Qué ver en Baños de la Encina

Baños de la Encina se encuentra a unos 52 kilómetros de la ciudad de Jaén, en las faldas de Sierra Morena. Su casco antiguo ha sido declarado Bien de Interés Cultural y es punto álgido de numerosas rutas culturales, entre las que destacan la Ruta de los Nazaríes, así como la Ruta de los Castillos y las Batallas.

El casco urbano es de gran belleza y en armonía con su entorno. Está situado en las laderas de una colina coronada por el impresionante y bien conservado Castillo de Bury Alhamma, también Monumento Histórico Artístico. Además, uno de los muchos atractivos de la localidad es su entorno natural, parte del término municipal enclavado en el Parque Natural de la Sierra de Andújar.

Baños de la Encina está situado al noroeste de la provincia, al pie de las montañas de Sierra Morena. Sus montañas de tamaño medio que albergan un ecosistema verdaderamente mediterráneo con grupos de encinas, quejigos y alcornoques, robles, pinos piñoneros y arbustos. Numerosas especies de animales salvajes habitan en la zona, lo que le confiere una gran importancia cinegética.

Historia de Baños de la Encina

El asentamiento más antiguo conocido data del Neolítico. Se han encontrado pinturas rupestres al norte de su término. La extracción de cobre y bronce comienza en el segundo milenio antes de Cristo. Esta minería atrajo a las civilizaciones griega y fenicia.

La ciudad parece tener sus orígenes en el asentamiento greco-español Ebassiocey. Durante la época romana, más precisamente en época imperial, se inició el trabajo en las minas de plata, pero decayó al final de la época imperial. De este pasado minero podemos encontrar testimonios en El Centenillo, pedanía de Baños de la Encina.

En época de Al-Andalus, la fortaleza se construyó por orden de Alhakem II y se terminó en el año 968. La reconquista cristiana la llevó a cabo por primera vez el rey Alfonso VII en 1147. Luego pasó de manos árabes a manos cristianas hasta 1225, cuando finalmente fue conquistada por el rey Fernando III.

Formó parte de Baeza hasta 1246. En el siglo XV fue escenario de batallas entre el Condestable Iranzo y los Maestres de las Órdenes de Calatrava y Santiago, que reflejaban el conflicto entre los señores feudales y el Estado moderno. El pueblo cobra nueva importancia con la intensificación de la agricultura y la ganadería a finales del siglo XVII y principios del XVIII.

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII se suceden una serie de hechos que deteriorarían la economía del pueblo. Primero, en 1767 el pueblo pierde territorio con la creación de Guarromán, Carboneros, La Carolina y Santa Elena, dentro del Plan de Nuevos Pueblos de Sierra Morena. Finalmente, la Desamortización de Mendizábal en 1835 y la Desamortización Civil de O Madoz en 1855 acaban definitivamente con el Bien Común.

Qué ver en Baños de la Encina

Uno de los monumentos más relevantes es el Castillo de Baños de la Encina, también conocido como la “fortaleza de los siete reyes” por la cantidad de monarcas que vivieron allí, entre ellos Fernando el Católico. Fue construido por los omeyas en el siglo X, está completamente almenado en forma elíptica y tiene 14 torreones cuadrados, además de la torre del homenaje.

Sin embargo, este no es el único monumento que el visitante debe ver aquí: la iglesia de San Mateo, con su grandioso retablo y bello sagrario, y la ermita de Jesús el Llano, cuya sobriedad exterior contrasta enormemente con la decoración barroca interior, son sólo algunos ejemplos. El recorrido por el pueblo también permite descubrir otros edificios importantes como el Ayuntamiento, que data del siglo XVI, o muchas casas señoriales como el Palacio de los Molina de la Cerda, el Palacio de los Priores o la casa de los Delgado de Castilla.

Sierra de Andújar

Las colinas de encina surgen hasta donde alcanza la vista en la Sierra de Andújar, como colosales escalones que se elevan desde las profundidades del Valle del Guadalquivir para colonizar el monte de La Mancha sobre el vuelo atento del águila imperial.

Desde el norte y entre barrancos discurren las aguas de los ríos que recorren estos pueblos de Sierra Morena: Yeguas, Jándula y, más al este, Rumblar. Éstas pasan por zonas de granito, por delante de la vecina del batolito Los Pedroches, que asoma entre gigantescos agujeros y pedregales cuya materia prima ha sido utilizada en la arquitectura de muros rematados, abrevaderos, columnas y tumbas.

Al descender aparece un terreno más accidentado. Este es el dominio del carbón pizarroso, gran tesoro de los filones metalíferos, antiguamente una actividad vital en esta región. En su contacto con el Valle del Guadalquivir desemboca en islotes de arenisca tradicionalmente utilizados en las construcciones monumentales de los pueblos del Parque Natural.

Castillo de Baños

El Castillo de Baños está situado en Baños de la Encina, en la provincia de Jaén. Es una fortaleza omeya, construida en el siglo X y situada en una pequeña colina del pueblo. Está flanqueado por una robusta muralla almenada con catorce torres, más una, la decimoquinta, denominada «Torre Cristiana del Homenaje».

El castillo, ha sufrido muy pocos daños, por tanto, es el conjunto fortificado mejor conservado del califato omeya de Córdoba, sin dejar de ser, al mismo tiempo, uno de los castillos musulmanes mejor conservados de España. Su incalculable valor histórico-artístico, es la razón por la que este castillo llegó a ser declarado Monumento Nacional en 1931 y Conjunto Histórico-Artístico en 1969.

El Castillo de Baños es también conocido como la “fortaleza de los siete reyes”, ya que en él pasaron más o menos tiempo los siguientes reyes, Alfonso VII, Alfonso VIII, Alfonso IX, Pedro II, Sancho VII, Fernando III y Fernando II (conocido como como el Rey Católico).

También es el segundo castillo más antiguo de Europa, y desde 1969 tiene el privilegio de enarbolar la bandera de la Comunidad Europea desde la «Torre del Homenaje», privilegio concedido por el Consejo de Europa, y compartido sólo con el Castillo de Florencia. La entrada al castillo tiene un precio de 3 €.

Piedra Escurridera

En un entorno idílico en la localidad monumental de Baños de la Encina, la Piedra Escurridera no es otra cosa que un enorme trozo de granito utilizado como tobogán por decenas de generaciones de niños.

Hace 300 millones de años, a través de una fisura en el subsuelo de pizarra, surgió material fundido de una cámara de magma. El material fundido se enfrió lentamente bajo la superficie topográfica y los minerales componentes del granito cristalizaron.

A medida que la pizarra que cubría la piedra se fue erosionando, el cuerpo de granito se reveló y quedó abierto a las condiciones atmosféricas. Hoy podemos apreciar como en un mar de pizarras aparecen pedregales rojos y piedras, como esta Piedra Escurridera, un elemento natural con excelentes matices etnográficos que dan forma a un paisaje agreste y de gran belleza que continúa en la vecina «Piedra Bermeja».

Cercano y aprovechando las cualidades geológicas del granito, encontramos el Pocico Ciego, un pozo que aprovecha la unión entre los pliegues irregulares de la pizarra y la piedra para llenar de agua sus manantiales.

Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas

Este parque natural incluye la mayor parte de la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Cazorla y Segura, declarada por la UNESCO en 1983 y con una superficie de 190,000 hectáreas. El Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas tiene una superficie de 200,000 hectáreas y un paisaje de espectacular belleza, además de albergar diversas especies únicas en el mundo.

Se trata del mayor espacio natural protegido de España. Estas 200,000 hectáreas de montañas se encuentran al noroeste de Jaén, con frondosos pinares que albergan especies únicas como la violeta de Cazorla, la lagartija de Valverde, un narciso que se dice es el más pequeño del mundo y una particular planta carnívora.

Aquí nacen los ríos Guadalquivir, en el paraje conocido como la Cañada de las Fuentes, a más de 1,330 metros de altura y Segura. La Reserva abarca terrenos de 23 términos municipales de las comarcas de Cazorla, Segura, Quesada y Las Villas, y tiene el privilegio de albergar diversas especies como la cabra montés, el ciervo y el jabalí, así como muflones, que pueden ser visto viviendo en semicautiverio en el parque natural del Collado del Almendral.

Ermita del Cristo del Llano

Esta hermosa ermita fue construida a finales del siglo XVII en la parte alta del pueblo, sobre un antiguo descansadero de ganado. El edificio cuenta con una nave con planta de cruz latina, decorada con pinturas representativas del Evangelio.

Lo más relevante e impactante que encontrarás en el interior, es un camarín barroco rococó, del que se dice es uno de los más bellos de Andalucía. El retablo comunica directamente con el camarín-torre que se encuentra abierto a la nave principal por un arco desde el que se ve todo el interior de la ermita.

Molino de Viento del Santo Cristo

Este molino del siglo XVIII de estilo manchego se ubica en la parte más alta del pueblo. La torre del Molino de Viento de Baños de la Encina está dividida en tres tramos: la cuadra, la camareta y la sala donde se molía el cereal. En su interior puedes ver una exposición llamada Historias del viento, con la historia de los molinos y cómo se han venido trabajando los cereales desde el Neolítico hasta hoy.

Flora y fauna de Baños de la Encina

Posiblemente estos pueblos del noroeste de Jaén albergan las mayores extensiones de bosque mediterráneo de España, dominadas por robles y alcornoques, destaca la presencia de quejigos y algunas manchas de roble melojo en las zonas de mayor altura y humedad. Cuando disminuye el bosque aparece un matorral dominado por la jara en sus diferentes variedades, acompañada de plantas aromáticas: romero, espliego, mejorana, entre otras.

Asimismo, surgen otras especies como el pino piñonero, el falso olivo, el madroño y el lentisco, destacadas muestras cuasi monumentales de este último se pueden apreciar junto al sendero de Rumblar.

La originalidad botánica de estas tierras radica en la presencia de numerosos elementos escasos y raros en el sur de la Península Ibérica, como el brezo de las turberas o el atrapamoscas de Venus. Encontramos aquí la mayor población de lince ibérico, uno de los carnívoros más amenazados, y el lobo en su hábitat más meridional.

Cabe destacar la presencia de un gran número de grandes aves, como el águila real, el buitre negro o el búho real, aunque el principal protagonista en estas montañas es el águila imperial ibérica. También es de interés la existencia de un número importante de parejas de cigüeña negra, cernícalo primillo y otras especies como nutrias, ciervos y un endemismo exclusivo de las aguas de los ríos Jándula y Rumblar: la bogardilla.

Estos lugares para ver en Baños de la Encina, es tan solo un ejemplo de todo lo que podrás explorar y descubrir en esta zona, uno de los pueblos más bonitos de España. Vive la magia de Baños de la Encina y disfruta tu recorrido por sus paisajes.