A los pies de la Cordillera de los Andes se encuentra Esquel. Dueña de un entorno natural privilegiado, una historia marcada por la llegada de los galeses, profundas raíces culturales y una ubicación estratégica, Esquel es un destino que sorprende por su nutrida y variada oferta turística. Para que puedas conocer sus atractivos a fondo, hemos armado esta selección con las mejores cosas que hacer en Esquel.
Esquel es una pequeña y pintoresca ciudad del oeste de la provincia de Chubut, situada en plena Patagonia Argentina. Además de ser la puerta de entrada al Parque Nacional Los Alerces, es un centro turístico por excelencia de esta zona de la provincia. De ese modo, todo viajero que desee explorar las bellezas cordilleranas tiene que pasar por Esquel.
¿Te preguntas qué hacer en Esquel? La respuesta es sencilla: ¡mucho! Esta zona de la Patagonia está llena de tesoros naturales: glaciares, cascadas, lagos de aguas cristalinas y túneles de hielo. Por eso, más allá de lo que la ciudad tiene para ofrecer, el gran atractivo de Esquel está en descubrir sus alrededores. Incluso, un excelente plan es combinar la visita con la encantadora villa de Trevelín.
¿Dónde está ubicada y cómo llegar a Esquel?
Esquel se sitúa al noroeste de la provincia del Chubut, al pie de la cordillera y en un hermoso valle de origen glaciar. Es la cabecera de la región del departamento de Futaleufú y una ciudad bien preparada para el turismo.
La capital provincial (Comodoro Rivadavia) se encuentra a 620 km, mientras que la ciudad de Buenos Aires a 1900 km.
A pesar de estar alejada de grandes ciudades del país, Esquel posee buenas conexiones por vía terrestre y aérea. En el segundo de los casos, es posible arribar a la ciudad desde prácticamente cualquier punto de Argentina, pasando antes por Buenos Aires. La empresa Aerolíneas Argentinas gestiona vuelos directos Argentinas desde y hacia la ciudad de Buenos Aires.
También puedes llegar en micro o autobús desde varios puntos del país. Las empresas que operan viajes a Esquel son Vía Bariloche, Crucero del Norte, Vía Tac, Don Otto, entre otras.
Si viajas en coche, hay dos vías de acceso principales a Esquel. Una de ellas es la mítica Ruta 40, ya sea desde el norte o el sur, y la otra es la Ruta 25, proveniente del Este.
Desde la ciudad de Trelew (situada cerca de la costa atlántica) hay que hacer un viaje de 600km de distancia por la Ruta 25. La misma se encuentra en buenas condiciones y atraviesa bellísimos paisajes, especialmente en la zona de Los Altares, la cual se caracteriza por sus increíbles formaciones geológicas.
Otra ruta muy pintoresca que permite arribar a Esquel es la RP 71, la cual recorre el interior de la Comarca de los Alerces. La misma permite conocer las localidades de Cholila, Villa Lago Rivadavia y una buena parte del Parque Nacional Los Alerces. El paseo va bordeando los lagos más importantes de esta extensa área protegida, a lo largo de un camino que ofrece vistas de ensueño.
Finalmente, si viajas desde Chile, podrás llegar a Esquel a través de las poblaciones de Futaleufú, por la Ruta 259, o desde Palena, cruzando a la altura de Corcovado.
¿Qué hacer en Esquel y alrededores?
Hay mucho que hacer en Esquel, por lo que te sugerimos que dediques entre 2 y 3 días a recorrer la ciudad y explorar sus alrededores.
Aquí tienes una completa selección con las mejores cosas que hacer en Esquel.
Conocer el centro
Más allá de todas las maravillas que esconden sus alrededores, recorrer las calles céntricas de Esquel es una de las primeras cosas que tienes que hacer. Cuando llegues, verás que la ciudad es pequeña y compacta. Además, su entorno, arquitectura y limpieza te motivará a pasear por sus calles.
Esquel es una ciudad joven, a la cual los pueblos originarios y la tenacidad de los inmigrantes supieron darle un perfil diferente al de otros pueblos de la Cordillera de los Andes.
Entre sus puntos de interés podemos mencionar la Plaza San Martín. Además de ser el corazón de Esquel, allí se encuentra un reloj de sol que forma parte de un proyecto de varios relojes de este estilo ubicados en la ciudad. El mismo mide la hora solar verdadera, que no siempre coincide con la que marcan los relojes.
En el centro de Esquel también hay muchos restaurantes de comida regional, para todos los presupuestos. También hay supermercados grandes y pequeños, locales comerciales, tiendas de artesanías y más.
Para conocer la historia de la ciudad y el aporte dado por los galeses puedes visitar el Museo Histórico y el Centro cultural Melilla.
Recorrer sus senderos
Otra de las cosas que hacer en Esquel es recorrer sus senderos urbanos, periurbanos y de montaña. Por ende, si tienes en mente conocer este rincón patagónico, no olvides llevar unas buenas zapatillas.
Las opciones de trekking, running y caminata te llevarán a puntos estratégicos que te permitirán contemplar los paisajes urbanos y de montaña de Esquel.
Tomar el mítico tren La Trochita
La Trochita es un sello de identidad de Esquel y uno de los pocos trenes a vapor que siguen operando en el mundo.
La Trochita es el nombre popular que lleva el ferrocarril Viejo Expreso Patagónico, el cual conectaba las provincias de Río Negro y Chubut y tenía un ancho de la trocha más angosto de lo común. El mítico tren comenzó a operar en 1922 y es reconocido como Monumento Histórico Nacional desde 1945.
La Trochita inicia su recorrido desde la estación de Esquel y atraviesa la estepa patagónica, brindándole a los pasajeros la oportunidad de conocer un paisaje imponente. Además, el viaje en sus pequeños vagones y su particular trocha angosta rememora la forma en que se viajaba en el pasado. De ese modo, este viaje que dura 3 horas (entre la ida y la vuelta) se convierte en una auténtica aventura.
El recorrido de La Trochita llega hasta la estación Nahuel Pan, sitio de residencia de una comunidad Mapuche-Tehuelche. Allí podrás visitar el Museo de Culturas Originarias y la Casa de las Artesanas, donde verás piezas de plata, madera y textiles realizados por la población rural de la zona. Tampoco dejes de probar las tortas fritas, cuyo aroma será una de las primeras sensaciones que experimentes al llegar. A su vez, tendrás la oportunidad de charlar con la gente de la comunidad, lo cual enriquece mucho la experiencia.
La Trochita opera todos los sábados del año a las 10 horas, aunque el número de frecuencias aumenta en temporada alta. Los tickets se pueden adquirir en la misma estación de Esquel o a través de alguna agencia de turismo. En temporada alta (vacaciones de verano y de invierno) es mejor hacerlo con anticipación.
También es una buena idea llegar a la estación un rato antes del horario de salida para poder apreciar las maniobras de la locomotora. Además, podrás hacer un recorrido por las instalaciones originales y visitar un museo que cuenta la historia de La Trochita, donde también se exhiben algunas piezas ferroviarias.
Indudablemente, conocer La Trochita es una de las mejores cosas que hacer en Esquel. El costo del pasaje es de 4980 ARS (unos 30 USD aproximadamente).
Visitar el Parque Nacional Los Alerces
Otra de las cosas típicas que hacer en Esquel es visitar el Parque Nacional Los Alerces. Al estar situado en plena Patagonia andina, su paisaje está conformado por extensos bosques, montañas y lagos que lo convierten en un lugar irresistible para los amantes de la naturaleza.
Declarado en el 2017 como Patrimonio Mundial por la UNESCO, Los Alerces alberga un sistema de árboles milenarios y grandes lagos en donde desembocan y nacen ríos y arroyos.
El ecosistema que protege es de enorme valor, con especies de flora y fauna patagónicas, algunas de ellas en peligro de extinción. Además, es uno de esos lugares cuya belleza no puede captarse en una sola fotografía. Por todo esto y más, el Parque Nacional Los Alerces es uno de los grandes imperdibles de la Patagonia.
Otro dato interesante sobre Los Alerces es que es uno de los parques mejor organizados de Argentina. Durante la temporada alta (de noviembre a abril), los diferentes puntos de acceso al área protegida (por la zona centro, norte y sur) cuentan con presencia institucional que facilitan al visitante la atención e información que éste requiera.
El único asentamiento urbano dentro del parque es la villa Futalaufquen, de unos 200 habitantes, quienes en su mayoría son empleados de la Administración de Parques Nacionales. Cuenta también con 7 zonas de acampada estructurada, 9 zonas de acampada libre, 23 cabañas, 5 hoteles, 1 refugio, 3 restaurantes y 3 quioscos. Sus servicios incluyen diferentes puntos de aseo, paneles informativos y pequeños puertos que permiten cruzar el río y los lagos hacia regiones más remotas.
El Parque Nacional Los Alerces se puede recorrer en auto, realizando paradas en los puntos que más llamen tu atención. Aunque, aventurarse en alguna caminata por los senderos es una gran idea. También puedes contratar una excursión guiada que te lleve a los rincones más emblemáticos del parque. Aquí tienes una buena opción: Excursión al Parque Nacional Los Alerces.
Acceder al parque en transporte público también es posible. Para eso tendrás que acercarte a la Terminal de Ómnibus de Esquel, desde donde salen los micros a partir de las 8 am. Las frecuencias y recorridos en los meses de verano (diciembre-enero–febrero) son muchas, mientras que el resto del año disminuyen a 2 o 3 veces por semana.
El acceso al Parque Nacional Los Alerces tiene un costo de 800 ARS para turistas nacionales y 2.700 ARS para extranjeros. Vale aclarar, que el ingreso únicamente se cobra durante la temporada alta.
Sendero recomendado para hacer en Los Alerces
Hay muchas rutas de senderismo para hacer dentro del Parque Nacional Los Alerces. Pero, si viajas con poco tiempo o simplemente prefieres hacer un paseo soñado que no sea tan exigente, toma nota de esta propuesta.
Partiendo desde Esquel, deberás conducir 70 km por una carretera, mitad de ripio y mitad pavimentada, que bordea el lago Futalaufquen. El objetivo es visitar la Pasarela del Río Arrayanes. Al poco tiempo de llegar al río verás el inicio del sendero a la pasarela. El mismo es de tierra y tiene baja dificultad, pero no apto para personas con movilidad reducida.
Luego de tomar un par de fotos de la Pasarela del río Arrayanes, podrás hacer el Sendero Interpretativo El Lahuán Solitario. La caminata es de 2 km y te llevará al alerce milenario que protege el parque. La palabra Lahuán en mapuche significa abuelo, de allí el nombre del sendero, que hace referencia a la larga edad de este famoso árbol (300 años).
El paseo es sumamente pintoresco y te permitirá ver otras especies de árboles propias de la zona, como arrayanes y cipreses. Con suerte también podrás ver huemules, los animales típicos del parque.
Si tienes ganas de más, entonces puedes llegar hasta Puerto Chucao, punto desde el cual salen las excursiones lacustres por el Lago Menéndez. Las mismas llegan a Puerto Sagrario, donde te espera un bosque de alerces milenarios y unas vistas privilegiadas del Glaciar Torrecillas.
Descubrir los túneles de hielo, un imperdible que hacer en Esquel en verano
Pocos lugares en el mundo son tan fascinantes y únicos como este. ¡Agenda esta actividad como otra de las mejores cosas que hacer en Esquel!
Los túneles de hielo se encuentran en la cumbre del cerro La Torta, a unos 50 km de Esquel.
Este espectáculo de la naturaleza se produce aproximadamente a finales de enero y dura solamente un mes. Los túneles se forman de manera natural por el derretimiento de la capa de nieve más baja del suelo rocoso, mientras que la capa superior se mantiene en pie durante un tiempo más.
Llegar a los túneles de hielo no es sencillo y es una actividad que lleva un día completo. Sin embargo, vale muchísimo la pena, puesto que podrás caminar por dentro ellos. El acceso se realiza únicamente en vehículos 4×4 y caminando por sendas de montaña. Durante el paseo te encontrarás con una bonita cascada y vistas imponentes al Parque Nacional Los Alerces.
La visita a los túneles se puede hacer solo de la mano de guías de montaña que conozcan bien la zona. De ese modo descubrirás este sitio único que se contempla en pocos países del mundo.
Por eso, si tu visita a Esquel coincide con el verano, no te pierdas la oportunidad de ver este lugar increíble.
Conocer el Complejo eléctrico Futaleufú
Hay más cosas que hacer en Esquel. Una de ellas es visitar la gigantesca presa de 120 metros de altura y 600 metros de largo situada en los límites del Parque Nacional Los Alerces.
Para eso tendrás que dirigirte a la portada de acceso sur del parque. El camino a la represa es parte de un circuito que sube por un camino sinuoso. A los 120 metros de altura verás este dique cuyo largo se puede recorrer completo. Para conocer mejor el lugar hay visitas guiadas y un sendero interpretativo sobre la historia de la represa.
El lago que se forma gracias a la represa se llama Amutui Quimey, que en idioma mapuche se traduce como Belleza Perdida.
En las inmediaciones de la represa hay varias rutas de senderismo que complementan el paseo (por ejemplo, la que conduce a la cascada de los tambores). También puedes aprovechar para conocer la bahía de troncos, un sitio remoto en donde se acumulan los troncos expulsados por el lago.
En definitiva, la visita a la represa y todo lo que hay a su alrededor puede llevarte medio día tranquilamente, por lo que te sugerimos cruzar la portada sur del parque temprano.
Dar un paseo por la Reserva Natural Laguna la Zeta
Te advertimos que había mucho que hacer en Esquel. El hecho de que la ciudad se encuentra rodeada de naturaleza abre un mundo de posibilidades para el turismo. Por eso, si quieres seguir explorando sus alrededores, tienes que ir a la Reserva Natural Laguna La Zeta.
Situada a tan solo 10 minutos de Esquel, en este paraje se aprecia una gran biodiversidad y se disfruta de un ambiente tranquilo. De allí que sea un lugar muy frecuentado por las familias de la zona cuando el clima es bueno.
En la Laguna La Zeta se divisan más de 100 tipos de aves, reptiles, numerosos mamíferos y especies acuáticas. En el verano es perfecto para tomar sol en sus playas, darse un baño refrescante, como también para practicar kayak o senderismo.
Esquiar en La Hoya
A las afueras de Esquel se encuentra el centro de esquí La Hoya, un lugar ideal para visitar en invierno.
Los amantes de los deportes de nieve podrán elevar un poco sus niveles de adrenalina y poner a prueba todas sus habilidades en sus diferentes pistas.
Presta atención a esta propuesta imperdible que combina un paseo por los principales puntos de interés de Esquel y una visita a La Hoya: Tour por Esquel y La Hoya.
Sumarse a una travesía a Piedra Parada, otra cosa que hacer en Esquel
Argentina es un país que se caracteriza por tener paisajes de todo tipo. Su increíble diversidad incluye también diferentes joyas geológicas situadas a lo largo y ancho del territorio nacional. Afortunadamente, una de ellas se encuentra cerca de Esquel.
Hablamos de la conocida como Piedra Parada, un paraje inhóspito que en los últimos años ha captado el interés de escaladores de todas partes del mundo.
La gigantesca mole de piedra tiene 240 metros de alto y 100 de ancho y del alza solitaria en medio del Cañadón de la Buitrera. El lugar corresponde a un antiguo cráter volcánico de 25 km de diámetro que al expulsar grandes cantidades de magma formó esta particular roca.
Este lugar se puede visitar tranquilamente por cuenta propia, así que no dejes de incluirlo en tu lista de cosas para hacer en Esquel.
Escaparse al encantador pueblo de Trevelin
Viajar a Esquel es sinónimo de visitar Trevelín. Este precioso pueblo fue fundado por los galeses, quienes lo bautizaron con este nombre que en galés se traduce como “El pueblo del Molino”.
El nombre no fue puesto al azar, sino que hace referencia a los molinos que se edificaron en esta zona a finales del siglo XIX para que la comarca pudiera producir trigo.
En 1918 un galés fundó la empresa Molino Harinero de la Compañía Andes, la fue muy importante en su época. Luego del fallecimiento de su dueño, a mediados del siglo XX, el molino cerró debido al mal funcionamiento del negocio. Pero, al poco tiempo se inauguró el Museo Regional de Trevelin en el mismo edificio donde funcionó la fábrica.
De ese modo, se conserva este rico legado, además que se cuenta la historia de la inmigración galesa y del molino.
Hoy en día, visitar este museo es uno de los principales reclamos turísticos de Trevelín. Allí podrás hacer un recorrido guiado de una hora, ver el antiguo molino, utensilios y mobiliario de la época usados por los primeros pobladores.
Otro de los reclamos turísticos de Trevelín son las Viñas de Nant y Fall, un proyecto vitivinícola impulsado por una familia local. Si te gusta el vino y todo el mundo en torno a él, no dejes de sumarte a alguna de las visitas guiadas por los viñedos, hacer una cata y comer algo en su restaurante de productos tradicionales.
Aunque, si de lugares que no puedes perderte hablamos, entonces los campos de tulipanes se llevan el primer puesto. Para conocer este fotogénico lugar tendrás que viajar a Trevelín desde principios de octubre hasta principios de noviembre. Durante este mes los campos de Trevelín se llenan de color gracias a la floración de los tulipanes.
Las plantaciones se encuentran a 100 metros de la ruta 259 y son una verdadera maravilla. No sólo podrás tomar fotos de todos los ángulos que puedas imaginar, sino también contemplar las cumbres siempre nevadas de los Andes como telón de fondo.
Hacer una excursión al Lago Baguilt
Las opciones de cosas que hacer en Esquel todavía no acaban. Hay otra excursión a la que puedes sumarte y vivir un día a pura caminata en medio de la naturaleza patagónica.
Hablamos de la visita al Lago Baguilt, al cual se llega tras una exigente caminata por senderos de montaña que transcurren a través de bosques patagónicos.
Si bien es un paseo encantador en todo momento del año, en otoño es especialmente bello. En esta época los árboles se visten de rojo, amarillos y tonos ocres, creando una postal increíble. La frutilla del postre te espera al llegar al Lago Baguilt, considerado uno de los más bellos de la Patagonia.
La travesía se puede hacer por cuenta propia o contratando una excursión con un guía local. Ten en cuenta que la caminata te llevará todo el día y que tienes al menos 3 horas de caminata con pendiente positiva. Por ende, procura llevar suficiente agua, algún snack, gorra y bloqueador solar.
Descubrir la belleza de las cascadas Nant y Fall
Finalmente, otra excursión muy popular que puedes hacer en Esquel es la del Área Protegida de Nant y Fall.
Se trata de 7 impresionantes saltos de agua que se suceden a lo largo de 400 metros y se prestan para tomar cientos de fotografías.
Salto Grande es la principal cascada, con una altura de 64 metros y un caudal de agua sorprendente.
Para ver las cascadas en su máximo esplendor tienes que visitarlas en primavera, que es cuando suelen llevar más agua.
¿Dónde están ubicadas? A 16 km de Trevelín. La visita es corta, por lo que puedes combinarla con un paseo por el pueblo.
Mapa con las mejores cosas que hacer en Esquel
Aquí tienes un mapa con los sitios mencionados a lo largo del artículo. Como podrás ver, la mayoría de los sitios mencionados se encuentran cerca de Esquel, de manera que en 2 o 3 días de viaje podrás cubrirlos.
¿Cómo es el clima en Esquel?
Esquel posee un clima frío, veranos secos y suaves, con temperaturas máximas de 32 °C. Las precipitaciones son escasas y se concentran principalmente en invierno, sobre todo en el solsticio de junio.
En los meses más fríos del año (junio y junio) las temperaturas son muy bajas, con mínimas que alcanzan los -3 °C, y las nevadas son moneda corriente.
La primavera y el otoño son temporadas frescas, perfectas para visitar Esquel y disfrutar del senderismo y otras actividades al aire libre. De todos modos, así visites Esquel en verano, te sugerimos llevar una campera para las noches.
Esquel está llena de tesoros para descubrir. Por eso, si te encuentras planeando tus próximas vacaciones o una escapada más cortas, considera seriamente el visitar este lugar.
Esperamos que nuestra guía con las mejores cosas que hacer en Esquel te sirva de inspiración para descubrir este destino patagónico que no defrauda. De paso, puedes aprovechar el viaje para conocer otras gemas de Chubut, como Lago Puelo.
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