Descubriendo Paracas y sus alrededores

Paisajes desérticos, una increíble biodiversidad animal, playas de arena roja… Todo esto y más es posible en Paracas. Esta pequeña ciudad situada en el litoral de Ica forma parte habitual de las rutas turísticas por el sur de Perú. Si buscas descansar un poco en la playa y olvidarte del mal de altura, sin dudas tendrías que sumar a Paracas a tu itinerario por este país maravilloso.

Encuentra en este artículo todo lo que tienes que saber sobre Paracas y toma nota de las diferentes actividades y cosas para hacer.

La pequeña ciudad costera de Paracas está situada a 260 km al sur de Lima y a 75 km al este de Ica. Su posición en pleno desierto y frente a las aguas del Pacífico le dan un aire especial. Tan es así, que es una de las escapadas más habituales para los limeños y turistas peruanos que buscan salir un poco del bullicio de las ciudades.

Paracas es colorido, animado y tiene una linda cartera turística. Por eso, tanto si planeas explorar los Andes peruanos como si vas en busca de otras aventuras, hacer una parada en Paracas para conocer su costa, las Islas Ballestas y su hermosa reserva, es algo que vale mucho la pena hacer.

El clima, la cercanía a la capital, la oferta gastronómica y hotelera, las muchas opciones de actividades en contacto con la naturaleza… Todos estos son motivos por los que Paracas es una de las principales metas turísticas para los viajeros que visitan el magnífico Perú.

¿Cómo llegar a Paracas?

Paracas se encuentra a 260 km de Lima, la capital del Perú, lo cual se traduce en unas 4 horas de viaje por cualquier medio de transporte. El acceso se realiza a través de la Carretera Panamericana (1S), que bordea en todo momento la árida costa peruana. Por ende, hacer el trayecto desde la capital es muy agradable.

Si no tienes coche propio, puedes viajar sin problemas de Lima a Paracas con empresas de buses como Cruz del Sur y Oltursa. El precio de los boletos va desde 20 a 60 soles (5,19 – 15,56 USD), según las comodidades por las que estés dispuesto a pagar.

¿Qué hacer en Paracas?

Paracas no es muy grande y se recorre fácilmente en medio día. Dar un paseo por las calles del pueblo, especialmente la avenida principal y el malecón, deberían ser tus primeras actividades para tomar contacto con este destino.

Luego, tienes la opción de contratar excursiones o visitar por tu cuenta sitios increíbles, como la Reserva Nacional de Paracas o las Islas Ballestas. También puedes escaparte a un sitio que parece salido de una película de Las Mil y Una Noches: el Oasis de Huacachina; o ver desde los cielos las curiosas Líneas de Nazca.

Como cada rincón de Perú, Paracas tiene una sorpresa preparada para ti. Por eso, nuestro consejo es que le dediques dos días completos. Así podrás conocer las Islas Ballestas y la Reserva Nacional de Paracas, descansar un poco en la playa y hacer alguna otra actividad. Para continuar el viaje, te damos algunas alternativas de recorridos a atractivos cercanos.

Sin más, comencemos a explorar la oferta turística de Paracas. El viaje que tienes en mente está cada vez más cerca y esta guía completa te servirá de inspiración.

Pasear por el malecón de Paracas

Si bien la mayoría de los viajeros arriba a Paracas con el objetivo de hacer diferentes excursiones, no está de más reservar una parte de la jornada a pasear por su malecón o descansar un rato en la playa. El Chaco es la más céntrica de todas y la que más servicios posee, puesto que está en el corazón de Paracas. Si bien el agua no es la más limpia y cristalina, el ambiente es muy animado y es perfecto para tomar contacto con los locales.

En definitiva, tomar un pisco en algún bar o una cerveza en la playa mientras contemplas la particular geografía desértica de Paracas, es otra de las cosas que tienes que hacer en esta bonita ciudad costera. Para eso basta caminar por el malecón y luego sentarse en la arena y esperar el momento del atardecer.

El malecón de Paracas es el mejor sitio para salir a cenar. En torno a él se concentran la mayoría de los restaurantes de la ciudad, en los cuales los productos de mar adquieren mucho protagonismo. Tampoco faltan clásicos de Perú, como el lomo saltado, el aeropuerto o el arroz chaufa. Si quieres probar algo típico, entonces te recomendamos el chicharrón de pescado o marisco.

Tip viajero: mirando en dirección a la playa, puedes caminar hacia tu izquierda hasta que se termine la arena y te topes con un impresionante complejo hotelero. El acceso al lugar está permitido y desde allí podrás seguir recorriendo la costa durante un par de kilómetros por un agradable paseo residencial.

Otra cosa para hacer en Paracas es complementar las vistas del malecón a través de un paseo en lancha por la bahía con el mismo nombre, que por cierto, es la más grande de Perú.

Contratar un tour a las Islas Ballestas

Si vas a Paracas, tienes que hacer una excursión a las Islas Ballestas. Esto es algo que no tiene discusión. Así no seas amante de los animales (que son los grandes protagonistas de esta aventura), estamos seguros de que cuando estés allí, agradecerás haber dedicado dos horas de tu vida a este lugar.

¿Dónde se ubican las Islas Ballestas? El archipiélago de las Ballestas se ubica frente a la costa de Paracas (a unos 20 km) y representa una de las 77 Áreas Naturales Protegidas que existen en todo el territorio peruano.

Forman parte de la Reserva Nacional de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, es decir, que están fuera del perímetro de la Reserva Nacional de Paracas. La primera constituye una extensa área protegida compuesta por 22 islas que se extienden a lo largo del territorio peruano, desde Piura hasta Tacna.

¿Por qué su nombre? Por la similitud de sus formaciones rocosas con las ballestas o arcos.

Las Islas Ballestas son conocidas como las Galápagos de Perú, y no hace falta explicar mucho el por qué. De todos modos, te lo explicaremos porque para eso estamos. La diversidad de fauna marina que alberga este archipiélago es sencillamente increíble.

En estas islas rocosas protegidas (por lo que no podrás caminar ni nadar en el lugar) conviven armónicamente leones marinos, pingüinos de Humboldt, cormoranes, piqueros peruanos, pelícanos, delfines y muchísimas especies más. En otras palabras, es un universo de vida animal que no hace más que confirmar lo hermoso y diverso que es Perú.

Además de ver de cerca a todas estas especies animales y admirar los arcos y formas naturales que adquieren las rocosas Islas Ballestas, te enterarás de muchos datos interesantes sobre la zona. Quizá el dato más curioso que te brindarán durante las dos horas que dura la excursión, es que Perú tiene el mejor excremento del mundo. Sí, suena raro, pero es así.

El guano de los cormoranes (es decir, el excremento depositado por estas aves, que le da un toque blanquecino a la roca) en una época fue una fuente de ingresos millonaria para Perú.

Para visitar las Islas Ballestas tienes que contratar un tour con una agencia de Paracas o haciendo clic en este enlace: Excursión a las islas Ballestas o este: Islas Ballestas + Reserva Nacional de Paracas.

Los paseos en barco se realizan durante todo el año, dos veces al día: a las 8 am y a las 10 am. El recorrido dura 2 horas aproximadamente y se realiza de la mano de un guía local que va relatando datos interesantes sobre las islas y los animales que la habitan. Todos los guías son bilingües, por lo que no tendrás problema con el idioma.

Las embarcaciones salen de los muelles de la playa El Chaco o desde el embarcadero de la Marina turística de Paracas, situados a 500 metros de distancia uno del otro. El tour a las Islas Ballestas tiene un costo de 40 soles por persona (10.37 USD).

Fotografiar el famoso Candelabro

La excursión a las Islas Ballestas tiene un plus: la posibilidad de ver de cerca al misterioso Candelabro. Este geoglifo se encuentra en la Península de Paracas y se aprecia de camino a las islas, antes de abandonar la bahía.

Se trata de uno de los grandes misterios del Perú. Nadie sabe con certeza de dónde proviene esta enorme figura de 170 metros de alto y 78 metros de ancho. Lo más increíble de todo, es que a pesar de tener unos 2.000 años de antigüedad, se mantiene firmemente delineado sobre la arena. El motivo es que está situado justo en un ángulo por el cual no circula el viento.

Hay varias teorías respecto a su origen: algunos se lo atribuyen a piratas, otros al libertador José de San Martín (quien arribó en Paracas en 1820 para marcar el inicio de la Independencia de Perú); aunque la hipótesis más fuerte sostiene que sus autores pertenecían a la cultura nazca (de hecho, es muy similar a las famosas Líneas de Nazca) y que podría estar relacionado con la constelación de la Cruz del Sur.

Otra de las teorías es que el Candelabro sería un símbolo de los incas para indicar la ubicación del Machu Picchu; mientras que la más descabellada de todas asegura que estas líneas fueron trazadas con el objetivo de comunicarse con extraterrestres.

Visitar la Reserva Nacional de Paracas

Otro de los paseos obligados de Paracas es su reserva nacional. Esta enorme península representa una de las zonas protegidas más importantes de Perú. Acá el azul intenso del Pacífico se funde con el color anaranjado del desierto de Ica, conformando una postal increíble. A su vez, provee un santuario para una enorme cantidad de especies animales y vegetales que se adaptaron a vivir en esta área extremadamente árida.

La biodiversidad de la Reserva Nacional de Paracas es impresionante: 74 tipos de plantas, 216 especies de aves, 10 tipos de reptiles, 16 clases de mamíferos y 193 especies de peces viven allí. La superficie marina protegida cubre 3350 m², de los cuales un 65% corresponde a mar y el 35% restante es tierra e islas. No solo esto, sino que es considerado uno de los ecosistemas más poco comunes y ricos del mundo. Si a ello le sumamos la belleza de los paisajes, la Reserva Nacional de Paracas se convierte en un imperdible de cualquier viaje a Perú.

¿Te gustaría conocerla? No dejes de apuntarte a este tour: Tour por la Reserva Nacional de Paracas.

La reserva fue establecida como tal en 1975, por lo que representa el área protegida más antigua de Perú. Además de cuidar la biodiversidad de la zona, protege sitios prehistóricos de la antigua etnia Paracas (una cultura preincaica que se destacaba por sus elaborados tejidos) y otras civilizaciones.

Para conocer todo esto y más, tu primera parada puede ser en el Centro de Interpretación de la Reserva Nacional de Paracas y el Museo de Sitio Julio C. Tello (arqueólogo peruano que hizo los mayores descubrimientos de la antigua cultura Paracas). En este último verás objetos funerarios de más de 5000 años de antigüedad.

Luego, puedes dar un paseo por las peculiares playas de la reserva. Decimos peculiares, porque realmente lo son. La mezcla de paisaje desértico y mar realmente no se ve en muchos lados. Entre las más hermosas se encuentran: Lagunillas, La Mina y la Playa Roja, famosa por el color rojizo de su costa.

¿Quieres conocer con más detalles las playas de la Reserva Nacional de Paracas? Por supuesto, te contamos sobre ellas. Algunas son arenosas, mientras que otras tienen características realmente peculiares y están rodeadas de acantilados.

Playa La Mina y El Raspón

La Mina es una de las playas más visitadas y famosas de la reserva. Sus aguas son de color azul verdoso y muy cristalinas, la arena fina y clara y está llena de acantilados rocosos que le dan un plus a la estampa. Su oleaje es muy suave y es ideal para nadar, de allí que en verano tenga alta concurrencia.

Para ingresar a la playa La Mina hay que bajar por unas largas escaleras desde las cuales ya se aprecia la belleza del lugar. Por cierto, su nombre proviene de una antigua mina de carbón que funcionaba en el extremo sur de la playa.

A 300 metros de La Mina se encuentra El Raspón, una playa a la que hasta hace unos años era muy difícil llegar, puesto que había que descender por una cuesta arenosa, de allí su nombre. Hoy en día su acceso está acondicionado con escaleras, por lo que prácticamente todo el mundo puede disfrutar de ella.

La playa El Raspón es mucho menos concurrida que la anterior y también ofrece buenas condiciones para la natación, de manera que si buscas una opción más tranquila, ya sabes a dónde ir.

Playa Atenas

Es una playa muy visitada por los pescadores, ya que aquí se recolectan conchas de abanico. Las aguas son mansas y la arena está mezclada con pequeñas piedritas. Su paisaje relajante, el ambiente poco concurrido y la paz que se respira en el lugar la hacen perfecta para una escapada que tenga como finalidad conectar con la naturaleza y el entorno marino.

Playa Roja

Como te contamos antes, la playa Roja es la más famosa de la reserva. Este precioso arenal que se distingue por su color rojizo es una delicia para la vista.

Algunos dicen que la playa Roja es única en el mundo por el color de su arena. Según los expertos, el mismo es el resultado de la actividad volcánica de esta zona del Pacífico. Como resultado de las erupciones se creó un tipo de arcilla que posee partículas de la roca ígnea conocida como Granodiorita Rosada, que sería la responsable de la coloración de la arena.

Bañarse en esta playa está prohibido. De todos modos, es un sitio imperdible por los paisajes impactantes que regala. Si eres amante de la fotografía, no dejes de ir con tu cámara y capturar su belleza desde diferentes ángulos.

Playa Yumaque

Yumaque es una playa de 2 km de largo con forma de medialuna en la cual es posible extraer pequeños moluscos. Aquí sí está permitida la natación, por lo cual es una alternativa más para pasar un día a puro sol y mar.

Presta atención, porque algunos afirman que suelen verse delfines nadando cerca de la costa.

Playa Supay

Supay es otra de las playas de la Reserva Nacional de Paracas que vale la pena conocer. El motivo son sus preciosos acantilados formados hace millones de años, los cuales conservan vida fosilizada en sus paredes.

La playa posee un oleaje muy fuerte, por lo que no está permitido bañarse. Aun así, tiene un bonito mirador desde el cual se contempla todo su esplendor, y es perfecta para admirar la flora y fauna propia del lugar. La particular geografía de la zona se aprecia de manera especial en este punto, así que no dudes en acercarte.

Playa Mendieta

Otra de las playas más bonitas de la reserva de Paracas es Mendieta. Nuevamente, el motivo de su belleza es la peculiar geografía que la caracteriza. Aquí las protagonistas son las dunas de arena cubiertas por vegetación y los islotes Tortuga y Panetón que se aprecian desde la costa.

La playa es bastante ventosa y las aguas son frías, por lo que no es la más adecuada para la natación, pero sí para practicar deportes acuáticos.

Playa Lagunillas

La playa Lagunillas es muy visitada por los amantes de la pesca deportiva, la cual se ve favorecida por el poco oleaje del mar y las formaciones rocosas. El muelle es uno de sus puntos más pintorescos y el mejor sitio para ver a los pescadores en plena actividad. También es perfecta para acampar, avistar la flora y fauna de la reserva y nadar.

¿Cuál es la época adecuada para visitar la Reserva Nacional de Paracas?

La Reserva Nacional de Paracas se puede visitar prácticamente en cualquier época del año. Los meses más concurridos suelen ser enero, febrero, marzo y abril. Por eso, si no te gustan las playas abarrotadas, quizá lo mejor es que optes por viajar en otro momento del año. De todos modos, es el mejor momento para disfrutar del mar, la natación y los deportes acuáticos.

Escaparse al Oasis de Huacachina

¿Te gustaría conocer un lugar único? Lo lindo de viajar a Perú es que es una sorpresa constante. Tu cara de asombro se hará notar más que nunca cuando visites el Oasis de Huacachina.

Situada a poco más de una hora en bus desde Paracas y a 5 minutos de Ica, este oasis rodeado de dunas es un sitio que hay que ver con los propios ojos. Si bien sus dimensiones no pueden compararse al desierto de Sahara, sus inmensas dunas de arena dorada no tienen nada que envidiarle.

¿Sabías qué? Huacca China se traduce como “mujer que llora” y hace referencia a la leyenda en torno a este lugar. Según la misma, existió una princesa que tras ser sorprendida por un extraño mientras se bañaba en su lugar secreto, se convirtió en dunas.

Mucha gente apuesta a visitar el oasis de Huacachina contratando un tour, como este que te dejamos a continuación: Tour por Ica y la laguna de Huacachina. De todos modos, si viajas con tiempo nuestro consejo es que te alojes una noche en alguno de los hoteles situados frente a la laguna. No solo podrás quedarte en las dunas contemplando el atardecer todo el tiempo que quieras, sino que disfrutarás de la tranquilidad del lugar.

Otra de las mejores cosas que puedes hacer en el oasis es experimentar un subidón de adrenalina en un tour en buggy. Explorar este paisaje salpicado de altas dunas a toda velocidad es una experiencia que no puedes dejar de vivir. Contrata aquí tu tour: Tour en buggy por el desierto de Huacachina.

Hacer un viaje a Nazca para ver sus curiosas líneas

Otra de las mejores excursiones para hacer desde Paracas o Ica es un vuelo para ver desde el aire las famosísimas y misteriosas Líneas de Nazca.

Situadas a 180 km de Ica, representan los geoglifos más famosos del mundo, cuyo origen todavía no se termina de explicar. Se trata de enormes figuras grabadas en el suelo (un mono, una araña, un animal volador no identificado y otras) que fueron avistadas por primera vez en 1920 y desde entonces causan fascinación a los miles de turistas que las aprecian desde el cielo.

Si bien su origen todavía es incierto, los investigadores creen haber hallado la respuesta al porqué los pueblos antiguos trazaron estos diseños hace más de 2.000 años. Aunque, para conocer todas las historias y teorías en torno a ellas, lo mejor es tomar este tour y averiguarlo por tu cuenta: Vuelo sobre las Líneas de Nazca.

Desde el aire podrás apreciar con detenimiento estas enormes inscripciones. Eso sí, si eres una persona que se marea fácilmente, considéralo bien antes de sobrevolar las Líneas de Nazca.

Mapa de Paracas y alrededores

A continuación, te dejamos un mapa de Paracas y sus alrededores. Como podrás ver, las distancias a recorrer no son excesivas y en una área relativamente pequeña podrás descubrir sitios fascinantes.

Son muchas las cosas que se pueden hacer en Paracas y sus alrededores. Este pequeño destino costero te espera para que vivas unos días relajados, apreciando la geografía única de este tramo del litoral peruano. En otras palabras, Paracas ofrece un encuentro imperdible con la naturaleza. ¡No te lo pierdas!