El barrio bohemio de París, Montmartre, es una de las paradas habituales (y obligadas) de los miles de turistas que pasan por la capital francesa. Situado en el distrito XVIII, en el norte de la ciudad, muestra posiblemente una de sus caras más auténticas y románticas, aunque también está bastante enfocado al turismo. Como sea, si viajas a París, visitar Montmartre es tarea obligada.
Montmartre se ubica en una zona elevada que regala hermosas vistas de la ciudad. Este barrio de artistas dueño de un carácter único está custodiado por la hermosa Basílica del Sagrado Corazón, uno de los símbolos parisinos (junto con la Torre Eiffel y el Museo del Louvre, por supuesto). Montmartre invita a recorrer sus callejones, sentarse a tomar algo en sus coquetos cafés, comprar alguna pieza de arte y fotografiar rincones emblemáticos.
El día de hoy vamos a contarte qué ver en Montmartre, cómo llegar y te proponemos una ruta a pie que puedes hacer en un día completo. Ten en cuenta que no es la mejor zona de la ciudad para alojarse, pero sí para pasar una jornada callejeando y disfrutando de su ambiente único.
¿Cuál es la historia de Montmartre?
Sin adentrarnos en demasiados detalles, te contamos brevemente la historia del barrio más bohemio de París.
Hasta 1860 Montmartre fue una comuna independiente que terminó incorporándose al resto de la ciudad. De allí que conserva algunos aspectos de pueblo pequeño, aunque hay bastante multitudes, puesto que es un lugar por el que todo turista desea pasar.
Cuando Montmartre era un pueblo independiente estaba repleto de molinos de viento y viñedos. Pero, lo cierto es que se hizo conocido y se diferenció del resto de la ciudad a finales del siglo XIX y principios del XX. En ese entonces, se convirtió en el epicentro de la vida artística y nocturna de la capital. Los alquileres, que eran mucho más económicos que en otros barrios, no tardaron en atraer a artistas y pintores que poco a poco fueron forjando su carácter bohemio y artístico.
Por sus calles adoquinadas pasaron artistas de la talla de Picasso, Renoir o Van Gogh. Hoy en día, pintores independientes pueblan sus plazas, al igual que las tiendas vintage, los cafés con aire bohemio, las pequeñas boutiques… Perderse por las calles de Montmartre es muy placentero.
Otro aspecto que ayudó a que el barrio conservase su aura antigua es que se salvó de las grandes renovaciones realizadas a mediados del siglo XIX por Haussmann. Como el barrio fue incorporado al resto de la ciudad a principios del XX, se salvó de esta reestructuración en la que se destruyó gran parte del París antiguo.
¿Cómo llegar a Montmartre?
Ya sabes que Montmartre se ubica en el distrito XVIII de París, al norte del centro de la ciudad. Los viajeros que estén acostumbrados a caminar y que disfruten de hacerlo podrán llegar de este modo sin demasiado problema. De hecho, París es una ciudad agradable para caminar. Si bien es grande, se puede acceder a prácticamente todas partes caminando (durante el día, por supuesto).
Por ejemplo, desde la Torre Eiffel a Montmartre la caminata demora poco más de una hora, mientras que desde el Louvre la distancia se sortea en unos 40 minutos.
Si caminar no te apetece, puedes hacer uso del transporte público. El metro es la opción más cómoda para llegar a Montmartre. Las paradas más recomendables son Anvers (con la línea 2), Abbesses (con la línea 12) y Blanche y Pigalle (líneas 2 y 12). La primera, por ejemplo, se sitúa justo en frente del Sacré Coeur (Sagrado Corazón), punto por el cual muchos turistas comienzan su ruta por Montmartre.
Una alternativa al metro es el autobús. En este caso, la línea 40 es la opción más cómoda para llegar a Montmartre. Cuenta con varias paradas a lo largo del barrio, incluyendo una que te dejará en uno de los laterales del Sacré Coeur.
Funicular de Montmartre
Una de las formas más populares de llegar a Montmartre es tomando su famoso funicular. Podríamos compararlo con una especie de tranvía que comunica la parte baja con la alta del barrio, donde se ubica la Basílica del Sagrado Corazón y la Plaza du Tertre, donde cada día se dan cita los artistas.
Por eso, si no deseas sortear las empinadas escaleras que llevan a esta parte alta (por la que sí o sí tienes que pasar), el funicular es tu mejor opción. El precio del trayecto es de 1,90 € y dura apenas un minuto. Si tienes un abono de diez viajes o una tarjeta para usar el transporte público de París tendrás incluido el acceso al funicular.
Ruta a pie por Montmartre
Ahora sí, comencemos esta ruta a pie por Montmartre. Para eso, te recomendamos bajar en la estación del metro de Blanche, punto desde el cual podrás movilizarte a pie sin problema. También puedes bajarte en la estación Pigalle y caminar por el Boulevard de Clichy hasta el Moulin Rouge, la primera parada de nuestra ruta a pie por Montmartre. Como sea, cualquiera de las dos paradas es perfecta para comenzar el paseo.
Moulin Rouge, el cabaret más famoso de París
En el Boulevard de Clichy, a pocos metros de la estación de Blanche, encontrarás uno de los sitios más singulares que ver en Montmartre. Sí, hablamos del cabaret más famoso del país: Moulin Rouge.
Este cabaret al cual el cine catapultó a la fama fue construido por un empresario español durante la Belle Epoque, momento en el cual nacieron muchos movimientos artísticos y la capital francesa se convirtió en un centro de arte de renombre mundial. De la mano surgieron muchos de estos espacios al cual acudían los hombres a divertirse. Gracias a la película, prácticamente todo el mundo conoce los shows de esta sala parisina, incluso sin haber pisado la ciudad.
Ahora, ver un espectáculo en Moulin Rouge no es nada barato. Pero, puede ser una experiencia interesante y diferente. Si deseas conocer este ícono de París por el cual han pasado artistas como Edith Piaf, Liza Minelli, Colette, Charles Aznavour, Frank Sinatra y otros, puedes adquirir tu entrada desde aquí: show y cena en Moulin Rouge. Podrás elegir la opción de solo show o incluir también la cena.
Café des Deux Moulins, un santuario para los fanáticos de Amelie
Luego de fotografiar el cabaret más famoso de París puedes tomar la Rue Lepic y caminar apenas unos metros para llegar a otra de las paradas emblemáticas de Montmartre. El cine no sólo lanzó a la fama a Moulin Rouge, sino también al Café des Deux Moulins, gracias a la famosa película Amelie.
Para los amantes del cine y los fanáticos de la película este café no pasa desapercibido, puesto que era el sitio donde trabajaba la protagonista. Resulta que el director de la película, Jean-Pierre Jeunet, vivía justo en frente de este café parisino por quien tenía un cariño especial. De allí que recreó el negocio donde trabajaría su personaje principal sirviendo cafés.
Por cierto, la Rue Lepic es una de las calles más importantes de Montmartre. Además de este famoso café, hay muchos otros lugares históricos a lo largo de esta agradable vía. Por ejemplo, la casa donde vivió Vincent Vang Gogh, el antiguo Molino de la Galette, al cual el famoso artista Renoir inmortalizó en su obra Baile en el Molino de la Galette.
Le Moulin de la Galette
Al principio te contamos que la zona donde hoy se encuentra el barrio de Montmartre estaba llena de viñedos y molinos de viento. Uno de los principales vestigios que se conservan de esa época es el Moulin de la Galette. Esta construcción del siglo XVIII perteneció a la familia Debray y posteriormente estuvo ocupada por una prestigiosa sala de baile.
Si bien en su origen se usaba para prensar uva y moler cereales, esto cambió en el siglo XIX cuando la familia Debray lo compró y lo comenzó a utilizar para fabricar un tipo de pan de centeno llamado Galette. El mismo se servía acompañado de un vaso de leche y no tardó en ganar popularidad, al punto tal que le terminó dando su nombre al molino.
El Molino de la Galette está relacionado también con la vida artística que caracteriza a Montmartre. De hecho, sirvió de inspiración para artistas como Renoir, que como ya sabes inmortalizó este lugar en su famosa obra Le Bal du Moulin de la Galette. Dicha obra se encuentra expuesta en el Museo de Orsay.
Plaza y busto de Dalida
Es muy probable que no sepas quién es Dalida, especialmente si nunca has estado en Francia o si tienes menos de 40 años. Pero, se trata de otro de los personajes icónicos de la ciudad que tiene su monumento en el barrio de Montmartre.
Dalida fue una cantante de origen egipcio que en los años 80 se hizo muy popular en Francia. Lamentablemente, una vida llena de altibajos, incluida una gran depresión, la llevó a suicidarse en 1987. Pero, no por eso dejó de ser todo un emblema de la ciudad.
Por eso, hoy Dalida tiene su propia plaza en Montmartre, en una zona tranquila y pintoresca situada muy cerca del molino antes mencionado. Allí verás el famoso busto, que según la leyenda si frotas sus pechos tendrás suerte y atraerás el amor.
Si quieres seguir los pasos de la artista puedes ir al Cementerio de Montmartre, situado no muy lejos de la plaza. Este espacio fundado en 1825 se encuentra en la Avenida Rachel y es uno de los más grandes de París, superado por el de Montparnasse y el de Père Lachaise. Además de la tumba de Dalida, allí descansan los restos del autor de la famosa obra el Conde de Montecristo, Alexandre Dumas.
La Maison Rose, uno de los edificios más bonitos de Montmartre
Una vez que hayas visitado la plaza de Dalida y tocado su busto, puedes tomar la Rue de l’Abreuvoir, otra de las calles más bonitas de Montmartre. A pocos metros te toparás con uno de los restaurantes más coquetos del barrio y otra de sus construcciones más fotografiadas: La Maison Rose.
Si la caminata te ha abierto el apetito puedes hacer una parada técnica para comer algo allí. La comida es deliciosa y el ambiente siempre muy animado, especialmente en verano, cuando se colocan algunas mesas en el exterior. Así no vayas a comer, no puedes irte sin tomar una fotografía de su fachada rosa que tanta popularidad le ha dado en Instagram.
Por cierto, desde la Rue de l’Abreuvoir se aprecian unas vistas hermosas de la Basílica del Sagrado Corazón, de allí que esté considerada como una de las calles más bellas de París.
Musée de Montmartre
Un buen lugar para conocer la historia de este barrio es el Museo de Montmartre. Situado a muy pocos metros de Le Maison Rose, ocupa el antiguo edificio del Hôtel Demarne y cuenta con una amplia colección de obras, objetos y textos que hacen un recorrido por el pasado del barrio.
El museo abre todos los días de 10 am a 6 pm (en temporada alta permanece abierto hasta las 7 pm). La entrada para adultos tiene un costo de 9,5 €, 7,5 € para estudiantes, jóvenes de 18-25 años y personas con movilidad reducida; 5,5 € para jóvenes de 10-17 años y es gratuita para los menores de 10 años.
Si bien no lo consideramos un imprescindible de Montmartre, creemos que es una visita interesante para quienes deseen explorar mejor la historia de este bonito barrio.
Clos De Montmartre
Justo detrás del Museo de Montmartre encontramos un pequeño viñedo escondido que recuerda los tiempos en que la campiña llegaba hasta esta zona. Sin salir de París, podrás visitar este mini paraíso que por momentos te recordará a la Provenza.
El viñedo Clos De Montmartre fue fundado en el siglo XIX para evitar que este terreno fuera urbanizado. Es un lugar tranquilo y muy querido por los parisinos y sin dudas uno de los rincones de Montmartre que vale la pena visitar. Actualmente es la sede de la fiesta de la cosecha que se celebra en el mes de octubre, así como de distintos actos y eventos. Incluso, es posible sumarse a una visita por el interior del viñedo.
Le Consulat, uno de los cafés más famosos de Montmartre
Al igual que Le Maisón Rose, Le Consulat es un edificio cuya fachada es otra de las más fotografiadas del barrio. Situado muy cerca del Museo de Montmartre, es un sitio ideal para hacer una parada técnica y tomar un rico café acompañado de algún bocadillo.
Más allá de que las cafeterías tienen mucha importancia en el día a día de los parisinos, Le Consulat es una verdadera institución en Montmartre gracias a su historia. Por este local pasaron artistas como Picasso, Renoir y Van Gogh. Hoy en día, es uno de los cafés más turísticos de la ciudad, por lo que su ambiente es muy animado.
La Passe-Muraille
A pocos metros de este famoso café encontramos La Passe-Muraille, una escultura dedicada a Marcel Aymé, uno de los personajes ilustres de Montmartre.
Marcel Aymé fue un célebre escritor francés que no solo residió en el barrio, sino que situó muchas de sus obras allí. Su hogar se encontraba en una de las casas alrededor de la plaza que lleva su mismo nombre.
La escultura que mencionamos antes representa al protagonista de uno de sus relatos más famosos: León Dutilleul, “El atraviesa-murallas”. Este personaje peleado con la vida se quejaba cada vez que se le presentaba un nuevo reto, como si una muralla se hubiese levantado entre él y el éxito. Pero, como era una buena persona, Dios le otorgó el don de poder atravesar paredes, de allí el nombre del monumento.
La obra creada por el escultor Jean Marais muestra la figura de dicho personaje atravesando la pared. Sin dudas, es uno de los rincones más curiosos de este barrio en donde el arte se aprecia en prácticamente todas sus esquinas.
Place du Tertre, la plaza de los pintores de Montmartre
Junto a la Basílica del Sagrado Corazón encontramos la plaza más famosa y el alma del barrio de Montmartre, la Place du Tertre. Este encantador espacio tiene la particularidad de estar repleto de artistas y pintores que venden sus obras allí mismo. Los mismos siguen los pasos de Picasso, Dalí y los muchos personajes que pintaron grandes obras en esta misma plaza.
La única contra es que es un punto muy turístico y que puedes sentirte un poco abrumado por los artistas, puesto que todos querrán venderte alguna de sus pinturas o hacer tu retrato. De todos modos, es un lugar de visita obligada, ya sea para dar un paseo o sentarse a tomar algo en algún bar a su alrededor.
¿Sabías qué? Se dice que en los alrededores de esta plaza está situado el Bistró más antiguo de París. Se trata de La Mére Catherine, un edificio de fachada roja situada justo en una esquina. Después de la batalla de París en 1814 fue el sitio donde se reunían a comer los soldados cosacos. Fueron ellos quienes le dieron el nombre a este tipo de restaurante parisino, puesto que siempre gritaban la palabra ¡Bistro!, que se traduce como rápido.
Basílica del Sacré Coeur – Basílica del Sagrado Corazón
Luego de pasar un momento en la plaza tienes que acercarte al monumento más emblemático de Montmartre y una de las iglesias más visitadas de París: el Sacré Coeur.
La espectacular Basílica del Sagrado Corazón se sitúa en lo alto de una colina, de allí que su característico color blanco se aprecia desde varios puntos de la capital. Fue construida en este punto porque, según dice la leyenda, es el lugar donde Saint Denis, el patrón de la ciudad, sufrió su martirio.
Recuerda que se puede llegar también a esta iglesia subiendo los 300 peldaños de la escalera que mencionamos antes o con el funicular desde la parte más baja del barrio de Montmartre.
La Basílica del Sagrado Corazón de Jesús se comenzó a construir en 1875, pero recién en 1914 fue completada. Una de sus particularidades es que para levantarla se usó un tipo de piedra rico en calcita que hoy en día contribuye a que su color blanco inmaculado permanezca inalterable al paso del tiempo y el smog propio de las ciudades grandes. Todo esto y más descubrirás si te apuntas a esta visita guiada por el Sacré Coeur.
Otra de las cosas que vale la pena hacer, además de disfrutar de las hermosas vistas de París que se aprecian desde este punto, es subir a su cúpula. Para ello tendrás que abonar un ingreso de 7 € y subir por una escalera de caracol que tiene unos cuantos peldaños. De todos modos, una vez en lo alto tendrás unas vistas asombrosas. Se trata del segundo punto panorámico más alto de París, superado únicamente por la Torre Eiffel, por lo que la visual es muy amplia.
Te recomendamos dejar esta visita ya para el final del recorrido, ya que el atardecer es realmente muy bonito. La única contra es que al ser un lugar tan turístico siempre encontrarás la zona llena de gente. En caso de que desees disfrutar del lugar en soledad, lo mejor es llegar bien temprano por la mañana (ten en cuenta que a esta hora suele haber niebla que dificulta las vistas).
Tip viajero: no dejes de visitar este punto parisino tan famoso. Pero, ten cuidado. Según datos de la Policía francesa, alrededor del 40% de los robos ocurren en esta zona, por lo que se recomienda estar muy atento a los carteristas.
Iglesia de Saint-Pierre de Montmartre
Justo al lado de la Basílica del Sagrado Corazón se encuentra otro de los monumentos religiosos emblema de Montmartre: la Iglesia de Saint-Pierre de Montmartre. Esta construcción del siglo XII es una de las más antiguas de París (incluso más que su famosa vecina) y otro sitio interesante por descubrir.
Si bien el Sacre Coeur es quien se lleva todo el protagonismo, lo cierto es que esta iglesia es un testigo fiel de la historia parisina. Entre otras cosas, es el único edificio religioso del barrio que logró sobrevivir a la Revolución Francesa.
La Iglesia de Saint-Pierre de Montmartre fue construida sobre un antiguo templo romano del cual se conservan 4 columnas de mármol. No dejes de visitar su interior para apreciar las preciosas vidrieras del altar mayor (datan de 1953).
El Muro de los Te Amo, el rincón más romántico de Montmartre.
Una vez que hayas bajado de la basílica podrás dirigirte a otro de los puntos bandera del barrio de Montmartre: el famoso muro de los “Te Amo”. Este enorme muro compuesto por alrededor de 600 azulejos tiene inscrita la palabra “Te Amo” en más de 250 idiomas.
Creado por los artistas Frédéric Baron y Claire Kito, se ha convertido en uno de los puntos en el cual todos los turistas desean tener su foto.
Y con esta romántica postal damos por finalizada esta ruta a pie por el barrio de Montmartre. Puedes seguirla y conocer cada punto que mencionamos, o bien hacer este free tour por Montmartre.
Incluso, si deseas conocer el barrio y vivir una experiencia diferente, te recomendamos apuntarte a este juego de pistas en París: Historia de amor en Montmartre. Este juego tiene su historia y protagonistas. Se trata de dos personas que se conocieron durante un viaje a París, se enamoraron y vagaron por las calles de la ciudad, pasando por los puntos románticos y emblemáticos del barrio de Montmartre (entre ellos el Cafe des Deux Moulins, el Moulin Rouge o la basílica del Sacré-Coeur).
Mapa de Montmartre
Es costumbre que finalicemos nuestros artículos con un mapa interactivo, y Montmartre no iba a ser la excepción. Como verás, los sitios a visitar se encuentran muy cerca unos de otros, por lo que no tendrás problema para hacer la ruta a pie. De hecho, parte del encanto de Montmartre está en caminar por sus calles que desprenden arte en todos sus rincones.
¡Así que ya lo sabes, si pasas por la capital francesa tienes que destinar un día completo a uno de sus barrios más bohemios y hermosos!
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