Hoy vamos a conocer uno de los pueblos más hermosos de la costa de Vizcaya. Lequeitio (Lekeitio) es una villa marinera situada en un entorno natural privilegiado e inmersa en un ambiente marinero y monumental muy atractivo. En otras palabras, es uno de esos destinos que enamoran a primera vista. ¿Listo para conocer todo lo que Lequeitio tiene para ofrecer? ¡Allá vamos!

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Lequeitio se encuentra ubicado en la costa de Vizcaya, la cual se extiende a lo largo de 80 km, desde el límite oeste con Cantabria hasta Guipúzcoa. A lo largo de ella se levantan pequeños pueblos marineros, llenos de riqueza patrimonial y hermosas playas que invitan a disfrutar del sol. Una de ellas es Lequeitio, un pedazo de tierra bañado por el Mar Cantábrico, a mitad de camino entre Bilbao y San Sebastián. Es uno de los grandes secretos del espectacular País Vasco y un destino que te inspiramos a conocer.

Lequeitio es una de las paradas imprescindibles de cualquier ruta por la Comarca Lea-Artibai. El pueblo se asienta sobre la ladera de los montes de Otoio y Lumentza y presume de ser uno de los más lindos de la costa vizcaína. Es un destino que invita a disfrutar tanto de su casco histórico como de sus playas, que cambian según las mareas. Además, como buena localidad pesquera, deleita al viajero con una deliciosa gastronomía basada fundamentalmente en productos extraídos del mar.

Todo esto y mucho más es Lequeitio, así que no demos más vueltas y comencemos a descubrir toda su oferta turística.

¿Qué ver y hacer en Lequeitio?

Salpicados por las bravas costas vascas, Lekeitio (o Lequeitio, como prefieras llamarlo) se distingue por sus fachadas coloridas, su animado puerto, sus estupendas playas, sus joyas arquitectónicas y la fabulosa Isla de San Nicolás, a la cual se llega cuando la marea está baja.

Por eso, el abanico de cosas para hacer allí es muy amplio. Respecto a su patrimonio, en la guía que hemos preparado te contamos sobre su Ayuntamiento, sobre la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora, sus hermosos palacios barrocos y sus torres. También te proponemos hacer una caminata hasta el faro de Santa Catalina y conocer la isla de San Nicolás.

Si bien un día es suficiente para conocer todos sus puntos de interés, vale la pena tomarse un fin de semana completo para descansar, conocer el pueblo a fondo y hacer alguna ruta de senderismo por sus alrededores.

Puerto de Lequeitio

Lequeitio se enorgullece de poseer uno de los puertos marineros más bonitos del País Vasco. El gran protagonista de sus postales se muestra con sus barcas tradicionales, sus modernas y lujosas embarcaciones, sus casitas de colores formando una perfecta hilera y, de fondo, la imponente Basílica de la Asunción. En otras palabras, el puerto es el corazón y rincón más animado de Lequeitio, por lo que debería ser tu primera parada ni bien arribes al destino.

Tip viajero: aparcar el coche en Lequeitio puede ser complicado, principalmente en temporada alta. Por eso, procura llegar temprano para conseguir un lugar en los parkings gratuitos ubicados en la entrada al pueblo. Una vez que hagas eso, puedes coger la calle Txatxo Kaia que conduce al puerto. De camino pasarás por la Ermita de San Juan, punto desde el cual tendrás unas vistas encantadoras del litoral vasco y del puerto.

En el puerto puedes sentarte a observar el movimiento de los barcos pesqueros o parar en un bar a comer un pintxo. O bien, simplemente dedicarte a pasear acompañado de la brisa marina y llegar hasta la pequeña ermita de San Juan Talako, ubicada en el extremo norte del puerto. Por donde sea que andes, las vistas te acompañarán todo el camino.

¿Sabías qué? En épocas de antaño Lequeitio era famosa por la pesca de ballenas. Poco a poco, la presencia de estos animales comenzó a mermar, por lo que la villa debió cambiar su rumbo y comenzó a dedicarse a la industria conservera. También nacieron en ese momento los pequeños astilleros que se ocupaban de reparar los barcos. Hoy en día, la principal fuente de ingresos de Lequeitio es el turismo, aunque no por eso ha perdido su tradición pesquera.

A la belleza de toda esta postal portuaria se debe añadir el hecho de que se trata del mejor punto del pueblo para degustar la gastronomía de Lequeitio. Hay muchos restaurantes con terrazas que puedes considerar, algunos con precios más accesibles que otros.

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Casco antiguo

Detrás del puerto se encuentra el casco antiguo de Lequeitio, el antiguo barrio de pescadores. Su trazado medieval con calles adoquinadas, palacios, edificios y casonas antiguas es sumamente pintoresco y otra de las estampas más famosas del pueblo.

A medida que recorras sus calles estrechas y empedradas irás llegando a los principales puntos de interés, como es el caso de la Plaza Arranegi. La misma marca el final de la calle Arranegi, que es la columna vertebral de esta zona de la ciudad y el punto desde el cual nacen el resto de las arterias que configuran su trazado urbano.

Ayuntamiento

Entre los principales sitios de interés de Lequeitio se encuentra el Ayuntamiento. Edificado en 1525, fue la primera casa consistorial de la villa y en su momento estuvo adosada a la antigua muralla medieval. Lamentablemente, en 1595 el edificio desapareció como consecuencia de un incendio, por lo que 1596 comenzaron las obras para levantar otro edificio en el mismo emplazamiento. En 1721 fue sustituido por la construcción que verás hoy en día.

El material predominante usado en la obra del Ayuntamiento de Lequeitio fue la piedra caliza, presente en muchas otras construcciones de la villa. Cuenta una bella fachada con un soportal formado por cuatro arcos de medio punto, amplios balcones y escudos labrados típicos de las casas consistoriales barrocas del País Vasco.

Basílica de la Asunción de Nuestra Señora

Otro sitio que forma parte de la ruta por el casco antiguo de Lequeitio es la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora.

Este templo es uno de los ejemplos del gótico tardío vasco más bellos de la villa. Fue construido en la segunda mitad del siglo XV sobre un templo románico anterior e impresiona por su gran tamaño y su torre de 50 metros de altura. Su portada gótica, sus gárgolas y cresterías son otros elementos que embellecen notablemente el exterior.

Del interior destacan sus capillas y su maravilloso retablo mayor de estilo gótico hispano-flamenco. Su policromía es obra de Juan García Crisal, que trabajó durante 5 años para darle el aspecto que verás hoy en día. Es precisamente este detalle lo que lo convierte en uno de los retablos más bellos del País Vasco. Además, es el tercer retablo más grande de España, por detrás del de Toledo y Sevilla.

La entrada al templo cuesta 2 EUR.

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Palacio Abaroa Palacio Oxangoiti

Lequeitio posee muchos edificios palaciegos que decoran enormemente sus calles. Uno de ellos es el Palacio Abaroa, levantado en 1891 como residencia de un importante hombre de negocios de la villa. Su construcción estuvo inspirada en los modelos del Segundo Imperio francés y destaca por sus tejados de pizarra y sus bellas molduras decorativas. Además, se encuentra rodeado de un amplio espacio ajardinado que le da mucho encanto.

Palacio Oxangoiti

Otro de los palacios más interesantes de la ciudad es el Palacio Oxangoiti, situado junto al Ayuntamiento. Su construcción se remonta al año 1674 y sobresale especialmente por su fachada noble construida en piedra caliza. También llama la atención su puerta principal y los aleros labrados.

Palacio Uriarte

El Palacio Uriarte es un bello palacio barroco construido en 1677 que alberga una antigua torre medieval. En un momento de su historia fue la residencia de Pedro Bernardo Villarreal de Berriz, un aristócrata e ingeniero nacido en Mondragón que trabajó toda su vida para la ciencia.

A través de una amplia escalera accederás a su hermosa fachada principal, en la cual se aprecia un escudo de armas y un porche sostenido por un triple arco.

Calle Arranegi

La calle más bella e importante del casco histórico de Lequeitio es la calle Arranegi. A lo largo de ella se concentran la mayor cantidad de palacios blasonados construidos entre los siglos XVI y XVII de la villa. A ellos se suman las sencillas casas de pescadores, creando un interesante contraste.

La calle en un momento se ensancha y da lugar a la plazuela de Arranegi, donde antiguamente se situaban los puestos de pescado. Además, en esta zona se encuentra una casa señorial barroca muy llamativa conocida como Upa Etxea, en cuya fachada se aprecia un gran escudo nobiliario datado en 1604.

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Convento de Santo Domingo

Dentro del casco antiguo de Lequeitio se encuentra el Convento de Santo Domingo, que en su momento estuvo ocupado por las madres dominicas. Al igual que el Ayuntamiento, este edificio sufrió las consecuencias de los incendios que destruyeron gran parte de la ciudad. Por eso, aprovechando los materiales de las antiguas edificaciones se levantó un nuevo convento del cual sobresale su iglesia gótica- renacentista.

Cofradía de pescadores de San Pedro

Entre los edificios más emblemáticos del casco antiguo de Lequeitio encontramos la antigua Cofradía de Pescadores de San Pedro, situada en la calle Ezpeleta. Se trata de una construcción monumental de estilo neoclásico levantada a principios del siglo XIX sobre la antigua casa de los pescadores.

Torre Turpin

La Torre Turpin es un palacio de estilo renacentista con importantes detalles góticos ubicado en la calle Santo Domingo. Lleva este nombre porque en sus orígenes fue una torre defensiva.

Su construcción se remonta al año 1520, por lo que es considerada una de las residencias más antiguas y mejor conservadas de Lequeitio. El material utilizado en la obra fue la piedra caliza y el estilo siguió los lineamientos de la época. Su fachada es muy sobria y presenta un acceso con un arco de medio punto.

Antigua muralla de Lequeitio

Durante la Edad Media Lequeitio fue una importante ciudad amurallada. Las mismas datan de 1334, cuando el rey Alfonso XI dio la orden de cercar por completo la ciudad. Por suerte, todavía pueden apreciarse restos de los gruesos muros que la protegían, los cuales corresponden al tramo erigido a fines del siglo XV sobre el original.

Las murallas de Lequeitio tenían un espesor que llegaba a alcanzar los 2 metros y cada cierto intervalo eran interrumpidas por torres de vigilancia. Entre ellas encontramos la Torre Zahar del convento de las madres dominicanas, una de las pocas que quedan en pie en la villa.

Por otro lado, cerca del Palacio de Uribarria también se hacen visibles los restos de una muralla cortafuegos del siglo XV, que en su momento dividía al barrio en dos.

Playas de Lequeitio

Si bien Lequeitio se disfruta en todo momento del año, si tu visita coincide con la época de verano no podrás perderte sus playas. La villa se sitúa en la desembocadura del río Lea, el cual da origen a dos playas: Isuntza y Karraspio.

Isuntza

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La playa más popular de Lequeitio es Isuntza, ubicada al lado del puerto y en pleno casco urbano. La misma goza de un ambiente muy familiar, frecuentado por locales y turistas que buscan descansar en su banco de arena fina. Las aguas son tranquilas, gracias a que se encuentra en el centro de una bahía protegida, de allí que sea una playa segura para ir con niños.

La playa posee unos 300 metros de longitud y en temporada alta suele tener bastante ocupación. De todos modos, no deja de ser una parada obligatoria si visitas Lequeitio en verano.

Al estar ubicada dentro del casco urbano, Isuntza cuenta con todos los servicios necesarios para pasar un día de playa. Los mismos incluyen socorristas, aparcamiento, aseos públicos, lavabos, vestuarios, duchas, acceso para personas con movilidad reducida y alquiler de sombrillas y tumbonas. Además, a su alrededor aparecen numerosos bares, restaurantes y hoteles, así como agencias para realizar actividades deportivas.

Otro de los puntos a destacar de esta playa, es que regala unas vistas únicas de la isla de San Nicolás, de la cual te hablaremos en breve.

Playa de Karraspio

Si deseas andar y tienes tiempo, un buen plan es hacer una caminata hasta la playa de Karraspio. Esta playa recortada entre montes y bosques pertenece al pueblo vecino de Mendeza y es más amplia que la anterior. Su arenal es muy frecuentado por surfistas y por los aficionados a otros deportes acuáticos. Por su parte, el oleaje es más intenso que en Isuntza y varía en función de la marea.

Junto a la carretera que une Lequeitio con Karraspio se abre un agradable paseo marítimo que regala hermosas postales de la costa vizcaína. Asimismo, aquí encontrarás muchas opciones de bares y restaurantes para sentarte a calmar el hambre.

Durante la bajamar es posible llegar a pie por la playa desde Isuntza hasta Karraspio y viceversa. Incluso, desde cualquiera de las dos se accede a la isla de San Nicolás. De todos modos, si la marea está alta no te preocupes, porque el paseo que va desde la desembocadura del río hasta la playa es también muy agradable.

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Durante la temporada estival Karraspio tiene también un alto grado de ocupación. Esto se debe a que cuenta con una nutrida oferta de ocio, gastronómica y de alojamiento. Por eso, si prefieres disfrutar de ambas playas con más tranquilidad y soledad, te recomendamos evitar el mes de agosto.

La playa posee duchas, aseos, socorristas, puestos de primeros auxilios, aparcamiento y más. Además, sus agencias ofrecen todas las facilidades para que los interesados en practicar deportes acuáticos puedan hacerlo. Los más habituales, además del surf, son el windsurf, la vela o el piragüismo.

Isla de san Nicolás

Uno de los rincones más maravillosos de Lequeitio es la Isla de San Nicolás. También conocida como Isla de Garraitz, este pequeño enclave se encuentra situado frente a la desembocadura del río Lea y es visible desde la playa de Isuntza. Si la marea lo permite, podrás cruzar caminando y disfrutar de hermosas vistas. Además, la transparencia del agua allí es asombrosa.

Este islote deshabitado tiene por detrás mucha historia. Según se dice, en el siglo XVI había una ermita dedicada a San Nicolás, de allí el nombre de la isla. Posteriormente, en el siglo XVII, los franciscanos fundaron un convento que lamentablemente duró poco tiempo. Luego, el convento se utilizaría para alojar a los enfermos de la peste. En la isla también se observan los restos de algunas construcciones defensivas que dotan a estas tierras de muchas leyendas.

El acceso a la Isla de San Nicolás puede hacerse de dos maneras, siempre con la marea baja. Cuando las aguas se retiran, sale a la superficie un espigón de piedra lleno de musgos que parte desde la playa de Isuntza y conecta con el islote. Esta es una de las maneras de llegar, aunque deberás tener cuidado porque la piedra suele estar resbalosa. La otra manera de acceder es cruzando por la arena desde la playa Karraspio. Sea cual sea la forma que elijas, asegúrate de averiguar a qué hora la marea vuelve a subir, así tienes tiempo suficiente de regresar.

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Faro de Santa Catalina

A 2 km al norte del pueblo y encajado en lo alto de un acantilado se encuentra el Faro de Santa Catalina, otro de los atractivos turísticos de Lequeitio. Para llegar a él deberás hacer una caminata de unos 30 minutos, partiendo desde el casco antiguo o bien una pequeña travesía en coche. Te recomendamos que hagas esta actividad al atardecer, que es cuando el escenario se vuelve más mágico.

El Faro de Santa Catalina es el primer faro que se pudo visitar en Euskadi. Fue construido en 1860 y desde ese entonces desafía el Mar Cantábrico.

Hoy en día, se ha convertido en un sitio muy popular, gracias a que su interior alberga el Centro de Interpretación de las Tecnologías de Navegación. El mismo tiene la finalidad de mantener viva la tradición pesquera que siempre caracterizó a la villa y permite a sus visitantes conocer cuestiones básicas sobre las técnicas de navegación. Al final del paseo ofrece un viaje virtual en barco entre Lekeitio y Elantxobe. Además de ser una visita interactiva y educativa, permite culminar el día con unas vistas excepcionales de la costa vasca.

Junto al faro se encuentra la Ermita de Santa Catalina, una de las más antiguas de Lequeitio. Si bien se desconoce su origen, la principal pista sobre su edad es la talla de Cristo del siglo XIII hallada en el templo y que hoy se encuentra en el museo etnográfico de Bilbao.

Cerca de la capilla se encuentra la atalaya del monte Otoio, que en épocas de antaño se utilizaba para el avistamiento de ballenas. Actualmente, se ha convertido en uno de los mejores miradores de los acantilados tan característicos de la costa vasca.

Para finalizar el día, te recomendamos tomar algo en el bar con terraza que hay en el faro y disfrutar del espectáculo único de la puesta del sol.

Las visitas al faro son guiadas y la entrada al Centro de Interpretación cuestan alrededor de 6 EUR. Si vas a visitar esta villa marinera en temporada alta te sugerimos que reserves tu boleto con antelación, ya que es una actividad muy demandada.

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Mirador Lumentza

Las vistas más espectaculares de Lequeitio se obtienen desde el Mirador Lumentza, situado a 120 metros de altura, en lo alto del monte homónimo que rodea la localidad. Si bien no hay un sendero del todo delineado para subir a él, realmente vale la pena el esfuerzo. Además, la caminata no te demandará más de 15-20 minutos.

Uno de los accesos al cerro se obtiene desde una calle cercana a la basílica, aunque la manera más sencilla es partir desde el cementerio ubicado en la parte trasera del Convento de las Madres Dominicas. Una vez que encuentres las estaciones del Vía Crucis verás el sendero que lleva hasta la cima.

Cuando llegues a lo alto te toparás con una panorámica hermosa de Lequeitio y la bahía, por lo que no dudes en hacer este pequeño paseo.

Gastronomía de Lequeitio

Uno de los grandes encantos del País Vasco es su gastronomía, y la costa de Vizcaya no es ninguna excepción. Todos los pueblos de esta zona regalan una experiencia culinaria única a los viajeros que la visitan. Por eso, conocer Lequeitio implicará también disfrutar del placer del buen comer.

La gastronomía de la villa se caracteriza por la presencia de alimentos frescos: verduras y frutas de la huerta, pescados del día y carnes proveniente de las granjas de los montes.

Al igual que toda la costa Vizcaya, Lequeitio se caracteriza por una fuerte presencia de pescado en la mayoría de sus menús. El Mar Cantábrico provee merluzas, bacalaos y bonitos que usan como materia prima para crear platos como el cogote de merluza a la brasa o el bacalao a la vizcaína. También son habituales los langostinos y mejillones, la merluza a la ondarresa, y el marmitako. Este último es un plato típico de la cocina vasca que se prepara con bonito y patata.

Al igual que los pescados, las verduras tienen una fuerte presencia en las mesas de Lequeitio. De ese modo, los espárragos, pimientos y hongos agregan color, sabor y textura a los platos, así como una buena dosis de fibra y nutrientes.

No podemos irnos sin mencionar a los pintxos que, como en todo el País Vasco, son sumamente populares. Estos deliciosos aperitivos son similares a las tapas, aunque más pequeños. Se conocen con este nombre (pincho) por la antigua tradición de servirlos sobre un trozo de pan atravesado. Hoy en día, los pintxos han evolucionado y se presentan de diversas maneras. Fríos o calientes, como sea no dejes de sentarte en un bar y probar esta delicia que seguro te encantará.

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¿Cómo llegar a Lequeitio?

Lequeitio se encuentra a 57 km de Bilbao y 66 km de San Sebastián. Si viajas en coche, en el primer caso deberás hacerlo por la autopista A-8 con dirección a Donostia-San Sebastián. A la altura de la salida 18 toma la carretera BI-635 y cuando llegues a Gernika-Lumo sigue por la BI-638 que lleva a Lequeitio.

Si partes desde San Sebastián, deberás viajar por la autopista A-8 con dirección a la ciudad de Bilbao y en la salida 13 continuar por la carretera GI-638 que conduce a Ondaorra. Una vez allí, toma la GI-633 hasta alcanzar la carretera BI-2405 con dirección a Lequeitio.

Cuando llegues a Lequeitio, te sugerimos no perder tiempo buscando estacionamiento en el centro. Lo más sencillo es usar los parkings gratuitos que hay en una rotonda a la entrada del pueblo.

Llegar en transporte público también es posible desde ambas ciudades. Desde Bilbao puedes hacerlo con las líneas A3513 y A 3523 de la empresa Bizkaibus. Desde San Sebastián, en cambio, puedes coger la línea DB03 que realiza varios viajes diarios a Lequeitio.

¿Qué te pareció nuestro paseo por Lequeitio? ¿Piensas como nosotros que esta hermosa localidad lo tiene todo? Tanto si buscas un destino de playa, como una buena dosis de arquitectura, Lequeitio es la parada perfecta. ¿Qué esperas para conocerlo?

Créditos fotográficos

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