Visitamos la zona arqueológica El Tajín

A lo largo y ancho del territorio mexicano encontramos un montón de yacimientos arqueológicos que hablan de la larga historia del país. Uno de ellos se encuentra situado al norte del Estado de Veracruz. Nos referimos a la zona arqueológica de El Tajín, la antigua capital del mundo totonaco y la ciudad prehispánica más importante de la costa norte de Veracruz.

La increíble zona arqueológica de El Tajín aparece oculta en medio de la selva. A lo lejos, inmersos en el verde de la vegetación, verás los diversos edificios que conforman este importante yacimiento. Sus pirámides y monumentos dedicados al dios trueno son una verdadera maravilla.

¿Dónde se encuentra El Tajín? En la región norte del estado de Veracruz, a muy pocos kilómetros del Pueblo Mágico de Papantla y la ciudad industrial de Poza Rica. De hecho, junto con el primero suelen combinarse en una visita de un día o un fin de semana.

En su época de mayor esplendor, El Tajín llegó a albergar entre 5.000 y 20.000 habitantes. Un conjunto monumental de pirámides, palacios y juegos de pelota ocupan apenas el 10% de la superficie total de la que (según los especialistas) fue la capital de la cultura totonaca.

¿Qué significa la palabra Tajín? Aparentemente, su nombre se traduce como “ciudad del trueno” y haría alusión al antiguo dios a quienes los totonacas rendían culto. Otros sostienen que se traduce como «lugar de un conjunto de templos de donde sale humo constantemente». Esto último, haría alusión a que era un sitio donde siempre se realizaba la quema de copal. Hoy en día, la traducción más aceptada es «la casa de los truenos».

En 1992 El Tajín fue nombrado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO gracias a la belleza de sus construcciones y su enorme valor histórico y cultural.

Historia del sitio arqueológico El Tajín

Según los especialistas, El Tajín sería contemporáneo a otras grandes ciudades de Mesoamérica, como es el caso de Teotihuacan, Palenque o Monte Albán. Si bien su historia se remonta al inicio del siglo I, cuando comenzaron a construirse los edificios ceremoniales, alcanzó su apogeo entre los comienzos del siglo IX y los del XIII. En ese entonces y tras la caída del Imperio de Teotihuacán, llegó a ser la ciudad más importante del nordeste de Mesoamérica.

La influencia cultural de El Tajín fue tan grande que se extendió por toda la región del Golfo de México, alcanzando también la región maya y las altiplanicies del centro del país. Gracias a su ubicación estratégica, se posicionó dentro de una importante ruta comercial que conectaba la zona centro del territorio nacional con la región costera del golfo.

Por otro lado, la arquitectura de la ciudad fue única en toda Mesoamérica. La misma se caracteriza por la presencia de relieves sumamente elaborados en las columnas y los frisos. El patrón arquitectónico predominante consiste en edificios de base rectangular o cuadrada con uno o varios cuerpos superpuestos. Además, El Tajín fue construido con espacios abiertos delimitados por templos y desniveles. Esto dio como resultado un lugar excepcional.

Respecto a la desaparición de esta ciudad prehispánica, recientemente el Instituto Nacional de Antropología e Historia reveló algunas de las posibles causas. La hipótesis más fuerte dada a conocer por la institución sostiene que en el siglo X (año 900), llegó a la zona un profundo cambio climático conocido como periodo cálido medieval. El mismo causó estragos, no solo en el área mesoamericana, sino también en algunas regiones de la Europa continental y otros lugares alejados.

Las altas temperaturas habrían provocado grandes inundaciones que afectaron enormemente a las ciudades. De ese modo, prácticamente todos los centros poblacionales fueron cayendo en el abandono, tal cual sucedió con El Tajín.

Un detalle curioso de la historia de El Tajín es que durante el inicio de la conquista pasó totalmente desapercibida ante los ojos de los españoles, quienes jamás se enteraron de la existencia de esta gran ciudad

El centro ceremonial, político y religioso de El Tajín fue hallado recién en 1785, aunque las excavaciones arqueológicas no comenzaron hasta el año 1943. De los 10 km² de extensión que tiene la ciudad, todavía hay áreas que siguen cubiertas por la maleza y el pasto. Por ende, se cree que El Tajín todavía tiene muchas maravillas con las cuales sorprender.

¿Qué ver en El Tajín, Veracruz?

El Tajín cuenta con múltiples construcciones que asombran profundamente a sus visitantes. Templos, palacios y varias canchas de juego de pelota son algunas de las estructuras que verás a lo largo de tu recorrido. Al mismo tiempo, posee un museo gratuito que complementa mucho la visita y un mirador desde el cual se obtienen las mejores vistas de la ciudad y todos sus monumentos.

De acuerdo con los especialistas, los edificios se encuentran acomodados de acuerdo a las clases sociales que imperaban en la antigüedad. Los dirigentes se ubicaban en la zona conocida como Tajín Chico, el cual corresponde a la parte más elevada del recinto. La misma tenía un acceso más restringido y allí se ubicaban los palacios y edificios administrativos. La parte más baja, situada al sur del recinto, incluía pirámides, juegos de pelota y plazas. En otras palabras, correspondía al centro ceremonial público de la ciudad.

Ambos espacios se encontraban separados por un enorme muro de contención. De ese modo, la zona sur y baja quedaba apartada de la zona elevada del norte.

El Tajín es mucho más grande de lo que parece, así que ve preparado para caminar. Entre la Plaza del Arroyo, el Tajín Chico, la Pirámide de los Nichos y los juegos de pelota, aparecen nada más y nada menos que 168 edificaciones descubiertas. De todos modos, solo 41 están expuestas y abiertas al público.

No olvides que El Tajín se encuentra en una zona de clima tropical, por lo que procura mantenerte hidratado, usar ropa cómoda y ligera, llevar sombrero, repelente de insectos y protector solar. Por otro lado, para sacarle el máximo provecho a la visita te recomendamos hacer el recorrido con guías que te cuenten historias y leyendas de los antiguos habitantes de la región.

Pirámide de los Nichos

El edificio más emblemático de El Tajín es la Pirámide los Nichos, una obra maestra que combina lo mejor de la antigua arquitectura mexicana y americana. Por su belleza y majestuosidad, representa una notable muestra de la grandeza e importancia de las culturas prehispánicas en México.

La Pirámide de los Nichos tenía una relación muy especial con el Cerro de los Mantenimientos. Esta posición permitía que el edificio se iluminara de manera específica durante el equinoccio de primavera, marcando así el inicio de la época de siembra. Por otro lado, representa los ciclos temporales para los totonacas. Si te pones a contar, verás que cuenta con 365 nichos que corresponden a cada uno de los días del año. Un detalle interesante es que el calendario totonaca medía los años en la misma forma en que se hace actualmente.

El Cerro de los Mantenimientos era el sitio donde residían los dioses totonacas. Desde allí, decidían si la población gozaría de un año de lluvias abundantes y buen clima o si se verían aquejados por guerras u otro tipo de desastres. Hoy en día, quienes visitan el Cerro de los Mantenimientos son los turistas que desean obtener una vista majestuosa de El Tajín y sus alrededores.

Regresemos a la Pirámide de los Nichos. Esta espectacular construcción de más de 18 metros de altura inevitablemente captará tu atención. Si te detienes a admirar sus detalles, verás que las fachadas están efectivamente decoradas con más de 360 nichos.

También conocido como Edificio I, la Pirámide de los Nichos fue descubierta en el siglo XVIII. Luego de una serie de reconstrucciones, luce un aspecto majestuoso, con sus seis cuerpos escalonados que representaban el verdadero camino al encuentro con el Sol para los totonacas.

Juego de Pelota Sur

Una de las partes más interesantes de la visita a El Tajín es descubrir las tradiciones que tenían. De ellas, una de las más importantes era el juego de pelota, un ritual ceremonial que culminaba en un sacrificio humano a los dioses. Para quien ganaba el juego, era un honor ser sacrificado.

El ritual del juego de pelota era celebrado por muchas culturas mesoamericanas, de allí que prácticamente todos los yacimientos arqueológicos cuentan con su cancha. En todo el complejo arqueológico de El Tajín se han descubierto 20 canchas de juego de pelota, pero únicamente 6 se encuentran abiertas al público. La enorme cantidad de estas estructuras hace suponer que la ciudad pudo haber sido la sede de grandes festivales deportivos, muy similares a los disputados en Olimpia en la antigua Grecia.

En las canchas se conservan muchos bajorrelieves que representan aspectos culturales y rituales asociados a este juego.

De todas estas canchas, la situada en la zona sur es una de las más importantes del recinto. En el caso de esta estructura particular, las paredes laterales lucen bajorrelieves que ayudan a comprender la cosmovisión del pueblo totonaca.

Tajín Chico

Como te contamos antes, la zona conocida como Tajín Chico era considerada como el área que ocupaba la clase gobernante. Se cree que su construcción tuvo lugar entre los siglos IX y X d.C., para alojar a la aristocracia de la ciudad.

Los pisos y techos de las construcciones de El Tajín Chico fueron elaborados con roca volcánica y piedra caliza. Como también ya sabes, para guardar distancia del resto de las zonas que era habitado por el común del pueblo, se construyó un enorme muro del cual quedan algunos restos.

El Juego del Volador

A solo 10 km de El Tajín se encuentra Papantla, uno de los muchos Pueblos Mágicos que tiene México a lo largo y ancho de su territorio. Este destino que desprende aroma a vainilla es famoso por el peculiar ritual de los voladores, también conocido como la danza de los hombres pájaro. Quizá no lo sabías, pero el Juego de Volador tiene sus orígenes, precisamente, en la Ciudad del Trueno. Por ende, cuando visites la zona arqueológica podrás ser testigo de este increíble espectáculo que te pondrá la piel de gallina.

El Juego del Volador es uno de los ritos mesoamericanos más importantes, cuyo simbolismo secular se vincula con el culto solar y la fertilidad de la tierra. ¿En qué consiste? La danza es interpretada por cinco “hombres-pájaro” (como se conoce a los voladores). Cuatro de ellos descienden desde lo alto de un poste dando 13 vueltas perfectas para asegurar el cumplimiento del ciclo agrícola y solar.

El quinto hombre permanece parado en la punta del tronco y toca el tambor y la flauta, mientras baila desde las alturas y sin estar amarrado. Una vez que los primeros cuatro han descendido, se ata y desciende hasta el final.

Este espectáculo es una representación ancestral del paso del sol por la tierra y es una de las expresiones de la cultura totonaca que mejor se conserva hasta nuestros días. Definitivamente, todo un espectáculo que no te puedes perder en El Tajín.

¿Cuánto sale la entrada a El Tajín?

La entrada a la zona arqueológica El Tajín tiene un costo de 85 MXN por persona, lo cual equivale a unos 4,24 USD. Los alumnos y maestros con credencial vigente, los jubilados, pensionados, las personas con discapacidad y los menores de 13 años tienen entrada gratuita. En cambio, los domingos el acceso es libre para todos los turistas nacionales y los extranjeros residentes en el país.

Un detalle a considerar es que si deseas ingresar al recinto con cámara de video o de fotos, tendrás que pagar un adicional de 45 MXN (2,25 USD).

El horario de visita a El Tajín es de lunes a domingo de 10 am a 5 pm, siendo la última entrada a las 4 pm. Ten en cuenta que el recorrido por el recinto no te llevará menos de dos horas, así que procura llegar con tiempo para poder hacer la visita tranquilo. Otro buen consejo, es que lo hagas a primera hora de la mañana, cuando el calor y la humedad son menos intensos.

¿Cómo llegar a El Tajín?

El recinto cuenta con cinco accesos principales. La entrada sureste permite llegar desde Veracruz; la norte desde Tampico y Tamaulipas; la entrada oeste desde Ciudad de México; el suroeste desde Puebla y por el sur desde Xalapa Veracruz.

La capital nacional se encuentra a 287 km de distancia de El Tajín. Para llegar, tendrás que tomar la autopista México-Pachuca hasta el desvío hacia Tulancingo y luego seguir las indicaciones a Tuxpan, Veracruz. La misma te llevará a la Carretera Federal 30, la cual deberás seguir con dirección a Poza Rica hasta el desvío a El Tajín.

Desde el Pueblo Mágico de Papantla salen autobuses cada 15 minutos hacia El Tajín. Otra alternativa es tomar un taxi, que no te costará mucho porque el trayecto es muy corto.

¿Qué te pareció nuestro artículo sobre El Tajín? ¿Habías escuchado hablar de esta importante zona arqueológica? Ahora que ya la conoces y sabes cuál fue su importancia, no deberías dejar de visitarla. De paso, puedes complementar con un paseo por el Pueblo Mágico de Papantla y volver a ver allí el show de los voladores.

Visitar El Tajín es una experiencia cultural, histórica y natural a la vez. No olvides que la ciudad se encuentra inmersa en medio de la selva. Además, muy cerca se encuentran otros pueblos y ciudades costeras de Veracruz. Por ende, el viaje se enriquece todavía más.