¿Quieres conocer una ciudad llena de atractivos históricos y culturales? Entonces el destino que tenemos pensado para hoy te encantará. Nos referimos a La Rochelle, una ciudad costera ubicada en el golfo de Vizcaya y en el centro de la costa oeste francesa.

Conocida como “la ciudad blanca”, por sus edificios de piedra caliza pálida, y “la ciudad rebelde” por sus habitantes, La Rochelle es uno de los destinos más fascinantes de Francia. Por eso, hemos decidido armar esta guía completísima con todo lo que puedes ver y hacer allí.

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El ambiente de La Rochelle te fascinará de entrada. Con solo poner un pie en su puerto de origen medieval ya te sentirás parte de la ciudad. Este espacio particular jugó un papel muy importante en su historia, puesto que fue el punto desde el cual partían los barcos con rumbo a nuevos territorios de ultramar. De allí que el puerto haya sido el puntapié para el crecimiento de la urbe y el auténtico corazón de la ciudad.

Aunque, no es lo único que enamora al viajero: en La Rochelle hay una infinidad de cosas por ver. Su oferta turística incluye un buen número de sitios donde salir a comer e ir de compras, como también una movida vida nocturna. 

La Rochelle es la capital del departamento de Charente Marítimo y se ubica a mitad de distancia entre el País Vasco francés y Bretaña, bañada por las aguas del Atlántico. Tanto si te gusta la cultura, la historia, la playa y la buena comida, La Rochelle será sin dudas el destino perfecto.

¿Qué ver y hacer en La Rochelle?

La Rochelle es un destino francés muy popular, especialmente entre los meses de julio y agosto. Los motivos de ello están a la vista: la ciudad está preparada para que el turista viva una experiencia completa. 

Sus atractivos son muchos y para todos los gustos. Aunque, si de imperdibles hablamos, no debes perderte el Puerto Viejo, la Torre de la Linterna, la Torre de San Nicolás y la Torre de la Cadena. Lo mismo sucede con la Grosse Horloge, la antigua puerta de acceso a la ciudad cuyo color ocre se funde con el resto de las construcciones; y otros edificios históricos, como el Ayuntamiento, la Catedral o el Templo Protestante. Si lo tuyo es la historia, entonces no te pierdas el Museo del Búnker, una parada fundamental para conocer el pasado de la ciudad.

Luego de esta breve introducción, conozcamos con más detalles cada uno de estos sitios (y muchos más).

La estrella de la ciudad: el Puerto Viejo 

No existe manera de hablar de los atractivos de La Rochelle que no sea comenzando por su emblemático puerto. El Puerto Viejo es el corazón de la ciudad y, para muchos, su más grande tesoro. Construido en el siglo X, desempeñó un papel crucial en el desarrollo de La Rochelle desde la Edad Media.

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Hoy en día, es un puerto deportivo repleto de bares y restaurantes con terrazas desde donde se disfrutan de las mejores vistas del mar y las embarcaciones. No dejes de pasear por sus muelles, en donde se montan animados espectáculos callejeros, ni de tomar una copa sentado en una terraza.

El muelle Duperré, que se encuentra a solo 300 metros de las emblemáticas torres de la ciudad y la puerta del Gran Reloj (también conocida como la porte de la Grosse Horloge) marca el punto de entrada al casco antiguo y es uno de sus rincones más bonitos.

Desde el puerto puedes también contratar alguna de estas excursiones:

Las Torres de La Rochelle

Junto al Puerto Viejo se encuentran las 3 torres emblemáticas que marcan la entrada y salida del puerto. Si bien hoy son un atractivo turístico, en su momento desempeñaron un papel importante en la historia de la ciudad. 

Las 3 torres de La Rochelle son: la Torre de la Linterna, que era un antiguo faro; la Torre de la Cadena, que lleva este nombre por la gran cadena que se tendía por las noches entre ella y la Torre de San Nicolás, bloqueando el paso al puerto. Por último, la Torre de San Nicolás es la más grande de todas y junto con la anterior cumplía funciones defensivas.

Construidas en la Edad Media, las torres de La Rochelle permitieron el desarrollo de la ciudad nueva a partir del siglo XIV gracias a la protección que le brindaron, de manera especial las torres de San Nicolás y de la Cadena. Ambas torres controlaban el acceso de los buques mercantes al Puerto Viejo y cumplieron, además, funciones carcelarias entre los siglos XVI y XVIII. En el siglo XIX se convirtieron en prisiones militares. 

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Torre de San Nicolás
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Torre de la Linterna

La torre de la Linterna, por su parte, servía de faro y se utilizaba para desarmar los barcos antes de su entrada al puerto. Más tarde se empleó también como prisión, tal como lo demuestran los grabados que hicieron los presos en sus paredes que al día de hoy se conservan. Se trata del faro medieval más antiguo de la costa atlántica y sus 70 metros de altura conforman una estampa magnífica.

Por un solo billete podrás visitar estos 3 Monumentos Históricos que te permitirán conocer más sobre la historia de La Rochelle y de un maravilloso panorama de la ciudad subiendo a la parte más alta. Puedes adquirir desde aquí tu ticket de entrada: entrada a las torres de La Rochelle.

La Grosse Horloge, antigua puerta de la ciudad

Seguimos recorriendo los puntos históricos de la ciudad y es momento de mencionar la Grosse Horloge, la antigua puerta de acceso a la ciudad. Hoy en día, da ingreso al centro histórico de La Rochelle, otro sitio lleno de encanto del cual te hablaremos en breve.  

La Puerta del Reloj fue declarada Monumento Histórico en 1978 y es otro de los emblemas de la ciudad. Sus piedras de color ocre combinan a la perfección con muchas de las fachadas de La Rochelle, creando una estampa hermosa. De su sobria estructura destaca también su reloj y la campana de 2,2 toneladas. 

Casco antiguo

Una vez que atravieses la Puerta del Reloj estarás dentro del centro histórico de La Rochelle, una zona llena de palacios, palacetes, iglesias y torres, además de un mosaico de fachadas dignas de admirar. A ello se suman casas con entramados de madera, callejones, arcos, pasajes abovedados, grandes y antiguos hoteles y gárgolas. En definitiva, la ciudad vieja de La Rochelle es un sitio por el cual vale la pena pasear e ir descubriendo su patrimonio.

A medida que comiences a caminar por sus calles porticadas (en las que en épocas de antaño los comerciantes exhibían sus productos), irás adentrándote en la historia de la ciudad. Poco a poco, te irás encontrando con los edificios más emblemáticos de esta zona, como es el caso de:

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La Puerta del Reloj
  • El Palacio de Justicia: construido en 1604 por Enrique IV, no conserva su diseño original, ya que fue renovado en varias ocasiones. De la estructura original quedan cuatro portones esculpidos y las columnas corintias del siglo XVIII.
  • La Torre de Saint-Barthélemy: fue construida en el siglo XV como parte de un templo del siglo XIII, aunque logró sobrevivir al paso del tiempo por su situación estratégica para los movimientos militares.
  • El Ayuntamiento: es una construcción que parece un castillo fortificado por sus sólidos torreones y protege en su interior figuras femeninas que simbolizan las virtudes cardinales. Fue construido en 1298 y se dice que es el Ayuntamiento francés más antiguo todavía en funcionamiento (no por nada fue declarado Monumento Histórico en 1861). Destaca de manera especial su fachada gótica decorada con gárgolas y esculturas.
  • La Casa de Enrique II: es una mansión construida a mediados del siglo XVI en estilo renacentista. Su patio interior se puede visitar libremente y es una verdadera maravilla. 
  • La casa de Nicolás Venette: Nicolás Venette fue un médico de La Rochelle que vivió en esta casa construida a principios del siglo XVII y autor de numerosos libros de medicina y ciencias naturales. La casa llama la atención por sus bustos de médicos célebres de la antigüedad. 
  • La Cámara de Comercio: se trata de un edificio construido en el siglo XVIII por los mismos comerciantes de La Rochelle. Al día de hoy se puede conocer el patio interior, que de algún modo recuerda a algunos edificios parisinos.
  • La Iglesia de San Salvador: se encuentra ubicada en la rue de Saint-Sauveur y es otro de los monumentos destacados del centro histórico. El templo quedó devastado por dos incendios ocurridos en 1418 y 1705, aunque fue lentamente recuperado en diferentes trabajos de remodelación entre 1995 y 2008. Se encuentra muy cerca del Puerto Viejo y en una calle con mucho ambiente, terrazas y casas de piedra caliza blanca y entramado de madera.
  • La Catedral de La Rochelle: muy cerca de la casa de Enrique II se encuentra la catedral San Luis de La Rochelle. Si bien su exterior puede no llamar mucho la atención, sí vale la pena visitar su interior y apreciar sus pinturas y magníficos vitrales. Además, cuenta con paneles explicativos que te permitirán conocer más sobre la historia de la ciudad. 

Las calles más pintorescas de La Rochelle

La Rochelle posee muchas calles llenas de encanto, pero hay algunas que se distinguen de manera especial. 

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Una de ellas es la Grand rue des Merciers (La Gran Calle de los Comerciantes), el sitio donde se instalaron boutiques de productos manufacturados, como sábanas y lencería. Hasta 1815 la calle se llamó Grand Rue o Rue des Drapiers, hasta que tomó el nombre de Grand Rue des Merciers.

El elemento destacado de esta calle son las fachadas de estilo renacentista y soportales bajo los cuales se montaban los puestos de productos comestibles. A pesar del tiempo mantiene su esencia y hoy en día se encuentra embellecida con casas de entramado de madera.

Otra calle que puedes incluir en tu itinerario es la rue Des Bonnes Femmes. Aquí destacan un conjunto de fachadas con el mismo estilo arquitectónico y tonalidad blanca, además de algunos monumentos históricos, como la Fuente del Pilori.

También, vale la pena dar un paseo por la rue Albert Ier, una vía repleta de tiendas, restaurantes y sitios como la Sala del Oratorio y el Museo de Historia Natural de La Rochelle. Por su parte, en la rue de l’Archimede disfrutarás del contraste entre las casas de colores y el emblemático faro rojo de La Rochelle. 

Les Halles

Los aficionados a la gastronomía y a los productos autóctonos no pueden perderse Les Halles de La Rochelle, el gran mercado de la ciudad. Desde el siglo XIX, las salas de este mercado cubierto ofrecen los mejores productos de la región, incluyendo las patatas de la isla de Re.

Por eso, no dudes en acercarte a este sitio donde además de comprar, podrás probar productos frescos y sabores locales. Por la proximidad del mar es también un buen lugar para probar pescados y mariscos. 

El mercado se encuentra en el barrio de San Nicolás, uno de los del casco antiguo, y disfruta de un ambiente de lo más animado. Funciona todos los días de la semana por las mañanas, aunque los miércoles y sábados es cuando se monta el gran mercado central de La Rochelle. Para esta ocasión, los puestos que no caben en el interior se instalan en la plaza y los alrededores. Sin dudas toda una experiencia que debes vivir.

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Museo del Búnker

Otra de las visitas más interesantes para hacer en La Rochelle es al antiguo búnker de 280 m² donde podrás empaparte de la historia de la ciudad durante la época de la ocupación alemana, desde 1939 hasta el 8 de mayo de 1945. 

Este búnker, donde actualmente funciona un museo, fue construido en 1941 y fue ocupado por los comandantes alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar del paso del tiempo, se ha mantenido intacto, por lo que los turistas pueden aprovechar para visitarlo por dentro.

El Museo del Búnker se encuentra situado en el centro de la ciudad, cerca del mercado y es un sitio único para conocer más sobre la marina y los submarinos alemanes.

Otros museos de la ciudad

La Rochelle posee muchos otros museos que puedes visitar, en caso de que seas aficionado a este tipo de turismo. ¿Quieres saber cuáles son? Nosotros te lo contamos:

  • Museo marítimo: ideal para conocer la historia marítima de la ciudad a través de maquetas, grabados y numerosos objetos exhibidos. Los mismos se remontan al año 1000 y hacen un viaje por la historia hasta los puertos contemporáneos. La colección del museo incluye nueve barcos, seis de los cuales son considerados Monumentos Históricos.
  • Museo de Historia Natural: este edificio resguarda alrededor de 10.000 objetos traídos por exploradores, naturalistas y etnógrafos que partieron de La Rochelle en el siglo XVIII para recorrer el mundo. A su regreso trajeron a la ciudad grandes cantidades de animales disecados, aves, insectos y artefactos históricos que actualmente se exponen en este espacio. El museo se ubica en una majestuosa mansión del siglo XVIII, en el extremo norte del casco antiguo, a 800 metros al norte de la puerta del Gran Reloj.
  • Museo de Bellas Artes: en una ciudad como La Rochelle no puede faltar un espacio dedicado a los amantes del arte. En este caso, el museo alberga una interesante colección de pinturas europeas de los siglos XV al XX.
  • Museo de Autómatas y maquetas: este curioso museo cuenta con más de 300 autómatas en movimiento, además de algunas reproducciones de embarcaciones antiguas.

Parque Charruyer

Si buscas un poco de verde, no necesitarás trasladarte demasiado. En el corazón de la ciudad se encuentra el Parque Charruyer, un gran jardín público de 40 hectáreas que es atravesado por un canal y varios caminos. Es el sitio ideal para respirar un poco de verde y dar un agradable y tranquilo paseo a pie o en bicicleta bajo su arboleda. 

Las familias que viajan con niños pequeños pueden disfrutar de su parque de juegos infantiles y del pequeño parque de animales que volverá locos a los más chiquitos de la familia.

Acuario de La Rochelle

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La oferta turística de La Rochelle aún no acaba (te advertimos que había mucho para hacer). Otro buen lugar para visitar con niños es el Acuario, situado frente al Puerto Viejo y cerca de la Torre de San Nicolás. Es uno de los sitios más visitados de la región y uno de los acuarios más importantes de Europa (motivo suficiente para conocerlo, ¿no crees?).

El Acuario de La Rochelle es fantástico para aprender todo sobre el mundo marino, a través de una serie de atractivos pensados tanto para grandes como para chicos. Allí tendrás la oportunidad de ver de cerca a casi 12.000 especies diferentes procedentes de todo el mundo. No dejes de recorrer las secciones del Océano Atlántico, el Mar Caribe, Mediterráneo y la selva tropical, en donde aprenderás todo lo relacionado con cada sitio específico. Tampoco te pierdas del Ballet de las medusas o el acuario de tiburones.

Playas de La Rochelle

En La Rochelle también es posible hacer turismo de playa en cualquiera de sus 3 opciones. Una de ellas es la llamada Plage de la Concurrence, que se encuentra a 5 minutos caminando desde el centro de la ciudad. Es una playa bien equipada para ir con niños y adecuada para personas con movilidad reducida. 

Un poco más alejada del centro, pero también más tranquila, encontramos la playa Chef-de-Baie. Su principal ventaja es que se encuentra protegida del viento por un dique de mar. 

Sin embargo, la playa más famosa y popular es la llamada Les Minimes, la más grande de La Rochelle. La misma se encuentra al sur del puerto de Minimes y dispone de una franja de arena de 200 metros, una buena cantidad de tiendas y restaurantes. También está preparada para las personas con movilidad reducida y cuenta con todos los servicios necesarios para pasar un día de playa.

Visitar Les Minimes es un buen plan si viajas a La Rochelle en verano. Además, puedes aprovechar la visita y degustar el plato estrella de los restaurantes de la zona: los mejillones con patatas fritas. Una vez que hayas recargado las energías, no dejes de dar un agradable paseo hasta el antiguo faro ubicado en la punta del cabo de Minimes, al sur de la playa.

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Sitios para visitar desde La Rochelle

Los siguientes sitios que te proponemos son increíbles, pero visitarlos o no dependerá del tiempo que tengas. Lo ideal sería poder estar un fin de semana completo en La Rochelle y dedicar un día a conocer alguno de los destinos que te mencionaremos a continuación.

Isla de Ré

Para llegar a la Isla de Ré solo debes atravesar el puente que la une a tierra firme desde hace más de 20 años. Una vez que lo hayas cruzado, llegarás a una pequeña isla de 32 km de largo y 5 de ancho que combina mucha naturaleza y una serie de pueblos encantadores con casitas de color blanco. Es un lugar que, a pesar de haberse convertido en un popular y exclusivo destino de veraneo, mantiene intacta su idiosincrasia y su peculiar estilo de vida.

La mejor manera de recorrer la Isla de Ré es en bicicleta. De hecho, es el medio de transporte de uso más masivo, gracias a que el terreno es totalmente plano. Por eso, si quieres tener una vista panorámica de la isla y el océano, deberás subir a su punto más elevado: el Faro de las Ballenas.

La capital de la Isla es Saint Martín, una pequeña población protegida por un impresionante conjunto defensivo militar que fue declarado Patrimonio de la Humanidad. A ella se suman algunos pueblecitos distribuidos entre viñedos, salinas, bosques e inmensos arenales. Las viviendas tienen un color claro, casi blanco, que contrasta con el verde o azul de las contraventanas y el naranja de las tejas de sus techos. 

Si tienes un día completo para visitar la isla, te sugerimos ir a los siguientes lugares:

  • Lo primero que puedes visitar en la Isla de Ré es el Fort de la Prée, una compleja fortificación del siglo XVII con forma de estrella a través de la cual se accedía desde el mar a la isla. Muy cerca, en la costa este, se encuentran las ruinas de la abadía cisterciense «Des Châteliers «, que representan el edificio más antiguo de la Isla de Ré.
  • El Ecomuseo de las Salinas, en la zona noreste, en donde conocerás la historia de la larga tradición salinera que siempre caracterizó a la Isla de Ré.
  • En el encantador pueblo de Saint Martin podrás visitar su ciudadela, las fortificaciones de Vauban, recorrer los callejones del antiguo barrio pesquero lleno de casas blancas y floridas y el puerto deportivo.
  • El Faro de las Ballenas se encuentra ubicado en el punto más occidental de la isla y es perfecto para disfrutar de una excelente panorámica. Se trata de uno de los faros más altos de Europa, así que te imaginarás las vistas desde allí arriba. Eso sí, prepárate para subir los más de 250 escalones que conducen a lo alto de la torre. 
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Como te podrás imaginar tratándose de una isla, también encontrarás encantadoras playas casi vírgenes con un mar limpio y puro. 

Ya lo sabes, si cuentas con un fin de semana completo en La Rochelle, agenda pasar medio día o un día completo en la Isla de Ré.

Isla de Olerón

Si tienes la oportunidad de tomar un ferri desde el puerto y acercarte a la isla de Oléron, no dudes en aprovecharla. Este enclave mágico es la isla más grande de la costa atlántica francesa y un sitio que disfruta de un clima suave. Olerón invita a descubrir sus magníficas playas de arena y recorrer sus hermosos bosques de pinos. Sin dudas todo un paraíso que vale la pena descubrir.

Aunque, si por algo es famosa la isla de Oléron es por su producción de ostras. Es más, las ostras de Olerón tienen fama de ser las mejores de Francia. El simple hecho de querer disfrutar su sabor es un buen pretexto para visitarla, aunque una vez allí seguro querrás descubrir todos sus encantos. Uno de ellos son las famosas fortificaciones de Vauban o la ciudadela de Chateau d´Oléron, dos visitas más que recomendadas.

En la localidad de Chateau d´Oléron no solo podrás disfrutar de su ciudadela, sino también pasear por su antiguo puerto pesquero, lleno de coloridas casas de madera.

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Ciudadela de Chateau d´Oléron

Por otro lado, si te gustan las vistas panorámicas en esta isla también encontrarás un emblemático faro. Hablamos del faro de Chassiron, ubicado en un acantilado en el extremo norte de la isla. Con 46 metros de altura y una escaleras en caracol de 224 escalones, este faro se ha convertido en todo un atractivo de la isla. ¿Te animas a subir y descubrir la vista que regala?

Isla de Aix

La pequeña isla de Aix tiene un encanto especial. Sus 100 hectáreas son ideales para recorrerlas caminando o en bicicleta e ir enamorándote poco a poco de sus bosques, playas y su naturaleza salvaje. Nuevamente, tu punto de partida será el puerto de La Rochelle, contratando una embarcación o una excursión a la isla de Aix.

Aix está formada por un núcleo urbano fortificado por Vauban. Contrario a lo que puedes suponer, no se trata de una isla de pescadores, sino de un antiguo bastión militar. En épocas de antaño defendía la embocadura del Charente, hasta que más tarde se construyó el Fort Boyard.

La isla también es famosa por haber sido el último lugar por el que pasó Napoleón antes de su exilio en 1815. De allí que haya un museo que rinde homenaje a este emperador.

Fort Boyard

Si viajas a La Rochelle, posiblemente sientas curiosidad por conocer una de las fortalezas más famosas que hay cerca de ella. La mayoría de ellas fueron construidas por el ingeniero Vauban para proteger Rochefort, la ciudad donde se encontraba el Cuartel General de la Armada Francesa. De todas estas fortalezas, la más famosa de todas es Fort Boyard.

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La fama de Fort Boyard está dada por su característico emplazamiento sobre el mar, en medio de las islas de Aix y Olerón. Su construcción llevó a la creación de Boyardville, una pequeña localidad de la isla de Olerón en donde vivían los trabajadores de la fortificación.

Hoy en día, este pueblo alberga un puerto desde el cual salen las excursiones para visitar Fort Boyard. Aunque, solo podrás navegar alrededor de la fortificación, puesto que actualmente pertenece a una productora de televisión que lo utiliza para un popular reality show.

Tip viajero: pagando un coste adicional podrás recorrer la fortificación y la pequeña isla de Aix. 

Mapa de La Rochelle

City Pass de La Rochelle

Si piensas pasar más de un día en La Rochelle, entonces considera la posibilidad de sacar la City Pass. Con esta tarjeta de 24 o 72 hs (28 y 48 EUR respectivamente) podrás ahorrar dinero y conocer muchos lugares. La misma te da acceso libre e ilimitado a todos los transportes públicos de la ciudad, entrada a las atracciones más importantes y la posibilidad de hacer visitas guiadas. Entre estas últimas encontramos el famoso Parcours des saveurs (Camino del sabor) o La Rochelle à vélo (el Recorrido en bicicleta por La Rochelle).

¿Qué y dónde comer en La Rochelle?

Una ciudad con tanta tradición marítima no puede no ofrecer a sus visitantes una excelente gastronomía basada en productos de mar. La Rochelle es un destino fantástico para comer pescados y mariscos, especialmente ostras, cuya producción es una de las más grandes del país. Respecto a ellas, en el mercado se sirven junto a los quesos, deleitando el paladar de los viajeros. 

En la mayoría de los restaurantes de La Rochelle disfrutarás de deliciosos platos tradicionales que incluyen productos del mar. Las ostras Marenne Oléron, los mejillones, la lubina, las vieiras y el pargo son opciones de platos que cualquier amante de este tipo de comidas debería probar. Ahora, si quieres una sugerencia, no te pierdas el plato local conocido como mouclade, que lleva mejillones cocinados con vino blanco, nata y azafrán.

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Respecto a dónde comer, no hay mejor respuesta que el Puerto Viejo. No solo por la calidad de sus restaurantes, sino porque las vistas de la ciudad iluminada son realmente bellas. La variadisima oferta de restaurantes de la zona te tendrá largo rato decidiendo dónde comer. Aunque, los mejor valorados se encuentran en el extremo meridional del puerto, cerca de las torres.

Si quieres comer bien y disfrutar de lindas vistas, una buena idea es ir al Restaurant Christopher Coutanceau, un local situado en la playa de la Concurrence con dos estrellas Michelín. Si buscas algo más novedoso, como platos de fusión francesa-asiática, Iséo, en la plaza de la Chaîne, es perfecto. Otro restaurante recomendable es Les Pérot-Quais, en la rue Saint Jean du Pérot.

¿Cómo llegar a La Rochelle?

Llegar a La Rochelle en auto, tren o avión es muy fácil. 

En coche, por ejemplo, demorarás unas 5 horas desde París, 2 horas desde Burdeos y horas desde Lyon. En caso de que prefieras llegar por aire tienes 2 opciones. Una de ellas es llegar al aeropuerto de la ciudad, que lamentablemente posee muy pocos vuelos directos, o bien volar hacia Burdeos y allí alquilar un coche para visitar La Rochelle.

Finalmente, el tren es un medio de transporte cómodo para moverse por Francia. El trayecto en tren desde París dura algo de 3 horas y desde Burdeos unas 2.

Hemos llegado al final de nuestra guía completa sobre La Rochelle, una ciudad que posee un amplio universo de atractivos. Por eso, tanto si buscas pasar un fin de semana diferente o unas vacaciones más largas, no dejes de considerar hacerlo en La Rochelle. Esperamos que hayas disfrutado del paseo y que te animes a visitar esta ciudad francesa llena de encanto.

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Créditos fotográficos

  • (https://pixabay.com/es/photos/la-rochelle-puerto-francia-5376333/), por AnthonyArnaud (https://pixabay.com/es/service/license/)
  • (https://pixabay.com/es/photos/la-rochelle-francia-torre-ciudad-2050318/), por weareaway (https://pixabay.com/es/service/license/)
  • La Rochelle market (https://www.flickr.com/photos/thefoodiegifthunter/4861315768/), por Helen T/CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)
  • Aquarium La Rochelle (https://www.flickr.com/photos/8259447@N06/16336430387/), por Herman Pijpers/CC BY 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)
  • La Rochelle (https://www.flickr.com/photos/o_0/8381547945/), por Guilhem Vellut/CC BY 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)
  • Fortificaciones de la citadelle du Château-d'Oléron (Charente-Maritime, Nouvelle-Aquitaine, Francia). (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Citadelle_du_Ch%C3%A2teau-d%27Ol%C3%A9ron_2018_Fortifications_02.jpg), por François de Dijon/CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.en)
  • (https://pixabay.com/es/photos/rochelle-francia-europa-1133473/), por Klaise (https://pixabay.com/es/service/license/)
  • Old Harbour, La Rochelle , Francia. (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:La_rochelle,_Le_vieux_port.JPG), por señor marrón/CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.en)

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