A tan solo 30 km de Sevilla encontramos Carmona, una pequeña ciudad situada en plena campiña que se jacta de tener uno de los cascos históricos más auténticos y hermosos de Andalucía. Conocida como la “ciudad blanca”, Carmona cuenta con un patrimonio monumental impresionante, una larga historia por detrás, una exquisita gastronomía y muchos motivos más que justifican hacerle una visita.

La larga historia de Carmona y las muchas civilizaciones que pasaron por ella fueron dejando su marca. Esto la convierte en un atractivo turístico muy importante dentro de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Por eso, el día de hoy te invitamos a hacer una ruta monumental por Carmona. ¡Comencemos!

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La ciudad de Carmona se encuentra ubicada en el centro de la provincia de Sevilla, dentro de una comarca cerealera y olivera de gran importancia. El término municipal se alza en la margen izquierda del río Guadalquivir, en un promontorio rocoso (la cresta de Alcores, única elevación de la zona) rodeado de fértiles llanuras. Esta geografía ha sido un factor clave en la configuración de la ciudad a lo largo del tiempo.

Al igual que la cercana Écija, Carmona también tiene un pasado romano clave, que dejó huellas muy visibles en su actual trazado urbano. Lo mismo sucede con los árabes, que también hicieron lo suyo antes de la llegada de Fernando III el Santo.

¿Sabías qué? A Carmona se la conoce también como el Lucero de Europa. El por qué de ello lo encontramos en la famosa frase pronunciada por Fernando III “El Santo”, tras arrebatar Carmona a los musulmanes: “Así como el lucero brilla en la aurora, así brilla en Andalucía Carmona”.

Breve resumen de la historia de Carmona

No nos explayaremos demasiado en la historia de Carmona, pero, queremos contarte un poco sobre su pasado, el cual es clave para acompañar el recorrido monumental por la ciudad.

Los orígenes de Carmona se remontan al Neolítico, algo de lo cual dan nota los restos prehistóricos encontrados en sus alrededores. Fue una ciudad ibérica que tuvo una participación muy activa durante la segunda guerra púnica, allá por los años 218-202 a.C. Aunque, quienes más marcaron su historia fueron los romanos.

Tan importante fue el paso de este imperio por la villa que allí se llegó a acuñar la moneda romana. Asimismo, por ella pasaba la Vía Augusta, muy usada durante la Edad Media. De este brillante período se conservan algunos restos, un puente de origen romano y las dos puertas principales del recinto amurallado de Carmona: las de Sevilla y de Córdoba. Aunque, la Necrópolis es el monumento romano más destacable. Más adelante te hablaremos de cada uno de estos lugares, no te preocupes.

A los romanos siguieron los musulmanes, quienes también dejaron un notable legado. Carmona llegó a ser capital de los primeros reinos de Taifa y en 1247 se rindió ante Fernando III el Santo, quien devolvió la ciudad al cristianismo y construyó iglesias renacentistas y barrocas.

Gracias a esto, hoy en día Carmona es una de las ciudades más monumentales de Andalucía. Por eso, caminar por sus calles es sumergirse en su larga historia e ir descubriendo el legado que dejó cada uno de los pueblos que pasó por ella.

¿Qué ver en Carmona?

Prácticamente, todos los monumentos y sitios interesantes qué ver en Carmona se encuentran compactados dentro de lo que fue el recinto amurallado. Allí encontrarás muchas calles y edificios que hacen a la belleza de su casco histórico. En ellos centraremos nuestra ruta monumental por Carmona.

La ruta turística por el centro histórico de Carmona no tiene pérdida, ya que en el suelo hay unas flechas que indican el recorrido óptimo para visitar cada uno de sus puntos imprescindibles.

Además de la ruta monumental, no es mala idea recorrer las calles del barrio de San Felipe, pasear por la antigua judería y visitar el arrabal. Pero, si únicamente tienes un día para dedicarle a la ciudad te recomendamos incluir sus lugares imprescindibles, aquellos que por su espectacularidad no puedes perderte.

Si te gustaría conocer la ciudad de la mano de un guía que te cuente todos sus secretos, creemos que esta visita guiada por Carmona o este tour privado por Carmona. El mismo incluye un guía en español, la entrada al Alcázar de Abajo, a la Iglesia de Santa María y al Convento de Santa Clara.

Hay mucho que ver, así que cálzate las zapatillas, coge tu cámara de fotos y prepárate para conocer una de las ciudades más bonitas de la provincia de Sevilla.

Puerta de Sevilla

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El recorrido monumental por Carmona comienza en el Alcázar. Aunque, antes tendrás que cruzar la Puerta de Sevilla. Este histórico acceso al recinto amurallado hoy en día le da la bienvenida al visitante al casco histórico de la ciudad.

La Puerta de Sevilla es un arco que formó parte de las murallas que rodearon la ciudad entre el siglo III a.C. hasta el XVIII, cuando Carmona comenzó a expandirse más allá de sus muros. En su momento esta puerta, que alcanzó su máximo esplendor en la época romana, defendía el lado más vulnerable del cerro donde se asienta la ciudad.

La Puerta de Sevilla fue construida por los tartesios y cartagineses, mientras que en la época romana fue reforzada con el conjunto de puertas y un templo. Más tarde, los musulmanes añadieron barbacanas, muros y un aljibe. Hoy en día, es Bien de Interés Cultural y el primer contacto con la historia de Carmona.

Alcázar de Abajo

El Alcázar es un monumental conjunto defensivo de origen cartaginés que permite al visitante adentrarse en sus patios, salones y subir a la Torre del Oro.

El Alcázar de Abajo (también llamado Alcázar de la Puerta de Sevilla) era casi inexpugnable. Su nombre se debe a que fue erigido en la zona baja de Carmona. En cambio, en la parte más alta de la ciudad se encuentra el Alcázar del Rey Don Pedro. Gracias al primero, Carmona fue la ciudad más fuerte y segura de la Bética antigua (la Andalucía en la época romana). Cruzar estas murallas hoy en día es todo un reclamo turístico, pero, en épocas antiguas no era algo tan sencillo.

El Alcázar de Abajo de Carmona acoge la Oficina de Turismo, la cual da acceso a las diferentes dependencias y cubiertas almenadas de la fortaleza. Lo primero que verás una vez que accedas al recinto es la Terraza de los Anexos, punto del cual se contempla la parte interior de la Puerta de Sevilla y el Muro de la Cortina.

Tras atravesar la puerta situada en el Muro de la Cortina se accede al Patio de los Aljibes, donde antiguamente había un templo romano y un depósito de agua de la época árabe. En la parte izquierda se encuentra la Torre del Homenaje, la cual conserva intactos los sillares almohadillados. Junto a ella hay unas pequeñas escaleras que bajan a una terraza desde la cual se obtienen unas vistas hermosas de la ciudad de Carmona, con la parroquia de San Pedro de fondo.

Hacia el lado contrario a la Torre del Homenaje verás una puerta que da acceso al Salón de los Presos Bajo, sitio que sirvió como prisión para la nobleza. Otro imperdible es la Torre del Oro, desde la cual se contempla una vista panorámica inmejorable de la ciudad de Carmona. Pararte aquí te ayudará a imaginar cómo fue en épocas de antaño, cuando se controlaba la llegada de los enemigos desde este punto estratégico.

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Sin dudas, visitar el Alcázar de Abajo es una de las mejores cosas que hay para hacer en Carmona. Grandes y chicos disfrutarán de pasear por sus dependencias y admirar la ciudad desde sus torres. ¡No te lo pierdas!

El horario de visita al Alcázar de Abajo es de lunes a sábados de 10 am a 6 pm y los domingos y festivos de 10 am a 3 pm. El precio de la entrada es de 2 € para adultos y 1 € para menores de 16 años y jubilados. Los días lunes la entrada es gratuita.

Iglesia de San Pedro

Frente a la Puerta de Sevilla encontramos la Iglesia de San Pedro, un templo construido en el siglo XV sobre los restos de la ermita de la Virgen de la Antigua. Su aspecto actual lo adquirió en el siglo XVIII, en pleno auge del barroco.

El templo destaca por su cúpula barroca y su torre campanario terminada en 1783, la cual es conocida como la Giraldilla, debido a su parecido a la veleta de la Giralda de Sevilla. Por 1 € podrás visitar el bello coro y las capillas ricamente decoradas del interior.

Plaza San Fernando

Luego de visitar el Alcázar puedes ir a la Plaza de San Fernando. La misma se encuentra situada en el cruce del Cardo Máximo y el Decumanus Máximo, vías que fueron parte del trazado urbano que implementaron los romanos.

El Cardo Máximo es una larga vía longitudinal que unía la puerta de Sevilla con la de Córdoba (otra de las puertas de la ciudad, situada en el otro extremo). Si subes por ella llegas a la plaza de San Fernando, antes conocida como Plaza de Arriba.

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En este amplio espacio que hoy en día se encuentra rodeado de casas balconadas de tradición barroca se situaba antes el foro romano y se celebraban las corridas de toros y otros espectáculos. Hoy en día, es el centro neurálgico de Carmona y otra visita obligada para hacer en la ciudad.

Este complejo entramado arquitectónico tiene forma circular (aunque, antes lucía una forma rectangular) y un par de construcciones destacadas. Una de ellas es la Casa Mudéjar, una construcción del siglo XVI decorada con azulejos azules. En la parte baja de esta construcción se encuentra uno de los muchos bares que hay alrededor de la plaza, el popular bar Goya.

Otras de las construcciones destacadas a su alrededor es el Convento de Madre de Dios y la antigua Audiencia, de la cual sobresale su balcón con cuatro columnas de mármol; y el Ayuntamiento. Este último luce una fachada neoclásica y en su interior alberga un antiguo patio claustral en donde se luce el Mosaico de la Medusa, de la época romana.

Desde esta plaza parten varios caminos que puedes elegir, ninguno de los cuales te defraudará. Nosotros te recomendamos tomar el primero, que conduce a la Plaza de Abastos, situada a pocos pasos.

Plaza de Abastos

La Plaza de Abastos es otra de las más bonitas de Carmona. Construida en el siglo XIX sobre el solar donde antiguamente estuvo el convento de Santa Catalina, es otro de los imprescindibles de tu visita.

La Plaza de Abastos o Plaza del Mercado fue diseñada por el arquitecto Ramón del Toro, quien se inspiró en las playas mayores castellanas. Es de estilo neoclásico y cuenta con los típicos pórticos y lonjas donde antiguamente instalaban sus puestos los comerciantes. Las galerías, por su parte, corresponden al claustro del antiguo convento.

Hoy en día, esta plaza es un centro de ocio, gracias a que está llena de bares y terrazas donde la gente se reúne a compartir un trago o una comida. Salir de tapas en Carmona es toda una tradición a la cual tienes que rendirle honor, así no dejes de destinar un momento del día para ello.

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Iglesia del Divino Salvador

Si en lugar de ir a la Plaza de Abastos, tomas la calle El Salvador desde la Plaza San Fernando, llegarás a la Plaza de Cristo Rey. En ella se encuentra otro de los templos que ver en Carmona, en este caso, uno de los más importantes.

Antes de la Iglesia del Divino Salvador hubo un antiguo templo mudéjar que tras el terremoto de Lisboa debió ser demolido, por lo que no queda nada de la construcción primitiva. La imponente iglesia que verás hoy en día se levantó en 1700 sobre los restos de la antigua ermita de San Teodomiro, de la cual se conserva su torre inacabada.

El exterior de la Iglesia del Divino Salvador luce dos importantes portadas realizadas en barroco. En su interior, lo más destacado es la decoración del tambor de la cúpula, el retablo mayor del siglo XVIII y una réplica del famoso Jesús del Gran Poder de Sevilla.

Museo de Carmona

Desde la plaza de Cristo Rey puedes tomar la calle Ramón y Cajal y luego la calle Sol hasta llegar a la calle San Ildefonso. Allí verás la Casa Marqués de las Torres, un antiguo palacio del siglo XVI que acoge el Museo de Carmona. Se trata de la sala de exposiciones más importante de Carmona, sitio en el cual podrás conocer los casi 3.000 años de historia de la ciudad, desde sus inicios hasta la actualidad.

El Museo de la Ciudad nació en 1996 con la finalidad de que el visitante tuviera un complemento a su paseo por las calles, plazas y monumentos de la ciudad.

La colección incluye una muestra arqueológica de la época tartésica que es considerada una de las grandes joyas del museo. También realiza una recreación de la ciudad en su máximo esplendor, cuando estuvo bajo el dominio de Roma. La muestra incluye piezas halladas correspondientes a este período, desde columnas, mosaicos y losas de las calzadas hasta piezas de cerámica. La planta alta del museo, por su parte, abarca el período comprendido desde la Edad Media hasta nuestros días.

La entrada general al museo tiene un costo de 2,5 €, mientras que la entrada reducida cuesta 1,2 €. Los menores de 18 años y los mayores de 65 entran gratis.

Iglesia de Santa María

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A pocos pasos del Museo de Carmona se encuentra la Iglesia de Santa María. Situada en la Plazuela del Marqués de las Torres, fue erigida sobre el solar de una antigua mezquita de la cual únicamente se conserva el patio de las abluciones. Posiblemente, es el templo más importante de Carmona. Además, su entrada es gratuita, por lo que no hay excusas para no visitarla.

La Iglesia de Santa María fue edificada durante los siglos XV y XVI siguiendo el modelo de la Catedral de Sevilla. Su interior conserva un retablo del año 1563 de estilo plateresco en el que se ve representada la vida de Jesús y la Virgen María; además de un museo de arte sacro. La iglesia es realmente majestuosa, al punto tal que te recordará más a una catedral que a una iglesia. Sin dudas, otro de los imperdibles de Carmona.

Convento de Santa Clara

El Convento de Santa Clara fue fundado en 1460 y es otro de los sitios que tienes que incluir en tu ruta monumental por Carmona. Lo más destacado del conjunto es la impresionante mezcla de estilos mudéjar, barroco y renacentista que posee.

En el Convento de Santa Clara podrás visitar una iglesia y un claustro que son dos de los ejemplos de arquitectura mudéjar andaluza más importantes de principios del siglo XVI. Además, cuenta con un interesante museo y una torre mirador del siglo XVIII que también vale mucho la pena. El broche de oro es comprar alguno de los dulces artesanales elaborados por las monjas, especialmente la deliciosa torta inglesa.

La entrada general al Convento de Santa Clara de Carmona cuesta 2 €.

Puerta de Córdoba

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Si continúas por la calle Dolores Quintanilla, que es una prolongación de Santa María de Gracia (en la cual se encuentra el Convento de Santa Clara), llegarás a la majestuosa Puerta de Córdoba. Así como la de Sevilla lleva su nombre por su orientación a la ciudad homónima, lo mismo sucede con la de Córdoba.

Este arco es una construcción que fue levantada entre fines del siglo I a.C. y principios del siglo I d.C. Además de la de Sevilla, es la única que se conserva de las cuatro que formaban parte de la muralla de la ciudad. La Puerta de Córdoba cumplía funciones defensivas y en sus inicios era muy sencilla. Con el tiempo se le fueron realizando varias remodelaciones, hasta que entre 1786 y 1800 adquirió su aspecto actual.

Al igual que la Puerta de Sevilla, visitar este arco es otra de las cosas que tienes que hacer en Carmona. Las vistas desde la campiña así lo ameritan.

Parador de Carmona

Otro de los grandes atractivos y un sitio que de ninguna manera puedes perderte es el Parador de Carmona. Este establecimiento se encuentra situado en la parte alta de la ciudad, en un alcázar construido alrededor del siglo XII durante la época del dominio musulmán.

Fue remodelada en el siglo XIV, cuando el rey Pedro I ordenó a un grupo de artesanos de Sevilla construir varias torres, la puerta exterior y ornamentar el interior. Gracias a eso, la fortaleza se convirtió en un suntuoso palacio. Lamentablemente, parte de esta ornamentación se perdió durante el terremoto de Lisboa de 1755.

El Parador de Carmona se encuentra situado en uno de los ángulos de la fortaleza y fue erigido con una estética similar a la mudéjar. Así no te alojes en él, te recomendamos visitar el lugar para apreciar su hermoso patio interior, disfrutar de su terraza mirador y merendar en su cafetería algún dulce tradicional de Carmona (más adelante te contamos un poco sobre ello).

Por cierto, el Parador de Turismo de Carmona se encuentra rodeado de lo poco que queda del Alcázar del Rey Don Pedro. El origen de esta construcción es posiblemente islámico y más tarde fue restaurado por Pedro I y completado por los Reyes Católicos. Al igual que muchos otros edificios de la ciudad, sufrió las consecuencias del terremoto de Lisboa de 1755, el cual lo dejó muy dañado y desde entonces su deterioro ha sido progresivo.

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Necrópolis y anfiteatro romano

El conjunto romano formado por la necrópolis y el teatro es el más extenso de España, puesto que tiene una superficie de 60.000 m². La necrópolis data del siglo I a.C. al IV d.C., mientras que el anfiteatro es el más antiguo de toda la Península Ibérica.

El conjunto fue descubierto a finales del siglo XIX y abierto al público por primera vez en 1885. Es uno de los yacimientos musealizados más importantes de España, además del primero en abrir como tal.

La necrópolis romana se encuentra situada en las afueras de Carmona y permite ver cómo eran los entierros según la clase social, además de los tipos de tumbas que existían en la época. Incluso, permite visitar una especie de santuario conocido como la Tumba del Elefante y la monumental Tumba de Servilia.

La importancia de la necrópolis radica en su excelente grado de conservación, gracias al cual se aprecian algunos frescos murales que decoraban las paredes de roca. Sin dudas, un imperdible de Carmona que puedes visitar al principio o al final del recorrido por los monumentos de la ciudad.

Frente a la necrópolis se encuentra el anfiteatro, el cual fue destinado a espectáculos de fieras y otras manifestaciones culturales y artísticas. En su momento tuvo capacidad para alojar a 18.000 espectadores.

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Una excelente alternativa para conocer el yacimiento romano y otros atractivos de la ciudad es este tour de nuestros amigos de Civitatis: Tour por la Carmona romana.

Mapa de Carmona

Aquí te dejamos un mapa con el recorrido monumental por Carmona. Como podrás ver, los atractivos se encuentran muy cerca unos de otros, de manera que no necesitas caminar mucho.

¿Cómo llegar a Carmona?

Carmona se encuentra a poco más de 30 km de la ciudad de Sevilla, a 112 km de Córdoba y a 186 km de Málaga. Por ende, viajar en coche desde cualquiera de estas 3 ciudades será la manera más cómoda y rápida de llegar a Carmona.

En ese caso, te sugerimos aparcar en los alrededores del Alcázar, junto al cual hay un pequeño parking, y desde allí comenzar tu ruta monumental por Carmona. Eso sí, procura llegar temprano. En primer lugar, para poder aprovechar el día al máximo. Por otro lado, Carmona es una ciudad que recibe muchos visitantes, por lo que las plazas en los parkings se suelen llenar rápido.

Si no tienes coche, desde la ciudad de Sevilla sale el autobús de la línea M-124 con la empresa Autocares Casal. Otra alternativa es contratar esta excursión a Carmona desde Sevilla.

¿Dónde alojarse en Carmona?

Quedarse a dormir en Carmona es un excelente plan para disfrutar mejor de la ciudad. En ese caso, el mejor lugar para alojarse es el Parador ubicado en el Alcázar del Rey Don Pedro. No solo ofrece una estancia completa para sus huéspedes, sino que les permite disfrutar de una ambientación alucinante. El Parador de Carmona regala también unas estupendas vistas de la campiña y el río Corbones. Eso sí, para poder alojarte aquí deberás desembolsar alrededor de 220 € por noche.

En cuanto a la oferta hotelera de la ciudad, las opciones son muchas. Si buscas alojarte en un establecimiento con decoración mudéjar, el Alcázar de la Reina es perfecto. En este caso, el precio es más accesible que el Parador de Carmona y la calidad es muy buena. El Cortijo Santa Ana, por su parte, es un alojamiento de 4 estrellas y decoración típica andaluza que se encuentra ubicado en una antigua casa real del siglo XVI. Sin dudas, otra excelente opción para dormir en Carmona.

Si tu presupuesto es más ajustado, El Rincón de las Descalzas es un hotel de 3 estrellas muy bien valorado. Lo mismo sucede con 5 Soles Hostal Rural, un hospedaje que tiene una buena relación calidad precio.

Gastronomía de Carmona

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Comer en Carmona será otra experiencia que te hará amar aún más la ciudad. De hecho, es uno de los centros gastronómicos de más nivel de la provincia de Sevilla. Irte sin probar algún plato típico sería un grave error. Además, caminar seguro te abrirá el apetito.

Carmona está llena de bares y restaurantes que sirven platos tradicionales, muchos de ellos inspirados en la cocina árabe. Las hortalizas cultivadas en estas tierras son la materia prima fundamental con la que se elaboran los platos. Las espinacas con garbanzos, las alboronías y las escarolas con pimiento molido; la sopa de tomate, el gazpacho, los espárragos trigueros con huevo cuajado y el cocido con tagarninas, son algunos de los platos más demandados.

Aunque, si por algo se distingue la ciudad, es por sus ricos postres de influencia árabe. En este sentido, no puedes irte de Carmona sin probar la famosa torta inglesa. Este hojaldre relleno de cabello de ángel, espolvoreado con azúcar glas y canela es la estrella de la repostería de la ciudad. También son muy populares los bollos de aceite, los polvorones caseros y el arroz con leche. Las torrijas bañadas de vino dulce y miel, las tortas de almendra y el guiso de castañas con canela son otros imperdibles.

Por otro lado, Carmona se caracteriza por la elaboración de licores, ginebras, anises y pacharàn. Si te interesa conocer este mundo, no dejes de visitar la Destilería de Los Hermanos, sitio donde se creó en el 2013 la conocida ginebra Puerto de Indias.

Con la panza llena y el corazón contento, nos despedimos de Carmona. El Lucero de Europa se merece una oportunidad, y no te arrepentirás de dársela.

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Créditos fotográficos

  • Puerta del Alcázar de Sevilla (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Carmona-Puerta_de_Sevilla_%28enderezada%29-20110916.jpg), por Daniel VILLAFRUELA/CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.en)
  • Alcazar and Seville Gate (https://www.flickr.com/photos/pavdw/49387772502/), por Paul VanDerWerf/CC BY 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)
  • En pleno centro histórico, la Plaza de San Fernando (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Plaza_de_San_Fernando._Carmona_%28Sevilla%29.jpg), por José Luis Filpo Cabaña/CC BY 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/3.0/deed.en)
  • Cordoba Gate (https://www.flickr.com/photos/pavdw/49375255643/), por Paul VanDerWerf/CC BY 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)
  • Parador de Carmona (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Parador_de_Carmona_4.jpg), por Paradores/CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.en)
  • Vista general de Carmona desde el Alcázar de la Puerta de Sevilla, con la torre de la iglesia de San Bartolomé en primer lugar (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Carmona004.jpg), por Anual/CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.en)

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