Ruta de 4 días por la Costa da Morte, Galicia

Galicia es mágica, de eso no caben dudas. Una gran responsable de ello es la conocida como Costa da Morte, uno de los rincones más salvajes de esta comunidad española. Llamada así por haber sido escenario de una gran cantidad de naufragios, la Costa da Morte corresponde a un litoral de enorme belleza natural, ideal para recorrer en coche. Esa es precisamente nuestra intención de hoy, invitarte a conocer estas tierras de acantilados, playas vírgenes, pueblos de pescadores y faros solitarios. ¿Te sumas?

La Costa da Morte es uno de los puntos de Galicia que mejor conserva su aura de misterios. Sus infinitos acantilados, cabos, faros, playas vírgenes, pueblos marineros y su perturbador silencio, la convierten en un sitio realmente especial. Quizá su nombre es un motivo más de intriga que lleva a conocer estas tierras gallegas. Si a eso le sumamos el hecho de que marca el final del Camino de Santiago, a la vez que para los romanos representaba el fin del mundo, el lugar se vuelve irresistible.

¿Dónde se encuentra la Costa da Morte? Ya sabes que en Galicia. Concretamente, ocupa la zona más al noroeste de la Península Ibérica y pertenece en su totalidad a la provincia de A Coruña. Lo más difícil es delinear sus límites. Algunos los marcan entre Fisterra (o Finisterre), hacia el sur, y Malpica, al norte. Otros, extienden la ruta hasta Carnota (en dirección sur) y la playa de Caión, al norte. La mayoría de los viajeros recorren en coche el trayecto entre Fisterra y Malpica, aunque no está nada mal salirse un poco de estos límites y explorar más allá.

Esto es precisamente lo que haremos nosotros. Abarcaremos una ruta más amplia, de manera que puedas sacarle el máximo provecho a tu viaje por la Costa da Morte. En caso de que no tengas los días necesarios, puedes acortar el recorrido a tu gusto y amoldarlo a tus tiempos. En todo caso, te contaremos cuáles son los lugares que nosotros consideramos imprescindibles.

Naufragios en la Costa da Morte

Tal como te contamos al principio, la Costa de la Muerte lleva este nombre un tanto desagradable por haber sido escenario de cientos de naufragios. Como para que te hagas una idea de la magnitud de los mismos, hay 633 barcos hundidos documentados desde el siglo XIV.

Por supuesto que no te hablaremos de ellos, no es la idea de este artículo, pero sí queremos contarte brevemente sobre los más famosos. Uno de ellos es el HMS Captain. No es cualquiera, sino el mayor naufragio ocurrido en la Costa da Morte. El trágico hecho sucedió cerca de Fisterra en 1870 y acabó con la vida de 472 tripulantes.

Otro de los naufragios más relevantes ocurridos en esta costa es el del HMS Serpent. El mismo tuvo lugar en 1890, en Punta do Boi (Camariñas), y dejó un saldo de 172 tripulantes fallecidos. Si bien en magnitud no se compara con el anterior, pasó a la historia porque el párroco de la parroquia de Javiña, cerca del punto del naufragio, mandó a que los vecinos de la localidad sacaran los cadáveres del mar y los enterraran en la orilla. Este sitio es conocido como el Cementerio de los Ingleses y es uno de los puntos emblemáticos de la Costa da Morte.

Además, esta tragedia incentivó a construir el Faro del cabo Vilán. Antes de este faro eléctrico (el primero de España), había uno a gas que no resultaba lo suficientemente potente para alumbrar esta peligrosa costa.

¿Cómo hacer una ruta en coche por la Costa da Morte?

La ruta por la Costa da Morte se puede hacer de norte a sur, pero hay un par de cuestiones a tener en cuenta. Cualquier gallego o persona que haya realizado este recorrido te sugeriría que lo hagas de norte a sur, comenzando en Caión y finalizando en Carnota. Los motivos son varios. Por empezar, de esa manera respetas el Camiño dos Faros.

¿Qué es esto último? Una ruta de senderismo de 200 km que une Malpica con Finisterre a través de un sendero que bordea el mar. El mismo pasa por todos los faros y principales puntos de interés de la Costa da Morte.

El segundo (y más importante) motivo por el cual es mejor ir de norte a sur, es que a medida que avanzas en esta dirección la travesía se vuelve más interesante y vistosa. Dicho de otro modo, dejas la frutilla del postre para el final, en lugar de comerla al principio.

Otra cosa a tener en cuenta es que, si bien el principal atractivo de la ruta por la Costa da Morte es su borde litoral y sus faros, el interior también tiene su encanto. Tierras adentro encontrarás sitios de mucho interés histórico, como los dólmenes de Freáns y Dombate o los castros das Barreiras y Borneiro. También aparecen construcciones medievales, como es el caso del Castillo de Vimianzo o las torres do Allo y de Mens.

Ten en cuenta que si inicias el recorrido desde la ciudad de Coruña o sus alrededores, el primer pueblo de la ruta debería ser Malpica. En caso de que partas de Santiago de Compostela o alrededores, sería Carnota.

Respecto a cómo moverse, la Ruta da Morte es perfecta para recorrer en coche o autocaravana. Ten en cuenta que implica hacer paradas y desvíos para llegar a puntos más recónditos. Después de todo, la Costa da Morte merece ser recorrida con calma y tiempo.

Hacer el mismo trayecto en transporte público no es una buena idea. Llegar a cada uno de los puntos de la ruta que mencionaremos es muy difícil, por lo que en caso de que no tengas coche propio, lo más práctico sería alquilar uno. Únicamente podrás moverte en autobús (con bajas frecuencias) entre las poblaciones más importantes.

Al final de cada etapa de la ruta te dejamos un mapa con los puntos de la Costa da Morte que mencionamos. Nuestra ruta está pensada para 4 días, aunque, siempre podrás amoldar el itinerario a tus tiempos. Si tienes más días para hacer el recorrido, mejor aún.

Primera etapa por la Costa Da Morte: de Caión a Laxe

Antes de comenzar, te aclaramos que este itinerario está pensado para quienes comienzan la ruta desde A Coruña (aunque, también se puede hacer en dirección contraria).

Caión

Caión es el primer pueblo que visitarás en esta ruta en coche por la Costa da Morte. Los orígenes de este enclave marinero se remontan a la Edad Media. Sin embargo, su auge se produjo a mediados del siglo XVI, cuando numerosos marineros vascos llegaron a esta villa a cazar ballenas. De ese modo, Caión se convirtió en un importante puerto ballenero que funcionó hasta el siglo XIX, cuando se prohibió la actividad.

A pesar de eso, Caión sigue teniendo un fuerte vínculo con el mar, un moderno puerto pesquero y playas muy bonitas (como la de Salseiras o Caión). La primera de ellas es la más importante del pueblo, así como la más grande. La playa de Salseiras tiene casi 1 km de extensión, arenas blancas y suaves y un mar que no representa mucho peligro. Además, se encuentra unida al casco urbano de Caion a través de un agradable paseo marítimo.

Caión no es un pueblo muy preparado para el turismo, sin embargo, puedes dar un recorrido por sus calles y conocer sus playas. Luego, es momento de volver al coche y continuar rumbo a Carballo.

Carballo

Carballo es uno de los epicentros del arte urbano en Galicia. Esta iniciativa de adornar el pueblo con murales se puso en marcha en el 2013, con el objetivo de dotar de color y vida a sus calles. Gracias a eso, el pueblo se ha convertido en un museo al aire libre. De todos modos, el interés principal de esta localidad radica en sus playas: de Baldaio y Razo.

La larguísima playa de Baldaio es uno de los grandes tesoros naturales de esta zona de Costa da Morte. Su espectacular sistema de dunas y su mar agitado la convierten en uno de los puntos preferidos por los surfistas. En realidad, Baldaio es playa, laguna y marisma al mismo tiempo. El mar se adentra en la tierra y sus aguas se funden con una laguna que se forma por los ríos de la zona. De esa manera se crea una marisma y uno de los humedales más importantes de Galicia.

El arenal de Razo, por su parte, es una de las playas más salvajes de Galicia y la única cuyo origen se remonta al Cuaternario. Al igual que la anterior, su oleaje y viento la hacen muy popular entre los surfistas. Desde sus arenas doradas se contemplan atardeceres mágicos y hermosas vistas de las islas Sisargas. Cabe aclarar, que este amplio arenal constituye un valioso espacio protegido por su riqueza natural y paisajística.

Buño

El pequeño pueblo de Buño es uno de los principales enclaves alfareros de la Costa da Morte y de toda Galicia. Por ende, los amantes de la cerámica y la alfarería no deberían dejar de hacer una parada en él. En ese caso, tampoco te pierdas la oportunidad de adquirir una pieza de su cerámica y llevarte un recuerdo de Buño. Además, los establecimientos de venta son a su vez talleres, por lo que podrás presenciar en vivo a los maestros alfareros crear sus piezas.

Si te encuentras viajando con niños, hacer una visita al Ecomuseo de Buño es uno de los mejores planes que ofrece esta localidad. Su muestra explica cómo es la vida de los alfareros y la evolución de las técnicas empleadas en este arte, desde sus inicios hasta la actualidad.

Malpica

A escasos 9,5 km de Buño aparece Malpica, un lugar con mucho ambiente marinero. Este pueblo de la Costa da Morte se encuentra ubicado sobre una pequeña península, con una playa urbana a un lado y el puerto pesquero al otro. Sus casas que parecen colgar de las rocas, sus edificios altos y su ubicación frente a las aguas del Atlántico le confieren un alto atractivo visual.

En Malpica lo mejor que puedes hacer es dejar el coche en su puerto y echarte a andar por sus calles estrechas. Una de las zonas más lindas es la que corresponde al Barrio de la Atalaia, donde encontrarás uno de los mejores miradores al puerto. Tampoco dejes de recorrer su Paseo Marítimo, ubicado en la playa urbana Area Maior.

Otro buen plan es llegar caminando o en coche al Mirador de San Adriá, punto desde el cual se aprecian las cercanas Islas Sisargas. Estos islotes de gran riqueza natural se pueden conocer en excursiones desde la villa, por lo que es un buen plan para una próxima visita. Si decides llegar caminando al mirador, debes saber que son 4 km de ruta que corre paralela a la costa, regalando unas vistas hermosas.

Algo más que se puede hacer en Malpica es acercarse al Dolmen Pedra da Arca, el más representativo de la cultura megalítica correspondiente a los años 3500 y 2700 a.C.

Faro de Punta Nariga

La siguiente parada de la ruta es el Faro de Punta Nariga, uno de los imprescindibles de la ruta por la Costa da Morte. Esta construcción de 50 metros de altura y 22 millas de alcance lumínico es una muestra perfecta de la integración de la arquitectura con el entorno natural.

Se trata de uno de los faros más conocidos de la Costa da Morte y el más moderno de Galicia. Ubicado en un enclave espectacular, esta construcción destaca por el diseño de sus instalaciones en forma de barco, como si ingresara al mar, coronada por una escultura de bronce denominada Atlante.

Lo mejor es acercarse al Faro de Punta Nariga a última hora de la tarde y contemplar la puesta del sol. La postal es realmente mágica. Tampoco dejes de subir a la cubierta del faro y disfrutar de unas encantadoras vistas hacia el Atlántico.

Ponteceso y Monte Branco

Desde Malpica el viaje continúa hacia Ponteceso, un pueblo ubicado a 13 km y comunicado por una carretera local que pasa por los pueblos de Beo, Mens, Cores y Nemeño.

En caso de que vayas con tiempo, puedes hacer una parada en Mens para contemplar su antiguo castillo. La fortaleza recibe el nombre de Torres de Mens y data del siglo XIV, aunque fue restaurado conservando gran parte de su estructura original. Si bien el castillo es de propiedad privada, se puede apreciar su silueta desde la carretera. Lo que sí podrás visitar es la iglesia románica de Santiago, una construcción del siglo XII próxima a la torre.

Luego de esta breve parada, regresa al coche y conduce durante unos pocos minutos hasta llegar a Ponteceso. Esta villa es famosa por ser la cuna de un escritor gallego muy conocido, Eduardo Ponda. Tan es así, que en sus calles y parques encontrarás varias muestras de orgullo de la localidad a su hijo más ilustre.

Fuera del área urbana se aprecia el accidente geográfico más emblemático de la zona, el Monte Branco. Si el día está despejado, no dejes de subir a él y disfrutar de las hermosas vistas que regala desde su punto más alto.

Playa de Balarés, Puerto de Corme y Faro de Roncudo

Muy cerca del mirador del Monte Branco encontrarás la playa de Balarés. Para llegar no tienes más que tomar la carretera AC-424 y doblar en el desvío que lleva a ella. Este enclave que tiene la distinción de Bandera Azul se caracteriza por su arena blanca y fina y su mar con oleaje moderado.

Tras la visita a la playa puedes regresar a la misma carretera y ponerte en marcha a Puerto de Corme (a 8 km de Poncebos), una villa marinera que regala otra postal típica de estas tierras de Galicia. Muy cerca, se encuentra la Punta do Roncudo, considerado uno de los acantilados más peligrosos de la costa gallega. El pequeño Faro de Roncudo también está allí, al igual que varias cruces levantadas en honor de los percebeiros que murieron en estas costas mientras recolectaban percebes.

Laxe

Desde Corme regresarás a Ponteceso por la misma carretera y desde allí conducirás por la AC-429 durante 12 km hasta Laxe. Esta villa marinera es el final del primer tramo por la Costa da Morte. La misma ofrece una larga playa de arenas blancas que en verano suele estar muy concurrida.

Es un enclave ideal para pasar una noche y, de paso, conocer su rico patrimonio histórico y cultural. Laxe es uno de los pueblos de la Comarca de Bergantiño en donde encontrarás un buen número de cosas para hacer, además de visitar su famosa playa de los Cristales.

Entre sus atractivos culturales e históricos encontramos el Museo do Mar, la Iglesia de Santa María da Atalaia y la conocida playa de los Cristales. De hecho, la mayoría de los viajeros que llegan a Laxe lo hacen con la finalidad de conocer este arenal que nace de la basura que históricamente dejó el ser humano en este lugar. Las mareas fueron devolviendo y depositando los cristales de las botellas que se tiraban en la zona, formando poco a poco esta pequeña y visitada cala.

También vale la pena acercarse al Faro de Laxe, ya sea a pie o en coche. Este hermoso edificio recubierto de azulejos blancos fue construido en 1920 y es otro punto magnífico para ver el atardecer. Como muchos otros faros de la Costa da Morte, también regala una postal hermosa del mar y los acantilados. Dicho de otro modo, es el punto perfecto para poner fin al primer día de paseo por la Costa da Morte.

Mapa de la primera etapa por la Costa da Morte

Segunda etapa por la Costa da Morte: de Laxe a Camariñas

Esta segunda etapa por la Costa Da Morte comienza en el pueblo de Laxe. Si el día anterior no te alcanzó para visitar todos los atractivos de la villa, puedes aprovechar parte de la mañana para hacerlo. Luego, es momento de conducir al primer atractivo de esta segunda jornada.

Castro de Borneiro y Dolmen de Dombate

El Castro de Borneiro se encuentra situado a 2 km del Dolmen de Dombate, de manera que te quedará cómodo visitarlos a ambos.

El Castro de Borneiro es uno de los muchos que hay repartidos por toda Galicia. El mismo corresponde a un antiguo asentamiento celta que, como la gran mayoría de los castros, se posiciona en una zona alta desde la cual podían tener control de las tierras.

El castro se encuentra constituido por viviendas de forma circular, de las cuales solo se conserva la parte baja. Además, se aprecian restos de otras zonas del pueblo y varios monolitos. Sin embargo, una de las construcciones más curiosas del castro es una casa con una enorme losa de piedra que se cree que hacía de puerta y daba paso a una especie de sauna. Tras dar una vuelta por las excavaciones, es momento de ir al próximo destino: el Dolmen de Dombate.

Este monumento megalítico data del IV a.C. y es uno de los mejor conservados de toda Galicia. Si bien la visita se puede hacer por libre, resulta más interesante sumarse a alguno de los recorridos guiados que parten cada media hora del centro de visitantes. De ese modo, podrás comprender su historia e importancia.

Vimianzo y Porto do Cereixo

De camino a Camariñas pasarás por el pequeño pueblo de Vimianzo, un enclave situado en el interior de Costa da Morte. Se trata del municipio coruñés con menor tramo de costa, pero el que mayor concentración de dólmenes y túmulos megalíticos tiene de toda Galicia.

En Vimianzo te sugerimos visitar su castillo medieval, el cual te recibirá ni bien llegues al pueblo. Esta construcción del siglo XIII sufrió varias reformas durante los siglos XIV y XV y sorprende por su buen estado de conservación. El mismo está destinado a promover la artesanía local, puesto que en su interior podrás conocer a los maestros artesanos trabajando sobre telas, cuero, plata, cerámica y el famoso y peculiar encaje de bolillos.

Otro pequeño tesoro de la Costa da Morte que podrás visitar de camino a Camariñas es Porto do Cereixo. A pesar de su reducido tamaño, cuenta con algunos atractivos de interés etnográfico que podrás visitar rápidamente.

El pueblo se encuentra situado en medio de la Ría do Porto y junto a la pequeña población de Ponte do Porto, que a pesar de estar pegada, pertenece al municipio de Camariñas. Uno de sus atractivos es su puerto, que está muy vinculado al Camino de Santiago, puesto que a él llegaban los peregrinos que provenían de Inglaterra.

El puerto se ubica en el punto donde el agua dulce se une con la salada, por lo que se crea un rico ecosistema. Si te gustan las aves acuáticas, allí verás varios ejemplares. A lo largo de la desembocadura del río se abre un bonito paseo fluvial con paneles explicativos de las aves propias de la zona. Allí también se encuentra el tercer molino de mareas más antiguo de Galicia.

Si te gusta el turismo religioso, te recomendamos que visites la iglesia parroquial de Santiago, uno de los mejores ejemplos del románico que verás en toda la Costa da Morte. También puedes visitar uno de los pazos más imponentes de este litoral, las Torres de Cereixo. Tras un breve paseo por el pueblo, es momento de poner rumbo a Camariñas. No te preocupes, estás muy cerca.

Camariñas

A 31 km del dolmen encontramos Camariñas, un pueblo de la Costa da Morte muy conocido por su encaje de bolillos. Esta tradición que ha pasado de generación en generación ha convertido a la villa en la capital del encaje. Todo esto y más podrás conocerlo cuando visites su interesante museo.

Más allá de eso, este pueblo marinero y sus alrededores tienen varios puntos de interés que puedes visitar en lo que resta del día y las primeras horas del siguiente. Camariñas atrae a los amantes de la naturaleza, de los lugares con historia, de las playas y de las vistas de infarto.

Uno de los puntos de interés de Camariñas es su puerto pesquero. Situado en el lado derecho de la Ría de Camariñas, su ambiente siempre rebosa de vida, especialmente al atardecer, cuando los pescadores arriban con la pesca del día. Se trata del puerto pesquero de mayor importancia comercial de Costa da Morte, gracias a la captura de sardina y pulpo. Por ende, podrás probar varias delicias de mar en sus restaurantes.

Si te gusta el senderismo y cuentas con más días para hacer tu viaje por la Costa da Morte, tienes que saber que desde este municipio parten diferentes rutas que recorren el litoral. El inicio de las mismas se encuentran en la carretera que conduce al Cabo Vilán y son 3. La Ruta Litoral tiene 22 km y pasa por todos los puntos de interés de Camariñas. La PRG-158, también llamada Ruta Costa da Morte, tiene la misma longitud, pero es un poco más complicada. Por último, la Ruta da Insua es la más sencilla de todas y la más corta, puesto que son apenas 5 km.

Camariñas también tiene playas muy bonitas que ameritan una visita. Al este de Cabo Vilán se encuentran 4 arenales que forman un conjunto llamado Praias de Reira. Las mismas se sitúan en un ambiente salvaje y carecen de servicios. Ariño, por su parte, es una playa tranquila y familiar, perfecta para una tarde a puro relax. En los alrededores del pueblo hay otras opciones, como Lingude, Lobeiras o Santa Mariña. Aunque, una de las imperdibles es la playa del Trece, de la cual ya te hablaremos.

Camelle

Desde Camariñas puedes coger la Avenida Ambrosio Feijóo (AC-432) y conducir los 14 km que la separan del pequeño pueblo costero de Camelle. El principal atractivo de este enclave de la Costa da Morte es la Casa-Museo de Man.

Manfred Gnädinger, mejor conocido como Man, fue un alemán que vivió a partir de 1962 en esta zona de la costa gallega y en profunda sintonía con la naturaleza. Su pequeña casa no contaba con agua ni electricidad y fue construida por él mismo en una zona rocosa cercana al puerto.

Durante todo el tiempo que pasó en Camelle y hasta su muerte, Man fue realizando esculturas a partir de diversos materiales, muchas de ellas sobre las rocas y en espacios de tierra. Sin dudas, este singular personaje dejó su legado en la villa, tal como comprobarás cuando visites su casa-museo.

Cementerio de los Ingleses, un imperdible de la Costa da Morte

Estamos ante una de las visitas que no puedes dejar fuera de tu ruta por la Costa da Morte. El Cementerio de los Ingleses se encuentra situado entre punta de O Boi y punta A Cagada, en el lugar donde fueron enterrados los cuerpos procedentes del naufragio del Serpent, el 10 de noviembre de 1890. Como te contamos antes, fueron los vecinos de las cercanías quienes levantaron este cementerio, con el fin de enterrar a los cuerpos hallados en la costa.

Esta misma ensenada acoge una de las playas más salvajes de este tramo del litoral. Desde el cementerio parte un sendero que te llevará a la playa de Trece, un paraíso de arenas blancas y aguas de color turquesa que parece mentira que se haya cobrado tantas vidas.

Detrás de la playa verás una enorme duna que se eleva hacia el Monte Blanco. Se trata de una de las dunas rampantes (es decir, que se forma cuando el viento empuja la arena contra la ladera de una montaña), más altas del continente europeo. La postal que regala es una de las más vírgenes de esta zona de la Costa da Morte, así que vale mucho la pena acercarse a este lugar para contemplar las vistas.

Faro del Cabo Vilan

Muy cerca de la playa encontramos otro de los faros más emblemáticos de la Costa da Morte (por ende, una visita obligada). De hecho, su historia se encuentra vinculada a la del Cementerio de los Ingleses. Como una de las causas del naufragio fue la poca iluminación que proporcionaba el faro anterior, se decidió construir este edificio en 1896. El resultado fue la creación del primer faro eléctrico de España, hoy considerado también uno de los más lindos de toda la costa gallega.

El Faro del Cabo Vilán o Villano se encuentra enclavado en un saliente rocoso, junto a la construcción antigua que no cumplió su deber de alumbrar las costas. Para disfrutar de toda su belleza, puedes caminar hasta un montículo cercano desde el cual se contemplan hermosas vistas de los dos faros y la antigua casa del farero, con el Océano Atlántico como telón de fondo.

No dejes de visitar el Centro de Interpretación de los Naufragios, el cual cuenta la historia de los naufragios ocurridos en la Costa da Morte a través de un interesante recorrido.

¿Sabías qué? El tramo que discurre entre el Faro Vilán y Camelle es conocido como la Ruta de los Naufragios. Se trata de una de las rutas más hermosas de Camariñas, con un paisaje sobrecogedor y playas que aparecen escondidas entre rocas y acantilados. Este camino sin asfaltar demanda conducir despacio (si tienes vehículo alto mejor) y pasa por todos los puntos que ya hemos mencionado (el Cementerio de los Ingleses, la playa do Trece y el Monte Blanco).

Mapa de la segunda etapa por la Costa da Morte

Tercera etapa por la Costa da Morte: de Camariñas a Fisterra

Es hora de comenzar la tercera etapa de esta fabulosa ruta por la Costa da Morte. Si hasta ahora los paisajes te han dejado fascinado, espera ver todo lo que resta por delante. ¡Te volverás un fanático de esta travesía!

Muxía, uno de los pueblos más importantes de la Costa da Morte

Toda ruta por la Costa da Morte incluye sí o sí una parada en el pueblo de Muxía. Situado a 35 km de Camariñas, será la primera visita del día.

Esta villa marinera enamora al viajero gracias a la belleza de sus paisajes costeros delineados por acantilados y playas salvajes; por su patrimonio histórico y una deliciosa gastronomía basada en pescados y mariscos frescos.

El cabo donde se levanta el pueblo de Muxía se encuentra presidido por el Santuario da Virxe da Barca. Según la leyenda, en esta iglesia se apareció la Virgen al Apóstol Santiago, motivo por el cual cientos de peregrinos del Camino de Santiago se desvían de su camino hacia estos agrestes promontorios. Así no seas peregrino, no puedes dejar de acercarte a este emblemático punto de la Costa da Morte.

Otra de las principales atracciones turísticas de Muxía es el conjunto de piedras situadas frente al santuario. La más famosa es la Pedra da Abalar, la cual simula ser una estructura de la barca en la que llegó María al lugar. Según la leyenda, quien sea capaz de mover la piedra, quedará libre del pecado. La Pedra dos Cadrís, por su parte, tiene forma de vela y, según la tradición, si pasas 9 veces por debajo de ella quedarás curado de alguna enfermedad. Luego, está la Pedra do Timón, sin leyendas por detrás y con forma de timón.

Otro rincón interesante de la villa es el paseo que lleva al Miradoiro do Corpiño, el cual regala hermosas vistas de las casas de piedra con techos rojizos propias de Muxía. Tampoco te pierdas la tranquila Playa da Cruz, un arenal bañado por aguas transparentes muy cercano al núcleo urbano. Desde allí parte un paseo marítimo que bordea el puerto y llega a Punta da Barca, otro de los puntos más hermosos de la villa.

Hay más por ver en Muxía, pero, como el día es largo, te sugerimos que sigas viaje al próximo destino de la ruta.

Monte Facho y playa de Lourido

Muy cerca Muxía encontramos la cumbre del Monte Facho, punto desde el cual tendrás una panorámica espectacular de la Costa da Morte. Una curiosidad de este sitio es que antiguamente había hogueras y antorchas que se encendían para ayudar a la navegación de los barcos y comunicar la llegada de piratas de pueblo en pueblo.

La vista desde el Monte do Facho abarca una amplia zona de la Costa da Morte, desde Cabo Vilán hasta Cabo Touriñán, también el Faro Vilán, el pueblo de Camariñas, las playas de Leis y Lago, Muxía y la desconocida playa de Lourido, situado justo debajo del monte.

Si prefieres invertir parte del día en hacer una ruta de senderismo, puedes ir a este monte de esa manera. El camino es circular y tiene 15 km de longitud, comenzando y finalizando en la Plaza de O Coído.

Tomando la carretera DP-201 pasarás por la playa de Lourido, un hermoso arenal con forma de concha bañado por aguas de un intenso color turquesa que da gusto apreciar. Alrededor de la playa hay un sistema de dunas llenas de vegetación que van ascendiendo por el monte hasta la aldea de Lourido. En uno de los extremos de la playa se encuentra el famoso Parador de Muxía, uno de los más lindos de la Costa da Morte.

Cabo Touriñán y faro

El Cabo Touriñán es el punto más meridional de la España peninsular. En este enorme saliente de más de 2 km encontramos un faro construido en 1898 para guiar a las embarcaciones durante su viaje por estas peligrosas costas. El mismo se encuentra unido a la casa del farero y actualmente está en desuso, puesto que en 1981 se construyó un nuevo faro pegado al antiguo.

Aquí podrás caminar al borde del acantilado para disfrutar de unas hermosas vistas de este agitado mar que tantos naufragios ha producido. Uno de los más famosos fue el del barco Madeleine Reig, que sufrió dos accidentes en el mismo lugar.

El Cabo Touriñán es un sitio que invita a disfrutar del último atardecer del continente. Aunque, esto ocurre únicamente entre el 24 de marzo y el 23 de abril y entre el 18 de agosto y el 19 de septiembre. Más allá de eso, merece la pena asomarse a este rincón de la Costa da Morte que, si bien no es Ushuaia, el espectáculo que regala es lo más parecido al fin del mundo.

Lires

A 15 km de Cabo Touriñán encontramos la pequeña villa de Lires. Este enclave de la Costa da Morte se caracteriza por sus construcciones tradicionales situadas junto a la ría de Lires, la más pequeña de Galicia.

El principal reclamo turístico de Lires son sus playas separadas por la desembocadura del río. El arenal de Nemiña, el cual marca el final de la ría de Lires y el comienzo del Cabo de Touriñán, es una de las zonas de Galicia de mayor interés para el turismo ornitológico. Allí verás cientos de gaviotas, cormoranes, garzas reales y otras especies. Los amantes de la observación de aves sin dudas querrán pasar por este lugar. La playa de Nemiña también es idónea para la práctica del surf y la pesca.

A la izquierda de la playa verás la desembocadura del Río Castro en la Ría de Lires, formando un paisaje de gran belleza. La postal se termina de completar con las hermosas dunas que rodean el arenal.

Fisterra

Luego de visitar Lire y su playa, es momento de seguir viaje a Fisterra. Para eso deberás conducir durante 14 km por una carretera que corre en paralelo a la costa todo el tiempo. Fisterra o Finisterre era conocido como el fin del mundo para los romanos, quienes habitaron el litoral gallego en épocas de antaño. Si bien hoy se sabe que no es el fin del mundo, esto no le quita belleza al cabo y su famoso faro que se yergue frente al mar.

Fisterra también marca el punto final del camino de Santiago, motivo por el cual fue declarado patrimonio europeo. Su emblemático faro es el más importante de la Costa da Morte y lleva desde el año 1868 guiando a los marineros y pescadores que navegan por ella. Situado a 143 metros de altura, regala algunos de los atardeceres más espectaculares de Galicia y cuenta con un interesante museo dedicado al mundo de los faros.

Para llegar a él hay que tomar una carretera bien señalizada que sale del pueblo de Fisterra y sigue la línea de la costa. Al final del camino hay un parking en donde podrás dejar el coche y caminar hasta el cercano faro.

Nuestro consejo es que des por finalizada tu tercera jornada por la Ruta da Morte contemplando el atardecer desde este punto. No caben dudas de que es el broche de oro para despedir un día lleno de emociones.

Mapa de la tercera etapa por la Costa da Morte

Cuarta y última etapa por la Costa da Morte: de Fisterra a Carnota

Llegamos a la cuarta y última etapa de esta ruta por la Costa da Morte. Antes de comenzar, te aclaramos que si no cuentas con más días, puedes dar por finalizada la travesía aquí, como hacen muchos viajeros.

Corcubión

A tan solo 11 km de Fisterra llegamos a Corcubión, el municipio más pequeño de la provincia de A Coruña, pero también uno de los más bonitos. Pegado a él se encuentra Cee, un enclave con un encantador paseo marítimo y su conocida playa de la Concha.

Este municipio y su ría homónima se extiende desde el Cabo de Finisterre hasta la kilométrica playa de Carnota. Tanto en su interior como fascinante litoral aparecen cascadas, faros, miradores y pequeñas villas llenas de encanto. Dicho de otro modo, es otro de los imprescindibles de esta ruta por la Costa da Morte.

Corcurbión es una localidad moderna, sin grandes monumentos que señalar, pero con una agradable muestra de viviendas marineras con galerías de madera de color blanco que le dan mucho encanto visual. Uno de sus atractivos es el Castillo del Cardenal, el cual fue parte de la barrera defensiva que protegía el acceso al puerto en la segunda mitad del siglo XVII. Al mismo tiempo, acoge algunas casas solariegas muy bonitas, como el pazo de los Altamira y de los condes de Traba.

Playa de Gures

Muy cerca del pueblo de Corcubión se encuentra la playa de Gures, una de las más lindas de la Costa da Morte. Para llegar a ella tienes que tomar la carretera AC-550 (la misma que te lleva a Corcubión), y entre Ézaro y el pueblo de Gures verás el cartel que indica el sendero a la playa y un sitio donde podrás dejar el coche.

Al principio el camino es sencillo, aunque en el tramo final hay unas escaleras con bastante pendiente y una parte en la que tendrás que descender por la roca. El camino no es difícil, pero no es apto para personas con movilidad reducida y hay que ir con cuidado.

Gures es una playa aislada, de arena blanca, aguas turquesas y cristalinas que no tiene una alta afluencia de visitantes. Por ende, es el sitio ideal para desconectar y disfrutar de la tranquilidad que ofrece la Costa da Morte.

Mirador y cascada de Ézaro

Tras visitar la playa es momento de seguir viaje por la AC-550 para conocer Ézaro. Esta pequeña aldea es famosa por su cascada, la cual se forma por la desembocadura del río Xallas en el mar. Se trata del único río de España que desagua de esta manera, por ende, otro sitio que sí o sí debe formar parte de tu ruta por la Costa da Morte.

Una espectacular pared de granito de gran altura marca el final del río Xallas y el punto desde el cual sus aguas se precipitan al mar. La belleza, tanto de la cascada como el entorno, es algo a destacar. No en vano, se ha convertido en uno de los puntos más visitados de la Costa da Morte. Incluso, durante la época estival se montan espectáculos audiovisuales en el lugar.

Justo al inicio del camino que conduce a la cascada hay un pequeño puerto deportivo con algunas embarcaciones y un mercadillo de artesanías. Una vez que pases por esta zona encontrarás una pasarela de madera que conecta con la cascada. Antes de llegar verás el Centro de Interpretación de la Electricidad de Ézaro, un museo gratuito ubicado en la antigua central de O Pindo.

Finalmente, te toparás con este espectacular salto en donde convergen las aguas del Atlántico con el río Xallas. Se trata de un lugar absolutamente mágico que te dejará fascinado.

Pero, la visita no termina aquí. Antes de seguir viaje tienes que llegar al Mirador de Ézaro y disfrutar de una gran panorámica de toda la zona. Para eso hay que subir en coche unos 3 km por el Monte O Pindo y sortear un gran desnivel. De todos modos, las vistas de Ézaro, la desembocadura del río Xallas y las laderas del Monte O Pindo justifican enormemente el paseo.

Carnota

Finalmente, llegamos al destino final de esta ruta por la Costa da Morte: Carnota. El mismo es famoso por su enorme playa, considerada una de las mejores de toda Galicia.

La playa de Carnota tiene 7 km de longitud a lo largo de los cuales la naturaleza se expresa con su máximo esplendor. Este espacio protegido cuenta con diferentes zonas, como es el caso Boca do Río, que según la marea crea unas piscinas naturales perfectas para el baño. 

De todos modos, Carnota también merece una parada por contener uno de los hórreos más largos de Galicia. Con 34 metros de longitud, se ha convertido en uno de los símbolos por excelencia de este pueblo. Junto a él se encuentra la Iglesia de Santa Comba, un templo barroco del siglo XVIII que termina de conformar un conjunto arquitectónico de gran importancia.

Mapa de la cuarta etapa por la Costa da Morte

De ese modo, ponemos fin a esta ruta por la Costa da Morte. Como pudiste ver, se trata de un itinerario intenso, con un montón de sitios para visitar (y eso que muchas cosas quedaron afuera). Por eso, lo mejor es tomarlo con calma e ir a tu ritmo. Si bien nosotros te proponemos un itinerario, siempre podrás amoldar el paseo a tus gustos y tiempo.

Consideramos que con esta ruta por la Costa da Morte verás todo: playas salvajes, faros, miradores, cascadas, monumentos históricos, pueblos marineros y también harás alguna ruta de senderismo. Una propuesta de lo más completa que te hará amar este tramo del litoral de Galicia. La Costa da Morte es un lugar que cualquier viajero que pase por estas tierras tiene que ver con sus propios ojos.