¿Te gustaría descubrir una ciudad Suiza poco conocida, pero indudablemente bella? Entonces, nos vamos a Basilea. Situada al norte de Suiza y a orillas del río Rin, el protagonista indiscutible de su paisaje, esta ciudad fronteriza sorprende al viajero en cada una de sus esquinas. Al quedar opacada por otras grandes ciudades suizas, Basilea no siempre figura en el itinerario de los viajeros. Gracias a esto, no ha sucumbido al turismo de masas y pasear por sus calles prolijas y poco contaminadas es un verdadero placer.

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Basilea tiene más de 2000 años de historia que sigue muy presente y se refleja en muchos de sus rincones, creando un fuerte contraste con su lado moderno. Por eso, podemos decir que la ciudad presenta dos caras. Por un lado, tiene un bellísimo casco antiguo medieval lleno de rincones mágicos, capaces de cautivar hasta al viajero más exigente. Al mismo tiempo, es un destino moderno que no pierde su mirada al futuro.

A pesar de estas dos caras, la imagen que ofrece Basilea es muy armoniosa. Así, a medida que camines por sus calles podrás admirar gran parte de su pasado, como sus murallas medievales; a la vez que te sorprendes por sus edificios modernos y futuristas, como el edificio más alto de Suiza, la Torre Roche.

La ciudad de Basilea es la tercera más grande de Suiza. Se encuentra situada en el límite con Francia y Alemania, por lo que recibe influencias de ambos países, especialmente el segundo. El río Rin la divide en dos partes: la Gran Basilea (Gross Basel) y la Pequeña Basilea (Klein Basel), unidas entre sí por el antiguo puente Mittlere Brücke.

Curiosidades sobre Basilea

Es posible que sea la primera vez que escuchas el nombre de Basilea o que sepas muy poco sobre ella. Por eso, antes de meternos de lleno en sus imperdibles, queremos contarte algunos datos curiosos sobre la tercera ciudad más grande de Suiza.

  • Basilea es considerada la capital cultural de Suiza. Los amantes de los museos se volverán locos allí, puesto que contiene casi 40 opciones diferentes, además de muchas galerías de arte y más de 20 teatros.
  • También es la sede de una de las ferias de arte moderno más importantes del mundo: el festival Art Basel.
  • Basilea también es una de las capitales mundiales de la música, además que cuenta con dos prestigiosas orquestas de renombre mundial.
  • Otra de las cosas por las que sorprende Basilea es por la poca contaminación que hay en sus calles. El hecho de que tanto los locales como los turistas elijan moverse en bicicleta, sumado al uso del transporte público eléctrico, hace que haya muy pocos coches y motos dando vuelta. Basilea es respetuosa del medio ambiente, y eso se siente ni bien pones un pie en la ciudad.
  • Se encuentra situada en la parte alemana de Suiza, por ende, se habla suizo-alemán.
  • La ciudad de Basilea es la capital del cantón más chico de los 26 que conforman el país (Basel-Stadt).
  • Como ya sabes, Basilea limita con Francia y Alemania. Ambas regiones limítrofes no se encuentran separadas del cantón, por ende, muchas personas cruzan la frontera a diario para trabajar, gracias a la buena relación entre los gobiernos de cada uno de los tres países.
  • En Basilea se encuentra también la Universidad más antigua de Suiza, cuna de la ciencia desde el año 1460.
  • Las industrias químicas y farmacéuticas son uno de los grandes motores económicos del cantón. De hecho, aquí se encuentran algunas de las empresas farmacéuticas más grandes del mundo, como Novartis, Roche y Syngenta.
  • Por último, te contamos que Basilea es la ciudad de origen de uno de los tenistas más grandes de la historia, Roger Federer.

Principales atractivos de Basilea

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El solo hecho de que Basilea tenga más de 30 museos la convierte en una ciudad digna de dedicarle tiempo. Cuando comiences a pasear por sus calles no querrás irte. Por eso, si bien puedes cubrir sus principales atractivos en un solo día, lo mejor es dedicar un fin de semana completo a conocer la ciudad.

Casco antiguo de Basilea

Los atractivos imperdibles de la ciudad se encuentran concentrados principalmente en el casco histórico. Es decir, en caso de que únicamente dispongas de un día para conocer la ciudad, aquí encontrarás aquellos lugares que deberían formar parte de tu ruta.

Basilea posee uno de los cascos antiguos mejor conservados y más hermosos de Europa. Una maraña de callejuelas laberínticas y plazas escondidas son solamente algunos de los motivos que lo hacen especial. Belleza que se ve enriquecida por la presencia de edificios centenarios, calles adoquinadas, casas coloridas y una diversidad arquitectónica sin igual.

Una ruta a pie por el casco histórico no puede dejar de incluir la Andrea’s Platz y algunas de sus calles más comerciales: Martinsgasse, Augustinergasse, Imberggässlein, Nadelberg, Spalenberg, Gemsberg. Todas estas zonas son ideales para salir de compras en sus pequeñas boutiques y tiendas de recuerdos. Además, cuenta con muchas galerías de artes y bares donde podrás sentarte a tomar una cerveza artesanal.

Puerta Spalentor

El casco antiguo de Basilea conserva 3 de las muchas puertas que formaban parte de la muralla medieval que protegía la ciudad. Spalentor, es la más imponente y la que mejor se conserva de todas.

La Puerta Spalentor da acceso al casco antiguo de Basilea, permitiendo únicamente el paso de peatones y bicicletas. Se encuentra al norte de la muralla, en la zona ocupada por la Universidad, con sus facultades, dependencias y el bello jardín botánico.

La puerta está adosada a una enorme torre cuadrada decorada con esculturas religiosas del siglo XV y cuenta con otras dos torres redondas y más estrechas en sus esquinas. Como te imaginarás, la Puerta Spalentor tenía una finalidad defensiva y se utilizaba para vigilar el transporte de mercancías provenientes de la región norte de Francia (la Alsacia).

La Münsterplatz: la Plaza del Mercado

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En el centro del casco antiguo de Basilea se encuentra la Plaza del Mercado, el punto donde se monta a diario un mercadillo de frutas, verduras, flores y otros productos regionales. Por ende, un buen plan es hacer una parada técnica en este lugar y degustar una tradicional Rösti, una especie de tortilla de papas hervidas o crudas; o una rica Älplermagronen (un gratinado de papas, queso, macarrones, crema y cebollas, acompañado de una guarnición de manzanas tamizadas) o la famosa Raclette.

Además, desde esta plaza nacen las arterias comerciales más importantes de la ciudad: la Freiestrasse y la Gerbergasse. Estas calles adoquinadas eran el hogar de los comerciantes de especias, por lo que llevan nombres como “la calle del azafrán” o la “calle del jengibre”.

La Plaza del Mercado también es la sede de grandes eventos anuales, como el carnaval más importante de Europa; el cine de verano de agosto, la feria de otoño en octubre y el imperdible mercado de Navidad. Recuerda que te encuentras en Suiza, un país que le da mucha importancia a los mercados navideños.

El máximo protagonista de la plaza es el Ayuntamiento, un edificio que no pasa desapercibido por el color rojo de sus ladrillos y su encantadora fachada.

Ayuntamiento de Basilea

El llamativo Ayuntamiento (Rathaus) de Basilea es una de las visitas obligadas de la ciudad. Se trata de un edificio de estilo renacentista que destaca por el bonito reloj de su fachada y los escudos de muchos de los cantones del país. Eso sí, no te quedes únicamente con la belleza de su fachada, puesto que visitar su patio interior lleno de pinturas y esculturas vale mucho la pena.

Si bien su parte más vieja data de los años 1504 y 1514, a principios del siglo XVII el Ayuntamiento se amplió y el pintor Hans Bock se encargó de adornar su fachada con elementos arquitectónicos. Por eso, muchos de los turistas que visitan Basilea dedican unos cuantos minutos a apreciar dichos detalles.

La visita al Ayuntamiento de Basilea es gratuita.

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Catedral de Basilea

Las altas torres góticas de arenisca roja de la Catedral inevitablemente captarán tu atención. Este edificio particularmente vistoso es uno de los más importantes de la ciudad, por ende, una visita obligada. Al mismo tiempo, la plaza a su alrededor se ha convertido en un punto de encuentro entre turistas y locales muy animado.

La Catedral de Basilea fue construida entre 1019 y 1500 en estilo románico y gótico. Si bien la obra original es románica, los daños sufridos por el terremoto de 1356 hicieron que deba ser reconstruida siguiendo el estilo gótico de la época. Esta obra que se prolongó durante siglos se ve reflejada en su cripta, en el coro, la tumba de Erasmo de Róterdam, los claustros y la puerta norte Galluspforte.

La fachada del templo es muy sobria y su decoración abundante. A su vez, ambos lados aparecen flanqueados por dos grandes torres de más de 62 metros de altura. El interior también es muy sobrio y se divide en tres naves separadas por arcos apuntados decorados con elementos románicos y góticos.

No dejes de visitar el interior del templo, donde encontrarás un panorama muy diferente al de otras catedrales. No tiene pinturas, cuadros, figuras de santos, ni tampoco un altar principal, puesto que se trata de una iglesia protestante. Lo más llamativo es la cripta ubicada en la parte inferior, donde se sitúan los primeros restos de la construcción románica original. Además, aquí se encuentra la tumba de Erasmo de Rotterdam, un filósofo, filólogo y humanista neerlandés.

Más allá de la visita al interior de la catedral, también vale la pena acceder a sus dos claustros contiguos, el grande y el pequeño. Los mismos fueron añadidos en el siglo XV, después del terremoto de 1356 que destruyó gran parte del templo.

Si deseas, podrás subir a las torres de la catedral y ver desde lo alto el Rin, buena parte del casco antiguo y la plaza de la catedral. La entrada al templo y a los claustros es gratuita, aunque para subir a la torre tendrás que pagar 5 CHF (5 EUR).

A espaldas de la catedral se encuentra la Pfalz, una terraza elevada que regala unas vistas muy bonitas del Rin. La terraza panorámica recibe este nombre porque se encuentra justo al lado de la antigua residencia del obispo. Además, desde este mirador parte una escalera lateral que lleva hasta el embarcadero de los transbordadores de la catedral y Fähre. Este último es una barca que cruza el Rin de orilla a orilla unido a un cable metálico y aprovechando la corriente a modo de tracción.

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La Fuente Tinguely

Basilea posee alrededor de 300 fuentes repartidas por toda la ciudad. Sin embargo, hay una que no deberías dejar de incluir en tu paseo: la famosa Fuente Tinguely. Esta fuente, considerada uno de los monumentos más importantes de la ciudad, data de 1977. El artista suizo encargado de darle vida fue Jean Tinguely, uno de los escultores más importantes del siglo XX.

La Fuente Tinguely está formada por una piscina y varias esculturas de metal que echan agua y representan a diferentes actores haciendo sus ensayos, como si estuvieran en un escenario. Este diseño no es azar, puesto que la fuente se construyó en el punto donde estaba el antiguo teatro de Basilea.

Barrio San Albano

Otra de las cosas que puedes hacer en Basilea es ir al Barrio San Albano, en donde se aprecian los restos de la antigua muralla medieval que circundaba la ciudad. Situado al lado del Rin, es uno de los barrios más antiguos de la ciudad y el punto en el cual se concentran muchos edificios históricos. Algunos de ellos son la Iglesia de San Albano y la puerta del mismo nombre, el Molino de Papel (que actualmente contiene un museo dedicado a la imprenta y al papel), así como las murallas.

El barrio toma este nombre en referencia al antiguo monasterio de San Albán, el primero en construirse en Basilea a principios del siglo XI, aunque fue prácticamente destruido en su totalidad en el terremoto de 1356.

Mittlere Brücke

A no más de 300 metros de la Plaza del Mercado, se encuentra otro de los monumentos más emblemáticos de Basilea, el Mittlere Brücke, un puente inaugurado en 1226.

Se trata de uno de los pasos del Rin entre el lago de Constanza y el mar del Norte más antiguos que existen. En sus orígenes, el puente se utilizó para el tráfico local y a partir del siglo XIV pasó a ser una importante vía para el comercio internacional. La introducción del tranvía eléctrico hizo que este puente deba ceder su lugar al actual Mittlere Brücke, construido en el año 1905.

Sin dudas, es el más bonito de la ciudad, por lo que no debes dejar de cruzarlo en al menos una ocasión. A mitad de camino captará tu atención una pequeña capilla, que es una reproducción de la que se encontraba allí mismo en la Edad Media. La misma era el sitio en el cual se emitían las sentencias de muerte.

Otro de los motivos por el cual no puedes dejar de pasar por el Mittlere Brücke, es porque desde este puente tendrás unas fantásticas vistas de las torres de la catedral y las casas situadas a la orilla del río Rin.

Klein Basel, la Pequeña Basilea

El casco histórico de Basilea se ubica ambos lados del río Rin. La parte más importante es la Gran Basilea (Gross Basel), situada en la ribera izquierda. Si bien aquí se concentran prácticamente todos los atractivos más importantes de la ciudad, también vale la pena visitar la Klein Basel o Pequeña Basilea.

La Pequeña Basilea corresponde a la parte nueva de la ciudad y al barrio de moda. A pesar de que muchos turistas no la incluyen en su ruta, lo cierto es que la zona posee un gran ambiente en sus plazas, calles y locales de moda. Por eso, incluir la Pequeña Basilea en tu ruta es otra de las mejores cosas que puedes hacer allí.

Pará llegar a la Pequeña Basilea, lo único que tienes que hacer es cruzar el histórico puente Mittlere Brücke. Una vez allí verás que, a pesar de ser la parte nueva de la ciudad, también posee algunos edificios históricos, muchas plazas, bares, restaurantes y tiendas de moda. Además, desde este punto de la ciudad se disfrutan de unas vistas excepcionales de la Gross Basel, con las torres de la Catedral como protagonistas del paisaje.

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Museos de Basilea

No en vano, Basilea es considerada la capital cultural de Suiza. Si eres amante de estos espacios, entonces estás en la ciudad de tus sueños. Con casi 40 opciones diferentes, los turistas pueden pasarse tranquilamente un día completo (y más) recorriendo sus diferentes museos y aprendiendo un poco de todo (historia, arte, ciencias, etc.).

Por cuestiones obvias no podemos mencionarlos a todos, pero sí algunos de los más importantes.

Kunstmuseum (Museo de Bellas Artes)

El Museo de Bellas Artes es el más grande de Suiza y se encuentra repartido en tres sedes. Asimismo, es dueño de la colección de arte pública más antigua del mundo, con más de 4.000 pinturas, esculturas y 300.000 dibujos y grabados antiguos.

La colección incluye obras de artistas flamencos y del Alto Rin de los siglos XV a XVII, y de otros grandes artistas. Por ejemplo, en el edificio principal (el Hauptbau) verás la mayor colección del mundo de obras de Holbein, otras de Picasso, Van Gogh, Braque y más.

Uno de sus espacios más interesantes es el pabellón Gegenwart, que fue inaugurado en 1980 y fue uno de los primeros museos dedicado exclusivamente al arte contemporáneo.

Por otro lado, en el Neubau (el edificio nuevo) encontrarás exposiciones temporales de lo más interesantes. Para acceder, sólo debes recorrer el pasillo subterráneo que une ambos edificios.

Museum Der Kulturen Basel (Museo de las Culturas)

El Museo de las Culturas está dentro de los museos antropológicos más importantes del mundo. Detrás de sus paredes hay protegida una enorme cantidad de objetos y fotografías históricas correspondientes a las principales culturas del planeta.

Fundación Beyeler

Este luminoso edificio ubicado en un bello jardín alberga una colección impresionante reunida por Hildy y Ernst Beyeler a lo largo de 50 años. La muestra incluye obras de Monet, Picasso y Rothko, además de esculturas de Miró y Max Ernst. Una de las muestras más bellas es la instalación de los Nenúfares de Monet que da al jardín.

Museo Tinguely

Un edificio contemporáneo asomado al río Rin resguarda una colección asombrosa de esculturas cinéticas de Jean Tinguely. Este artista es considerado uno de los más importantes e innovadores de Suiza del siglo XX, y para poder afirmar esto basta con visitar el museo.

Jean Tinguely es conocido por sus curiosos y creativos artefactos a los que tendrás que ver con tus propios ojos para poder describirlos. Aunque, si quieres ver una obra del maestro del hierro sin entrar al museo, lo único que debes hacer es acercarte a la famosa Fuente Tinguely, de la cual ya te hablamos.

Anatomische Museum (Museo Anatómico)

El Museo Anatómico de la Universidad de Basilea fue fundado por Carl Gustav Jung en 1824. La colección que allí se exhibe incluye preparaciones originales de partes del cuerpo humano, tejidos, órganos y una colección muy curiosa de modelos anatómicos de cera.

Historisches Museum Basel (Museo de Historia de Basilea)

El Museo de Historia de Basilea posee tres sedes, la principal de ellas instalada en la Barfüsser Kirche, una iglesia gótica. La colección que acoge es realmente fascinante y permite al viajero meterse de lleno en la historia del cantón más pequeño de Suiza.

Desde impresionantes tapices medievales, hasta peculiares piezas renacentistas, barrocas y una colección de objetos que recorren nada más y nada menos que 100.000 años de historia.

Spielzeug Welten Museum Basel (Museo de los Juguetes del Mundo)

Cerca del Museo de Historia se encuentra otro museo muy curioso e interesante. El Museo de los Juguetes del Mundo de Basilea posee la colección de osos de peluche más grande del mundo (más de 2.500 modelos). Si viajas a Basilea con niños, visitar este lugar es una gran opción. Además de osos de peluche, la colección incluye casas de muñeca de todos los tamaños y todas las épocas y juguetes en miniatura que representan escenas de la vida cotidiana.

Con más de 6.000 piezas exhibidas, se trata de uno de los museos de juguetes más grandes del continente europeo.

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¿Qué es la Basel Card?

Si bien Basilea es un destino caro, la Basel Card es una gran ventaja que te facilitará ahorrarte unos pesos cuando visites la ciudad. ¿Cómo funciona? Si haces una reserva en cualquier hotel de la ciudad, la tarjeta es un regalo que te darán por tu visita. Al momento de registrarte en el hotel recibirás tu tarjeta y podrás llevarla contigo o cargarla en la app a través del sitio web.

Si no vas a alojarte y solo piensas pasar el día en la ciudad, también podrás comprar tu Basel Card. Los precios son de 15 € por adulto y 7,50 € por niño para 24 hs.

La app Basel Card se puede usar sin conexión en la mayoría de los puntos de la ciudad e incluye también un mapa interactivo de Basilea.

¿Cuáles son los beneficios de la Basel Card? Viajar gratuitamente en el transporte público de la ciudad (por ejemplo, tomar un transbordador y dar un paseo por el Rin) y usar wifi gratuito en 26 puntos de conexión. Además, pagarás la mitad del ticket de entrada en muchos atractivos y obtendrás descuentos en los alquileres de bicicletas y coches. Sin dudas, un gran beneficio a la hora de recorrer esta ciudad tan bella e interesante.

¿Cómo llegar a Basilea?

Basilea se ubica en el corazón del viejo continente, a ambas orillas del río Rin. Además de ser una ciudad fronteriza, se encuentra encajada entre la región suiza del Jura, en la Selva Negra de Alemania y los Vosgos de Alsacia (Francia). Gracias a esta ubicación, Basilea posee muy buenas conexiones y facilidades para moverse.

Los turistas que llegan a Basilea en avión arriban al EuroAirport de Basilea­ Mulhouse-­Friburgo, compartido entre Francia, Alemania y Suiza. El mismo posee conexiones con muchos países europeos con tarifas que rondan los 69 EUR ida y vuelta.

También es posible arribar al aeropuerto de Zúrich y desde allí moverse en tren a Basilea; o bien, llegar directamente en tren desde otros países o moverse en coche por las principales autopistas del país. Además, diariamente atracan en Basilea muchos de los cruceros que recorren el Rin.

El tren es uno de los mejores medios de transportes de Suiza. En el caso de Basilea, cuenta con tres estaciones diferentes conectadas con todas las ciudades suizas y las metrópolis europeas más importantes. De ese modo, podrás llegar a la estación suiza SBB, la estación alemana Badischer Bahnhof o la estación francesa SNCF, todas ubicadas muy cerca del centro.

Ahora que ya sabes todo lo que puedes hacer en Basilea, ¿qué esperas para visitarla? Pasear por esta ciudad tranquila que todavía logra escapar del turismo de masas es el mejor plan para una escapada de fin de semana. Basilea reúne todos los encantos de las ciudades antiguas, a la vez que se presenta como un destino contemporáneo con opciones acordes a ello.

Créditos fotográficos

  • (https://pixabay.com/es/photos/basilea-rin-queso-muenster-v%c3%adspera-4971619/), por Photo-pixler (https://pixabay.com/es/service/license/)
  • (https://pixabay.com/es/photos/muelle-r%c3%ado-rin-puente-pavimento-5992676/), por fietzfotos (https://pixabay.com/es/service/license/)
  • Ayuntamiento de Basilea siglo XV (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:BASILEA_-_BASEL_-_RATHAUS.jpg), por Francisco Conde Sánchez/CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.en)
  • (https://pixabay.com/es/photos/ayuntamiento-de-basilea-fachada-699894/), por Hans (https://pixabay.com/es/service/license/)
  • (https://pixabay.com/es/photos/puente-r%c3%ado-rin-edificios-7060684/), por fietzfotos (https://pixabay.com/es/service/license/)
  • Antikenmuseum Basilea (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Antikenmuseum_Basel_2008-03-30.jpg), por Basmo/CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.en)
  • (https://pixabay.com/es/photos/basilea-r%c3%ado-rin-bote-silencio-3964970/), por Spectaculum (https://pixabay.com/es/service/license/)

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