Argentina es un país lleno de contrastes paisajísticos capaces de enamorar hasta al viajero más exigente. De norte a sur, los más de 4.000 km de largo del territorio nacional están llenos de sorpresas. Si nos vamos al norte, concretamente a la provincia de Catamarca, encontramos una de las maravillas más grandes (y curiosamente, menos promocionada) de Argentina: la Ruta de los Seismiles. ¿Te gustaría saber qué depara esta aventura?

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La Ruta de los Seismiles es un tramo de la Ruta Nacional 60 que comienza en la ciudad de Fiambalá y culmina en el Paso de San Francisco (en el límite con Chile) y atraviesa los volcanes más altos del mundo. Por su parte, la RN 60 tiene una longitud total de 794 km y recorre parte de las provincias de Córdoba, Catamarca y La Rioja. Su nacimiento se produce en Villa del Totoral y finaliza en el Paso de San Francisco, a 4.726 metros sobre el nivel del mar. Desde aquí es posible seguir viaje hasta el país vecino y llegar a Copiapó.

La enorme belleza paisajística de la Ruta de los Seismiles está dada por el hecho de que recorre una región Andina con picos que superan los 6.000 metros de altura (de allí su nombre). Se trata, nada más y nada menos, que de la segunda zona más alta del mundo después del Himalaya. Por ende, es el destino soñado para los amantes de los viajes por carretera y los paisajes imposibles.

Hacer la Ruta de los Seismiles te brinda la posibilidad de descubrir algunos de los escenarios naturales más hermosos de Argentina. El panorama aparece dominado por volcanes imponentes, los colosos mayores de la Cordillera de los Andes.

Ejemplo de ellos son el cerro Pissis (6.795 m.); el volcán Ojos del Salado (6.864 m.), el Cerro Incahuasi (6.638 m.) y el Cerro San Francisco (6.018 m.), solo por mencionar algunos. En total, son unos 20 picos que dominan los 6.000 metros sobre el nivel del mar y compiten con el Aconcagua por ser el techo de América. Además, a lo largo de estos 200 km totalmente pavimentados aparece una sucesión de cerros de colores, lagunas que van del rojizo al turquesa, aguas termales y una vegetación escasa propia de la Puna.

En esta guía de hoy, te invitamos a hacer un viaje por la Puna de Catamarca, una tierra de volcanes que no deja indiferente a nadie. Te contamos todo sobre la Ruta de los Seismiles, cómo ir, en qué época conviene hacerla y te damos todos los consejos para que vivas una experiencia inolvidable. ¿Nos acompañas?

Recorrido por la Ruta de los Seismiles: desde Fiambalá al Paso de San Francisco

Aquí tienes un itinerario completo con cada uno de los lugares que toca la Ruta de los Seismiles. Al final, te dejamos un mapa interactivo con los puntos mencionados, de manera que puedas ubicarte en el globo.

Fiambalá: el inicio de la Ruta de los Seismiles

El pueblo de Fiambalá es conocido como “la puerta de entrada a los Seismiles”, puesto que desde aquí comienza este maravilloso recorrido.

Fiambalá es una pequeña localidad rural que forma parte del departamento de Tinogasta, a 320 km de San Fernando del Valle de Catamarca, la capital provincial. Su ubicación a los pies de los Andes, rodeado del volcán Ojos del Salado, San Francisco y el Monte Pissis, le otorga un paisaje inmejorable.

Es uno de los destinos turísticos más populares de Catamarca, tanto a nivel nacional como internacional. En el 2009, Fiambalá se hizo famosa por ser la sede del Rally Dakar, al igual que en los años subsiguientes. Por este motivo, es conocida como la Capital Mundial del Dakar.

Nuestro consejo es que no tomes a Fiambalá como un simple lugar de paso, sino que te animes a explorar sus atractivos. Allí encontrarás un interesante museo que conserva momias incas halladas en las montañas cercanas, unas termas espectaculares, un desierto de dunas y muchas bodegas.

Tip viajero: en el Museo del Hombre (el mismo donde se exhiben las momias incas), encontrarás una sala dedicada a las expediciones por los Seismiles. La misma explica cómo se realizaron las primeras travesías, las ascensiones a estos gigantes, la construcción de la ruta y más. Sin dudas, es una buena manera de comenzar a tomar contacto con la aventura que vivirás.

También, te recomendamos visitar la Iglesia de San Pedro, un templo construido en 1770 que conserva óleos y una talla de madera del patrono de los viñedos. Por cierto, no te vayas de Fiambalá sin probar sus vinos, que tienen la fama de ser uno de los mejores del país.

A pesar de ser pequeño, Fiambalá cuenta con infraestructura y servicios adecuados para recibir al viajero. Por eso, nuestra propuesta es que pases al menos una noche en Fiambalá, recorras el pueblo y los atractivos que te mencionamos a continuación:

Dunas de Saujil y Federico Kribus

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Dunas de Tatón – Fiambalá

Aprovecha tu paso por Fiambalá para explorar otras maravillas naturales de Catamarca. A tan solo 15 km del pueblo se encuentra Saujil, un pequeño pueblo famoso por su duna de casi 100 metros de altura.

Los pobladores la conocen como la Duna Mágica, debido a que por las tardes es posible ver cómo los pequeños granos de arena danzan mágicamente por efecto del viento. Si te gusta el sandboarding, esta duna representa un emocionante desafío.

A pocos kilómetros llegarás al pueblo Los Medanitos, donde se observan muchas dunas más. Y, un poco más allá (a 22 km de Fiambalá), te toparás con la duna más alta del mundo. La misma fue bautizada con el nombre de Federico Kirbus, un escritor, periodista e investigador que descubrió el lugar, aunque se la conoce como Duna de Tatón. La montaña de arena supera los 1.000 metros de altura, dejando atrás a la Duna Grande de Perú, que ostenta 924 metros desde la base hasta su cima. Sin dudas, otro atractivo impresionante de Catamarca.

Termas de Fiambalá

Otro sitio que no puedes dejar de conocer son las Termas de Fiambalá, ubicadas en una quebrada rodeada de cerros coloridos. El acceso al complejo se encuentra sobre la Ruta Provincial 136, que está totalmente pavimentada y sube por la Sierra de Fiambalá hasta una angosta quebrada por la cual desciende un arroyo proveniente de las montañas más altas.

Las Termas de Fiambalá ofrecen un combo imbatible: relajarse en sus aguas con propiedades medicinales, mientras disfrutas de la más pura naturaleza. El complejo termal cuenta con varias piscinas con aguas a diferente temperatura. Los piletones fueron construidos siguiendo la línea del cauce natural del arroyo, a medida que desciende por la quebrada. De ese modo, en los que están ubicados en el nivel más alto la temperatura del agua supera los 40°, mientras que en los niveles más bajos ronda los 30°.

El complejo cuenta también con cabañas en donde puedes pasar la noche, aunque tranquilamente podrás estar allí hasta la medianoche. Estar relajado en las termas mientras disfrutas de un manto estrellado es algo que realmente vale la pena vivir.

El marco paisajístico desde las termas es imponente. No solamente desde los piletones, sino también ascendiendo hacia las montañas de la quebrada. A través de senderos demarcados podrás subir por laderas pedregosas y llegar a puntos más altos que regalan una panorámica sin igual.

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Ruta del Adobe

Otro de los atractivos turísticos de Fiambalá es la Ruta del Adobe, un recorrido que se extiende a lo largo de 50 km, entre Tinogasta y Fiambalá. Este pintoresco paseo atraviesa antiguas edificaciones coloniales hechas en adobe y se presenta como una alternativa más para disfrutar de las maravillas de Catamarca.

Muchas de las casonas e iglesias del trayecto tienen hasta 300 años de antigüedad. En este sentido, la Iglesia de Nuestra Señora de Andacollo, en La Falda, es una de las más representativas. Por otro lado, a 5 km de Anillaco verás las ruinas de la antigua ciudad diaguita de Watungasta, la cual fue construida totalmente en adobe.

Si no tienes tiempo de hacer la ruta, verás que en Fiambalá y otras localidades del departamento de Tinogasta predominan las construcciones con este material. De hecho, desde épocas ancestrales se usan los ladrillos de adobe por sus propiedades aislantes. En el verano, permiten que el intenso calor no penetre en las viviendas, mientras que en invierno ayudan a mantener calientes los ambientes. En Fiambalá, por ejemplo, la mayor parte de las casas están hechas con ladrillos de adobe.

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Parajes en la Ruta de los Seismiles

Fiambalá es la última población por la que pasarás antes de emprender el viaje hacia el Paso de San Francisco por la Ruta de los Seismiles. Desde aquí, tienes un recorrido completamente pavimentado de 198 km que asciende desde los 1500 metros sobre el nivel del mar hasta los 4748, desde el Valle de Abaucán hasta la Cordillera de Los Andes.

Durante este trayecto no solo harás la famosa Ruta de los Seismiles, sino que encontrarás otras maravillas, como la quebrada de Las Angosturas y el Valle de Chaschuil. Aunque, sin dudas que el plato fuerte del viaje es poder estar al frente de las moles de más de 6.000 metros de altura.

Apenas a 12 km de comenzado el viaje desde Fiambalá ya habrás subido 250 metros y llegado al Paraje de Guanchín. Desde este punto en adelante la ruta gira hacia el sudoeste y corre paralela al Río Chaschuil, dejando atrás el Valle de Abaucán. En adelante te espera un recorrido por paisajes inolvidables.

Tras recorrer 18 km desde Fiambalá el siguiente punto es Loro Huasi, a 1.900 metros sobre el nivel del mar. En este paraje es donde se encontraron en 1996 los dos cuerpos momificados que hoy se exhiben en el Museo del Hombre de Fiambalá.

Desde Loro Huasi la ruta sigue ascendiendo por un recorrido sinuoso hasta el paraje El Chañar, en el kilómetro 34, y El Algarrobal. En esta zona verás que la vegetación se caracteriza por la presencia de arbustos abiertos y retamas que se acompañan de diversas especies herbáceas. Pero, en el caso concreto del pasaje El Algarrobo, que se encuentra cercano a un curso de agua, es posible apreciar bosques de algarrobos (que le dan su nombre).

Quebrada de las Angosturas

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La Quebrada de las Angosturas es un tramo sinuoso que comienza en el km 43 y atraviesa una zona de precordillera. El tramo tiene unos 15 km de longitud y se ubica entre el paraje El Algarrobal y el Valle de Chaschuil. Los paisajes en este tramo son de película, con cerros cuyas tonalidades varían del rojo y ocre al negro y gris.

En otras palabras, la Quebrada de Las Angosturas regala una de las postales más espectaculares y coloridas del recorrido por la Ruta de los Seismiles. El contraste entre las escarpadas montañas coloradas con otras de color gris es realmente digno de admirar. Además, el paso del Río Chaschuil, que proviene de la Cordillera de los Andes, al costado de la ruta no hace más que embellecer el paisaje de esta quebrada. Otras acompañantes del paisaje son las cactáceas, que aparecen disgregadas en las laderas coloradas.

Por momentos, también se aprecian vestigios del camino usado por los aborígenes. Los mismos forman parte del gran Camino de Inca, que recorría estas zonas de la provincia de Catamarca. Por si no lo sabías, su trazado fue la guía sobre la que se construyó la Ruta Nacional 60.

A esta altura, ya te encuentras a 2.500 metros sobre el nivel del mar. Si bien a muchas personas la altura no les afecta, se recomienda tomar algunas medidas para no apunarse (al final del artículo te dejamos algunos consejos útiles). Otro consejo es que conduzcas con cuidado, puesto que el camino es muy sinuoso. Baja la velocidad, presta atención y disfruta del panorama único que se abrirá ante tus ojos.

De a poco, irás saliendo de la Quebrada de las Angosturas e irás ingresando al Valle de Chaschuil, ya cerca de los 3.000 metros sobre el nivel del mar. A esta altura el bioma va sufriendo una transición y la vegetación se vuelve cada vez más baja.

Valle de Chaschuil

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Ya te encuentras en el Valle de Chaschuil y a 65 km de Fiambalá. Hasta esta altura, el paisaje te habrá regalado postales realmente increíbles, aunque todavía faltan los grandes protagonistas de la Ruta de los Seismiles.

En el Valle de Chaschuil también encontrarás paisajes fantásticos. Las dos traducciones de la palabra Chaschuil: «reunión de valles» y «cerro colorado» sirven para describir a este valle en la altura puneña.

Lo primero que notarás cuando llegues a la zona es la presencia de una vertiente de aguas cristalinas y frescas, que es un afluente del Río Chaschuil. Se la conoce como Agua de Los Cangrejos, puesto que es habitada por unos curiosos cangrejos andinos que se ven únicamente en algunas zonas de Sudamérica. También es normal ver tropas de guanacos recorriendo la zona.

Un poco más adelante, notarás que los arbustos son reemplazados por plantas herbáceas y pastos de color amarillo. Plantas como la Tola o el Pájaro bobo cubren grandes zonas cercanas al cauce del río.

A esta altura, las cimas nevadas de la Cordillera de los Andes ya comienzan a aparecer. Los Seismiles están cerca y se hacen notar. A medida que avances, verás como el valle se abre y la ruta gira hacia el norte. Los paisajes cambian bruscamente (algo que, en general, caracteriza a todo el territorio argentino) y otra postal maravillosa se abre ante tus ojos.

Tip viajero: al costado de la ruta irás viendo unos refugios que se encuentran separados cada 25 km aproximadamente, a los que puedes recurrir en caso de emergencias.

Cuando llegues al paraje La Coipa, a 3.300 metros sobre el nivel del mar, encontrarás el acceso al Monte Pissis por una senda que únicamente es transitable para vehículos 4×4. Un poco más adelante se encuentra la Hostería Cortaderas (a 100 km de Fiambalá), la cual brinda alojamiento de calidad para todos los viajeros que deseen pasar la noche en las alturas. Por ende, si deseas hacer una parada en la ruta, este lugar es ideal.

Volcán Monte Pissis: el primer gigante de la Ruta de los Seismiles

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En el km 122, en el paraje Cazadero Grande (a 3.400 metros de altura) comienzan a verse ya más cerca las cumbres de los Andes hacia el oeste. El primer encuentro con los Seismiles es el Volcán Pissis, un pico famoso por su cumbre nevada (incluso en verano) que se ubica sobre la frontera entre Catamarca y La Rioja.

Otra forma de disfrutar de los paisajes cordilleranos y la Ruta de los Seismiles es a través del Balcón del Pissis. Como te contamos antes, el acceso al mismo se encuentra sobre la RN 60, en el paraje de La Coipa.

El acceso al mirador implica sí o sí contar con un vehículo 4×4. Los paisajes desde este punto son realmente alucinantes, con una vista de todos los picos que superan los 6.000 metros. Además, el entorno natural y la biodiversidad a esta altura son impresionantes. El ecosistema se relaciona con el que verás en lagunas de altura, como es el caso de la Laguna Verde, la Laguna Azul o la de Los Aparejos.

El Pissis es una de las cumbres más altas de América y todo un desafío para los alpinistas. Si te gusta la aventura, hay opciones de excursiones que suben a la cima de este pico emblemático. La travesía es exigente desde lo físico y no se recomienda para quienes no están acostumbrados a caminar en la montaña. Quienes se animan a vivir la aventura son premiados con paisajes que difícilmente se ven en otros lugares del mundo.

La Laguna Verde queda al pie del Volcán Piscis, junto al complejo Salina de la Laguna Verde, y ocupa el fondo de una cubeta endorreica a 4.100 metros sobre el nivel del mar. Lo llamativo de este cuerpo de agua es el intenso color verde turquesa que resalta sobre la aridez que la rodea. A su vez, en las inmediaciones podrás conocer la Laguna Celeste y la Laguna Azul, dos atractivos cercanos al Balcón del Piscis.

Otros picos de la Ruta de los Seismiles

Continuando por la RN 60 en dirección norte se observan otras moles de los Andes. El Volcán Ojo del Salado o Nevado del Salado, con sus 6.864 metros de altura es el volcán activo más alto del planeta y la segunda cumbre de América, después del Aconcagua. El Ojo del Salado es otro desafío interesante para los andinistas que buscan dominar las cumbres más altas de la cordillera.

Otros volcanes que forman parte de la Ruta de los Seismiles son el Volcán Nacimientos y el Tipas, mejor conocido como Volcán Walther Penck, en honor a uno de los primeros geólogos que exploró esta zona de los Andes.

Otro gran protagonista es el Incahuasi (6.638 m), en cuya cumbre se encontraron restos de asentamientos incaicos. Finalmente, ya llegando al paso internacional, nos topamos con el volcán San Francisco (de 6.018 m). Este último es uno de los más accesibles de la ruta. Incluso, en este tramo se desprenden varias huellas para vehículos 4×4 que permiten llegar caminando a volcanes como el Ojos del Salado y el Incahuasi.

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Volcán Ojos del Salado

Paso San Francisco

El Paso San Francisco es uno de los límites fronterizos más importantes de la Cordillera de los Andes. El mismo une los sectores centro norte de Argentina y Chile, a más de 4.700 metros sobre el nivel del mar. Concretamente, comunica por el este a la provincia de Catamarca con la Región de Atacama (Chile) por el oeste.

La parte más alta del paso se encuentra flanqueada hacia el norte por el cerro Falso Azufre, a 5.906 metros de altura; y hacia el sur por el volcán San Francisco.

El acceso al paso desde el lado argentino comienza propiamente en el puesto de gendarmería que se encuentra en el paraje Las Grutas, en el centro de una zona llamada las llamadas Vegas de San Francisco. Desde Las Grutas hasta el límite fronterizo hay unos 45 km de un recorrido muy sinuoso que atraviesa regiones despobladas, acompañadas de montañas que cada vez se vuelven más majestuosas.

Tip viajero: cerca del puesto de Las Grutas, en el kilómetro 179, se puede tomar un desvío que conduce a un paraje con aguas termales.

Si bien el paso es transitable la mayor parte del año, en invierno las intensas nevadas muchas veces ocasionan el cierre del camino.

¿Sabías qué? Históricamente, el collado donde se encuentra el Paso de San Francisco fue usado como por los pueblos diaguitas de uno y otro lado de la Cordillera de los Andes. En 1479 fue atravesado por el inca Túpac Yupanqui, con el objetivo de invadir el territorio chileno. Más tarde, en 1536 fue atravesado por Diego de Almagro, que buscaba pasar de Tucumán hacia Chile. Recién en 1898 se definieron los límites fronterizos entre Argentina y Chile en esta zona de la Cordillera de los Andes.

Ya en el territorio chileno la ruta cambia de nombre a CH-31. Pocos kilómetros después del paso llegarás a la bella Laguna Verde chilena y verás el desvío al Parque Nacional Nevado Tres Cruces.

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¿Cuál es la mejor época para hacer la Ruta de los Seismiles?

Los meses adecuados para hacer la Ruta de los Seismiles son desde marzo a mayo o desde finales de septiembre a noviembre, cuando el clima no es muy caluroso ni muy frío. Ten en cuenta que por la gran altura es normal que haya mucha amplitud térmica entre el día y la noche, de manera que siempre deberás tener un abrigo a mano.

El invierno no es una época adecuada para hacer la travesía, puesto que los vientos son muy fuertes y las temperaturas muy bajas. El verano, por su parte, se corresponde con los meses más lluviosos del año y el calor suele ser demasiado intenso. En todo caso, dependerá de tu tolerancia a las temperaturas altas.

¿Cómo hacer la Ruta de los Seismiles?

Hacer la Ruta de los Seismiles en tu propio coche no representa ningún problema, puesto que el camino se encuentra asfaltado en su totalidad y en buenas condiciones. De todos modos, si quieres acceder a los caminos secundarios (por ejemplo, el que lleva al Balcón del Pisssis) necesitarás sí o sí un vehículo 4×4.

En total, son unas 3 horas de recorrido (según la cantidad de paradas que hagas y el tiempo que dediques a tomar fotografías) que es una maravilla de principio a fin. Si conduces con cuidado y prestas atención, el viaje debería transcurrir sin ningún tipo de complicación.

En caso que desees explorar los caminos secundarios o hacer algún trekking, lo mejor que puedes hacer es contratar un tour con una operadora turística en Fiambalá. De esta manera, no solo irás en un vehículo preparado, sino que tu única preocupación será disfrutar la experiencia.

Mapa de la Ruta de los Seismiles

Recomendaciones finales para tu viaje

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Ahora que ya conoces esta maravillosa ruta es momento de ponerse en marcha, ¿no crees? Pero, para que tu experiencia sea inolvidable, te dejamos algunos consejos importantes.

  • Recuerda que, siempre y cuando no te salgas de la ruta, podrás hacer el camino por tu cuenta y en tu propio coche. Para transitar por caminos secundarios, escalar alguna cumbre o visitar la Laguna Verde tendrás que ir en excursión.
  • No olvides que si viajas por tu propia cuenta no tienes permitido el ascenso a ninguna cima. Es decir, no podrás salir de la carretera en ningún momento. La complejidad de los terrenos así lo amerita.
  • Cada una de las paradas que realices te irán ayudando a aclimatarte a la altura. Ten en cuenta que estás en la ruta más alta de Argentina y que por algo se la bautizó como “el camino a los cielos de Catamarca”
  • Hacer esta ruta en bicicleta no es recomendable, puesto que la gran altura y el desnivel que recorre lo hacen prácticamente inviable.
  • Recuerda que ante cualquier emergencia puedes recurrir a los 6 refugios que hay ubicados cada 25-30 km. Se trata de casillas pequeñas, con techo de metal a dos aguas de cemento. Los mismos sirven de resguardo y contienen un intercomunicador en el caso de que haya algún problema en la ruta.
  • Otro consejo importante es beber mucha agua para evitar la deshidratación y poder hacer frente al mal de altura, algo que es muy habitual. Comer liviano la noche anterior y no hacer movimientos bruscos cuando salgas del auto para tomar fotos, también ayuda.
  • Lleva suficiente agua y algo liviano para comer. Tampoco olvides el protector solar, puesto que pasando los 4.000 metros el sol pega muy duro, gafas de sol y gorra o sombrero.
  • Otro consejo importante es que hagas la ruta con el combustible lleno, porque no encontrarás ninguna estación de servicio en el camino.

La Ruta de los Seismiles es una maravilla más de Argentina. La singularidad de sus paisajes regalan uno de los trayectos más hermosos del país. Por eso, si tienes pensado viajar a Catamarca, agenda este plan del cual disfrutará toda la familia.

Créditos fotográficos

  • Carolina Mussacchio (https://www.instagram.com/fiambala_catamarca/)
  • Ojos del Salado looming big on the horizon (https://www.flickr.com/photos/7942389@N04/4320228469), por sergejf/CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)
  • Laguna en plena Cordillera de los Andes (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Laguna_verde_Paso_de_San_Francisco_Catamarca.JPG), por carlosa.barrio/CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.en)

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