta natural.

Palacios coloniales de Trujillo

La arquitectura colonial de Trujillo es increíblemente bella: ventanas, rejas, balcones, todo en impecable estado de conservación.

Uno de los ejemplos más hermosos de arquitectura colonial de la ciudad es la Casa Urquiaga o Casa Calonge. Es la sede del Banco Central de Perú y posee una zona abierta como museo en donde podrás ver objetos pre incas, de la época colonial y republicana. La colección también incluye adornos chimús, piezas de cerámica donadas por Simón Bolívar y mobiliario en caoba. La fachada, por su parte, destaca por su portón de madera estilo neoclásico, sus ventanas de hierro forjado y sus columnas dóricas.

Otro lugar para visitar es el Palacio Iturregui. Si bien puede no llamar mucho la atención si lo comparamos con otros edificios coloniales de la ciudad, se encuentra en muy buen estado de conservación. Su propietario fue Juan Manuel Iturregui, un personaje que jugó un papel clave en la independencia.

Otro ejemplo de arquitectura colonial es la Casa de la Emancipación. En esta casona podrás hacer una visita a la sala dedicada al poeta local César Vallejo, conocer su vida y disfrutar de exposiciones temporales.

Otros rincones interesantes de Trujillo

En los alrededores de la Plaza de Armas se concentran otros puntos interesantes para ver en Trujillo. Por ejemplo, el paseo peatonal Pizarro está lleno de restaurantes, cafeterías y tiendas. Es una auténtica vía comercial que invita a pasear, hacer compras y comer rico.

La Iglesia del Carmen es una de las iglesias más bonitas de Trujillo. Se trata de una obra maestra del siglo XVIII llena de altares dorados y docenas de cuadros que decoran sus paredes y la convierten en un verdadero museo de arte. Otros templos destacados de la ciudad son la Iglesia de Belén y la de Santo Domingo.

Si deseas visitar un espacio tranquilo, entonces la Plazuela del Recreo es otra buena opción. Se encuentra situada junto a la Plaza de Armas y es un lugar de encuentro de los locales. Posee una fuente y zonas ajardinadas que le dan un aire muy pintoresco que se termina de completar con la antigua puerta que daba acceso a Trujillo. Sus colores rojo y blanco hacen que no pase desapercibida.

Otra parada obligatoria para hacer en Trujillo es el Mercado Central. Allí podrás tomar refrescos naturales de fruta a precios muy accesibles, probar tamales y almuerzos típicos. Tampoco dejes de llevarte algún recuerdo del viaje, las opciones abundan.

Las Huacas de Trujillo

Las huacas son sepulcros que utilizaron los antiguos pobladores de América del Sur, especialmente en la zona andina. Si bien uno puede pensar que toda la historia del Perú gira en torno a los incas, lo cierto es que hubo una enorme cantidad de culturas que habitaron el país antes que ellos. Una de las más representativas fue la cultura moche o mochica.

¿Quiénes fueron los moches? Una civilización que habitó la costa central del Perú (especialmente los valles de Lambayeque y Huarmey) entre los siglos I y IX. Se trata de una de las culturas más importantes en la historia del país y sus construcciones son una muestra impresionante de arquitectura en adobe. También eran famosos por sus obras de metalurgia y alfarería, muy novedosas para la época.

La conocida como Ruta Moche lleva al turista a conocer los restos arqueológicos y museos vinculados con estas culturas. Por ende, puedes aprovechar la visita a Trujillo para conocer sus huacas. Este tour de la cultura moche es otra oportunidad única para conocer a fondo la historia de esta milenaria civilización.

Huaca del Sol y la Luna

Las huacas del Sol y de la Luna se encuentran a 8 km de Trujillo y representan uno de sus principales atractivos turísticos. El complejo arqueológico es considerado un auténtico santuario moche, por lo que es el lugar perfecto para empezar a tomar contacto con esta cultura.

Estas dos alucinantes huacas estaban dentro del núcleo urbano de los moches y en el pasado estaban rodeadas de plazas, viviendas y calles en las que se organizaban las diferentes jerarquías de la sociedad.

La huaca del Sol fue un centro político-administrativo de la cultura moche, mientras que la huaca de la Luna hacía de centro ceremonial. Esta última es más pequeña que la primera, pero una obra de arquitectura destacada. Allí se encontraron piezas de cerámica de mucho valor y objetos de metal perfectamente conservados. Aunque, uno de los aspectos que más hay que destacar es la técnica que emplearon los moche para construirla.

Cada un siglo los moches cubrían la huaca original con barro, construían un nuevo templo más grande sobre el antiguo y de esa manera cerraban la vía de acceso al anterior. Gracias a esto, lograron conservar de manera increíble todas las pinturas de los muros exteriores de los templos originales. En el caso de la huaca de la Luna, fueron descubiertas 6 capas.

Si bien se pueden visitar por libre, nuestro consejo es que aproveches esta excursión a las Pirámides Sol y Luna. De la mano de un guía te adentrarás en las construcciones y recorrerás sus niveles adornados con pinturas que muestran motivos guerreros y religiosos. Luego de un recorrido de una hora y media, visitarás el pueblo de Huaca Chica, donde tendrás tiempo libre para comer algún platillo local.

Como complemento a la visita, puedes visitar el Museo Huacas de Moche, ubicado muy cerca del centro arqueológico.

Huaca del Dragón o Huaca Arcoíris

La Ruta Moche también te llevará a conocer la huaca del Dragón, un gran monumento religioso, centro ceremonial y administrativo de la cultura chimú (posterior a los moches). Al igual que los anteriores fue construido en adobe y posee bellos murales decorados con frisos.

La huaca del Dragón tiene 1100 años de antigüedad y es una de las construcciones piramidales de este estilo más antiguas de todo el valle. Si bien se cree que comenzó a erigirse en los inicios de la cultura chimú, se sabe que la cultura wari se encargó de culminar la obra y que fue su principal asentamiento.

El por qué de su nombre tiene dos motivos. Por un lado, se lo conoce como huaca del Dragón por sus altos relieves en los que se ve dibujado este animal mitológico. Por otro lado, se lo llama huaca Arcoíris porque aquí se realizaban ritos religiosos vinculados con este fenómeno natural.

Esta huaca se encuentra muy cerca de la ciudad de adobe de Chan Chan, por lo que pueden combinarse ambas visitas.

Huaca Esmeralda

La huaca Esmeralda se encuentra muy cerca del centro de Trujillo, por lo que puedes llegar caminando o en taxi por un puñado de soles. En este caso, se trata de una construcción de adobe que data del desarrollo temprano de la cultura chimú (alrededor del siglo X). Posee tres niveles y está decorada con figuras animales. Si bien no se sabe con certeza, se cree que fue utilizada como palacio por un señor chimú.

La huaca Esmeralda es una construcción bastante grande que te llevará entre una hora y una hora y media de recorrido.

Complejo Arqueológico El Brujo

El Brujo es un importante complejo arqueológico de adobe que está formado por la huaca Prieta, la huaca Cao Viejo y la huaca Cortada. Este centro ceremonial tiene más de 5000 años de ocupación humana y los vestigios hallados allí hablan de las distintas culturas ancestrales del Perú (moche, lambayeque, chimú e inca) que se asentaron en el lugar en distintas etapas de su historia, hasta que quedó abandonado en el año 1750 d.C., aproximadamente.

Si bien el lugar fue hallado por el investigador Antonio Raimondi hace 150 años, su creación data del año 2000 a.C., por lo que es un centro ceremonial con muchísimos años de antigüedad. De allí que se considere una de las zonas arqueológicas más importantes y longevas de la costa norte del país.

En la huaca Prieta se observan restos arqueológicos de arte textil y habitaciones subterráneas hechas en piedra y adobe. La huaca Cortada (o huaca El Brujo) mide 22 metros de alto y en su interior se encontraron muros decorados con diseños de peces.

Por último, la huaca Cao Viejo es la más importante de las tres. Perteneció a la cultura moche y consta de siete edificios superpuestos y una plaza ceremonial rodeada de murallas. Aparentemente, habría funcionado como lugar de sacrificios, ya que en algunos sectores de la pirámide se ven imágenes de la deidad Ai Apaec, conocida como el Dios degollador. En ella también se encontraron los restos de la Señora de Cao, la primera mujer gobernante de la cultura moche.

La visita se complementa con el Museo de Cao, donde se resguardan los restos momificados de la Señora de Cao. El edificio inaugurado en el 2009 consta de 7 salas que recopilan la historia y el legado de la cultura moche.

El Complejo Arqueológico El Brujo se encuentra a 60 km de Trujillo, por la Carretera Panamericana Norte.

Complejo Arqueológico de Chan Chan

El Complejo Arqueológico de Chan Chan es Patrimonio de la Humanidad desde 1986. Se trata de la ciudad de adobe más grande de América y la antigua capital de la cultura chimú, una civilización precolombina que fue conquistada por el Imperio Inca. Allí residía el gran Chimú, el máximo mandatario de la cultura.

En su época de esplendor estaba compuesta por diez ciudadelas que albergaban una enorme cantidad de talleres, templos, pirámides, murallas y calles. Según se estima, llegaron a vivir en ella entre 30.000 y 100.000 personas (de las 500.000 que tuvo el reino chimú). A principios del siglo XVI la ciudad cayó bajo el asedio inca y con la llegada de los españoles la civilización finalmente desapareció para siempre.

La bulliciosa ciudad que fue hace siglos atrás es hoy un remanso de paz y silencio que invita a los visitantes a imaginar cómo fue la vida en aquel entonces. Situada a 5 km de Trujillo, es uno de los lugares de visita obligatoria.

Tal como sucede con los incas, el legado de la cultura chimú sigue vivo en Perú. La ciudadela de Chan Chan es quizá la muestra más grande de ello. Incluso, los investigadores aseguran que todavía queda mucho por descubrir en el lugar. Una muestra clara de ello tuvo lugar en el 2018, cuando se hallaron 19 ídolos tallados en madera con una máscara de cerámica. Aparentemente, los mismos tenían la función de proteger zonas concretas del recinto.

El Conjunto Arqueológico de Chan Chan tiene 20 km² de superficie y está rodeado de nueve conjuntos amurallados bien delimitados. Un gran palacio real es el elemento más distinguido del conjunto. A pesar del paso del tiempo, todavía se conservan muchos altorrelieves con figuras geométricas y de animales que decoran el lugar. Cada uno de ellos ayuda a entender la cosmovisión y la forma de vida chimú.

También se aprecian restos de canales, depósitos de agua, plazas, viviendas, plataformas funerarias, altares, fosas dedicadas a los sacrificios y más. A esto se suman 15.000 piezas líticas y de cerámica, metales, textiles y restos óseos exhibidos en el museo.

La ciudadela abre de lunes a viernes de 9 am a 4:30 pm. La entrada tiene un costo de 11 soles (3 USD) y hay descuentos para estudiantes, niños y adultos mayores. El lugar se puede recorrer por libre, pero la visita cobra mucho más sentido si se hace con la compañía de un guía. De lo contrario, te pierdes la parte más interesante del recorrido, que es la historia.

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Pueblo de Huanchaco

Muy cerca de Trujillo se encuentra un pueblo de pescadores famoso por sus olas perfectas para el surf y sus caballitos de totora.

¿Qué es esto último? Para explicar su origen tenemos que hablarte nuevamente de la cultura moche. Como ya sabes, la población se organizaba en diferentes grupos sociales: sacerdotes, militares, artesanos y comerciantes, pescadores y agricultores (de mayor a menor jerarquía).

A pesar de que los pescadores estaban en el último lugar de la pirámide, el rol que desempeñaban era fundamental. Ellos son los creadores de los caballitos de totora, un medio de transporte que utilizaban para desempeñar sus labores pesqueras.

Al día de hoy, los caballitos de totora todavía son utilizados por los pescadores de Huanchaco, al punto tal que seguro verás alguno de ellos en las playas del norte del país. Incluso, puedes subirte a uno de ellos y navegar por el Pacífico.

Otro dato curioso sobre los moches es que, aparentemente, habrían sido los primeros surfistas de la historia. Según las evidencias arqueológicas (pinturas especialmente) se cree que los caballitos de totora se empleaban a modo de tabla de surf en el siglo IV. Solo que no tenían finalidad de entretenimiento, sino de facilitar las actividades de pesca. Los moches se subían a ellas y las dominaban como si fuesen tablas de surf. Interesante, ¿no crees?

Hoy en día, la playa de Huanchaco es un paraíso surfero del norte del Perú. Todo el pueblo está impregnado con el ambiente de este deporte y las calles están llenas de escuela de surf. También hay restaurantes que sirven deliciosos platos con pescados y mariscos frescos, mucho ambiente nocturno y más.

Sin dudas, escaparse a Huanchaco es otro de los mejores planes para hacer desde Trujillo. Contemplar el atardecer desde su paseo marítimo, cerveza en mano, es una experiencia que todo viajero merece vivir.

Para llegar a Huanchaco puedes tomar el mismo autobús que lleva a Chan Chan, en el cruce de la Avenida España y el Jirón Independencia. El pueblo balneario se encuentra al final del recorrido y el boleto tiene un costo aproximado de 2,5 soles (menos de 1 USD).

Otras playas de Trujillo

Además de Huancayo, puedes aprovechar tu estadía en Trujillo para conocer otras playas del Pacífico norte del Perú. Aquí te dejamos algunas opciones:

• Puerto Chicama o Puerto Malabrigo: es una hermosa localidad situada a una hora y media de Trujillo. Es otro paraíso para los surfistas, famoso por tener la ola izquierda más larga del mundo. De allí que atraiga surfistas de todo el mundo a sus campeonatos nacionales e internacionales. Las mejores olas son las de las playas El Point, La Punta y el Bruji.
• Puerto Morín: a 35 minutos de Trujillo se encuentra este balneario de playas tranquilas, como es el caso de playa Chica, El Carmelo y Cerro Negro. Aquí el ambiente es más bien familiar y se ven muchos niños jugando en el mar, gracias a que el oleaje es mínimo. Un plus es que muy cerca se encuentra una de las dunas más altas del mundo, Pur Pur, un sitio ideal para hacer sandboarding.
• Las Delicias: es otra de las playas más cercanas a Trujillo (apenas 20 minutos). Aquí el mar también es tranquilo y el ambiente relajado y familiar.
• Salaverry: esta encantadora, pero poco conocida playa, se encuentra a media hora en coche de Trujillo y tiene la fama de ser una de las más limpias de la zona. El mar es tranquilo, la arena suave y la gastronomía deliciosa.
• Pacasmayo: este pequeño paraíso de casonas estilo colonial, aguas frías y vientos fuertes se encuentra a 2 horas de Trujillo. Su ambiente surfero es uno de sus sellos de identidad, al igual que la gastronomía basada en pescados y mariscos frescos. Deportes como el kitesurf y el windsurf también son muy populares.
• Chimbote: es una ciudad que se encuentra a 2 horas de Trujillo que cuenta con encantadoras playas situadas en la Bahía de Samanco. Caleta Colorada es una de las más lindas, gracias a sus aguas calmas. Justo al lado se encuentra la Bahía de Chimbote, donde hay otras opciones de playas. Además, la ciudad está bien preparada para recibir al turismo y posee un bonito centro histórico que puedes recorrer a pie.

¿Cómo llegar a Trujillo?

La ciudad de Lima se encuentra a 557 km de Trujillo. Para sortear la distancia entre la capital y Trujillo puedes tomar un vuelo directo y llegar de manera rápida. Aunque, si tienes tiempo te recomendamos tomar la Autovía Panamericana Norte y conducir bordeando toda la costa del Pacífico hasta llegar a destino. De camino pasarás por otros destinos interesantes, como Huarmey, Casma, Chimbote.

Mapa de Trujillo

Si tienes pensado hacer una ruta por el norte del Perú, conocer la ciudad de Trujillo debería ser una de tus prioridades. No solo te encontrarás con un destino tranquilo por el que da gusto pasear, sino que tendrás la oportunidad de conocer algunas de las civilizaciones que marcaron la historia del país.

Trujillo es la mezcla perfecta de historia, playas, culturas y buen comer. ¿Qué esperas para hacerle una visita?