Hay lugares curiosos que atraen más por su historia y significado que por belleza. El Túnel de la Engaña es uno de esos lugares que muchos viajeros curiosos desean visitar, por ser un destino peculiar que mantiene un ambiente diferente enmarcado en el abandono y misterio. No es el típico destino turístico con atracciones o belleza natural que se acostumbra a recomendar, pero sí que esconde historias asombrosas.
El Túnel de la Engaña es para aquellos fanáticos tanto de la historia española, así como de parajes que generan terror desde el mismo camino que nos conduce hacia ellos. El turismo tiene muchas formas de disfrutarse, y algunas personas les interesa aprender de aquellos lugares que marcan la historia de una región.
Si te sientes identificado con este estilo de viaje, el Túnel de la Engaña es ideal y perfecto para ti. Es un buen lugar para visitar y conocer un poco más de la historia de España. En sí, se trata de una obra construida para unir las provincias de Cantabria y Burgos dentro del proyecto del ferrocarril Santander-Mediterráneo, pero que nunca llegó a ponerse en funcionamiento.
Historia del Túnel de la Engaña
Su nombre proviene del río que pasa cerca de la zona. El túnel se encuentra entre los municipios de Vega de Pas, en Cantabria, y Pedrosa de Valdeporres, en Burgos.
Desde el comienzo parecía una buena idea comunicar el puerto del Cantábrico, nada menos que con Sagunto, salida al Mare Nostrum, y a su vez comunicar, también, Cantabria con la Meseta a través de una nueva vía férrea que evitaría las elevadas tarifas de la Compañía del Ferrocarril del Norte.
La historia desde sus inicios estuvo atrapada en la incertidumbre y tropiezos por muchas razones. En sus inicios se planteó la idea desde finales del siglo XIX, aunque su aprobación tuvo lugar hasta el año 1913. Luego, llegó el tema de la Gran Guerra, por lo que el proyecto fue puesto en el olvido.
Para 1930 se había abierto el tramo entre Calatayud-Ribota y Cidad-Dosante, Zaragoza y el norte de Burgos. Eran más de 350 kilómetros, sin embargo, quedaba lo más complicado, entrar a Cantabria y salvar la cordillera, una tarea que hasta el momento nadie se atrevía a realizar.
Luego de un largo análisis, tras cinco años se aprobó el trazado definitivo, ese que haría desembocar el tren en Vega de Pas a través de un enorme túnel de casi siete kilómetros de longitud. Por lo que, constituía el más largo de la época.
Trabajo de los presos políticos
Las localidades, Cantabria y Burgos, desde 1942 servían para el asentamiento de pequeños núcleos urbanos con cárceles, pero, tras los indultos desde 1945 debían buscar una manera de ocupar a estas personas para redimir su condena.
Fue entonces cuando surgió la idea de un proyecto para unir mediante ferrocarril el mar Cantábrico, con el mar Mediterráneo. Para esta tarea, se les asignó a los indultados y reclusos políticos que realizaran las obras para permitir el paso de las maquinarias sobre las vías.
La construcción del túnel llevó muchos años y se estima que la obra costó cerca de 300 millones de la época, los movimientos de obreros continuaron durante prácticamente 17 años, incluyendo también las estaciones ferroviarias de ambas localidades vecinas, pero lo más curioso es que jamás hubo una apertura oficial y de hecho, ni siquiera llegó a utilizarse.
Todo el peso de la obra, recae en los trabajadores, pues se realizó sin maquinaria, ya que en España no había ese tipo de equipos y el país estaba aislado en esa época. Además, el trabajo era bajo condiciones inhumanas, se dice que muchos presos republicanos desarrollaron anquilostomiasis, una enfermedad tropical a causa de las condiciones extremas de humedad dentro del túnel.
Una historia trágica
Para instalar a los presos se construyeron dos campamentos militares, en Pedrosa de Valdeporres y Vega del Pas. En los primeros años, todo se hacía a mano y había mucho polvo, así como muy malas condiciones que enfermaban a los obreros.
Aunque lo que más miedo tenían era de los derrumbes, no se sabe con exactitud cuántos obreros perdieron la vida dentro de la obra. Algunos presos sin muchas opciones personales tras años de guerra y prisión se reenganchaban en la obra con la empresa tras terminar su condena e igualmente, muchos se quedaron a vivir en las comarcas.
En 1959 se unieron los dos extremos del túnel, poniendo fin a la trágica y dura historia de construir los siete kilómetros del túnel de la Engaña, el túnel ferroviario más largo de España, pese a que nunca lo atravesó un tren.
La transformación de un curioso destino turístico
A pesar de que la obra no fue terminada con el objetivo previsto, se transformó luego de su culminación en un punto de paso de camiones que atravesaban el túnel por cualquier ilegalidad, produciendo una especie de mercado paralelo de toda clase de productos de contrabando.
Posteriormente, el lugar se transformó en un encuentro para turistas y curiosos hasta que en octubre de 1999, vivió un potente desprendimiento que bloqueo el túnel. Como consecuencia de ello y otros derrumbes, es posible ingresar al interior por cualquiera de los extremos.
Desde que Internet y los turistas han difundido la historia del Túnel de la Engaña, son cientos de españoles y extranjeros que todos los meses se acercan al lugar desde cualquiera de los lados, para tomar unas fotos y adentrarse en sus muros llenos de historia.
Ruta por el Túnel de la Engaña
El túnel de la Engaña consta de varios tramos, de los cuales hay uno que tuvo un gran desprendimiento y quedó bloqueado. Por lo tanto, solo puedes atravesar algunos de los túneles, pero no realizar la ruta completa y pasar de la zona de Cantabria a la zona Burgalesa.
Inicio de la ruta – estación de Yera
El camino comienza en dirección a Vega de Pas, en plenos Valles Pasiegos, con paisajes hermosos que impresionan. En el Túnel de la Engaña se llevó a cabo la construcción de 4 túneles más, 3 estaciones y dos poblados a ambos lados del túnel más grande. Estos poblados contaban con escuela, iglesia, casas, fábricas de hormigón, depósitos de agua, generadores de luz, entre mucho más.
La ruta de varios kilómetros empieza desde la abandonada estación de Yera. Por esta plataforma antigua debieran haber transcurrido los trenes sobre las vías que nunca llegaron a instalarse. Es un lugar totalmente abandonado, que actualmente es utilizado como establo, para guardar los animales.
Túneles a visitar por la ruta
Tras pasar la estación se sigue por el camino en el que debían estar las vías del tren, llegando al primer túnel llamado El Morrito de 43 metros. Luego, te vas a encontrar con la entrada del segundo túnel que se llama El Morro, de unos 263 metros.
Al salir del segundo túnel, tendremos que pasar un tercer túnel, conocido como El Empeñadiro, de 130 metros de longitud. Luego, te encuentra con el cuarto túnel El Majoral, de 285 metros.
Edificaciones a encontrar en el camino
En este punto, al pasar el cuarto túnel, te vas a encontrar con los antiguos barracones donde se alojaban los presos que trabajaron para reducir su condena. En estos barracones podían llegar a convivir hasta un total de 190 presos.
Cohabitaban en pequeñas celdas con literas en la planta sótano y en la planta baja, también se ve un salón-comedor con chimenea, las cocinas, los aseos y el lavadero. Todas estas áreas se encuentran en total abandono y escombros.
Algunas edificaciones que también se pueden observar en el recorrido son el depósito de agua, las casas de los jefes de obra, el transformador y el molino de piedra. Luego de pasar por El Majoral, llegas a la zona en la que estaba el poblado de una de las dos bocas del túnel, concretamente la boca norte.
Último tramo: Túnel de la Engaña
En la parte final de la ruta, termina el último túnel, pero debido al estado de abandono hubo un desprendimiento y solo se puede acceder hasta poco más de la entrada. Ahí encuentras el famoso Túnel de la Engaña, una impresionante excavación de casi 7 kilómetros, que mantiene una historia increíble, un poco oscura y trágica.
Al entrar sentirás un curioso aire frío casi congelado que se respira según vas acercándote. A la izquierda del túnel se puede ver un pequeño riachuelo con cascada por el que transcurre el río Yera.
Este lugar guarda una sensación poderosa, que atrae a muchas personas al lugar, ya sea por curiosidad, conocer el espacio, aprender o fotografiar ese imponente túnel construido hace muchas décadas.
¿Cómo llegar al Túnel de la Engaña?
El Túnel de la Engaña se encuentra entre los municipios de Vega de Pas (Cantabria) y Pedrosa de Valdeporres (Burgos). Está construido junto al Río Engaña, de ahí el nombre de Túnel de la Engaña. Para llegar hasta allí hay un aparcamiento habilitado en la primera parada la estación.
Datos interesantes del Túnel de la Engaña
Para entender la magnitud de lo que se suponía podría llegar a ser el Túnel de la Engaña, así como su abandono, es necesario reparar en algunos datos muy llamativos sobre esta construcción.
Aparte de esos 6,976 metros de longitud, este túnel tiene un ancho de ocho metros y una altura de unos seis metros y medio. En cuanto a su extensión, prácticamente dos tercios de la misma se encuentran en Burgos, y el tercio restante en Cantabria.
Aunque no hay datos exactos del número de personas que trabajaron en las obras del túnel, todo hace indicar que fueron un total de 700 personas, la mayoría presos republicanos de dos centros penitenciarios cercanos. Las jornadas de trabajo eran de 12 horas por lo que alrededor de las perforaciones se crearon dos poblados en los que vivían los obreros.
Si entramos desde Burgos, los primeros 300 metros presentan una ligera curvatura hacia la izquierda. Sin embargo, desde allí en adelante resulta completamente recto. Según la información de la época, costó unos 280 millones de pesetas, cerca de 1,700,000 euros al cambio actual. El proyecto quedó cancelado en 1959 cuando tan solo restaban 50 kilómetros para terminar.
Aunque no haya tenido el uso para el que se construyó, lo cierto es que desde entonces ha servido para muchas cosas, como transporte de mercancías ilegales, por ejemplo.
Túnel de la Engaña, un misterioso destino turístico
Pudo ser una obra de gran potencial, una de las obras ferroviarias más importantes de España, que desgraciadamente quedó en el abandono. El Túnel de la Engaña es una fantástica obra de ingeniería que nunca llegó a utilizarse para el fin con el que fue construido.
Aunque actualmente no hay ningún aprovechamiento turístico de la zona oficialmente, lo cierto es que ese misterio, sentimiento fantasmal que lo rodea y la historia que gira alrededor de él, lo ha convertido en un atractivo más que interesante para los viajeros.
Principalmente por el hecho de que en las últimas décadas, el turismo de lugares de este estilo, abandonados y con una historia poderosa detrás de sus muros, se ha mantenido en aumento. Son muchos los viajeros que disfrutan de sitios enmarcados en un halo misterioso, y en España podemos apreciar un claro ejemplo.
Visitar las estaciones de tren que nunca se llegaron utilizar e incluso entrar en el interior del túnel, a pesar del riesgo de derrumbe es una actividad muy atractiva, para aventureros y curiosos con deseos de explorar una inmensa obra de gran historia.
Si en tus planes vacacionales o de fin de semana tienes pensado pasar unos días en Cantabria o Burgos, te recomendamos visitar el Túnel de la Engaña, te sorprenderá y conocerás más acerca de estas regiones y su gran obra en el abandono, pero que guarda un misterio atractivo para descubrir y explorar.